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Yusra Mardini, de una Siria en guerra a ser abanderada de los refugiados en Tokio 2020

Han pasado seis años desde que Mardini abandonó Damasco, separándose de sus padres y de su hermana.
Foto: Ronny Hartmann / AFP
Alastair Himmer / AFP

La historia de Yusra Mardini, abanderada de la delegación de refugiados en los Juegos Olímpicos de Tokio, ha dado la vuelta al mundo. Cuando tenía solo 17 años huyó de la guerra en Siria junto a unas 18 personas.

El motor del bote en el que navegaban se paró en el mar Egeo, y Yusra, su hermana y otras dos personas saltaron al mar, nadando por más de tres horas para salvar a los ocupantes.

Lejos de las bombas que desgarran su país, Siria, y del mar Mediterráneo al que le ganó la batalla, la nadadora disputa las justas olímpicas bajo la bandera de deportistas refugiados.

Han pasado seis años desde que Mardini abandonó Damasco, separándose de sus padres y de su hermana pequeña para huir de las explosiones que arrasaron la capital siria.

"Había ataques con bombas que hacían quebrarse las ventanas de la piscina", recordaba la nadadora, hoy de 23 años, en una entrevista a AFP, describiendo una vida "bajo terror constante".

"Sin siquiera zapatos"

En algún lugar entre la ciudad turca de Izmir y la isla griega de Lesbos, el motor de la embarcación, dotada para acoger a siete pasajeros como máximo, deja de funcionar quedando a la deriva las 20 personas que viajaban en ella.

Únicas en saber nadar, Mardini y su hermana Sarah no dudaron en lanzarse al agua para remolcar la embarcación hasta la costa, alcanzada al cabo de tres horas de nado extenuante. Hoy reside en Berlín (Alemania) luego de aquel desembarco en Grecia, a donde llegó con "nada más que unos pantalones y una camiseta", y "ni siquiera zapatos".

Convertida en embajadora de buena voluntad para el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, luego de su participación en los Juegos de Río en 2016 bajo la bandera del equipo de refugiados, Yusra Mardini guarda un recuerdo "increíble" de su aventura olímpica y del "recibimiento de la gente".

"Al principio pensé en rechazar formar parte de un equipo de refugiados, porque temía que algunos pensaran que yo sólo estaba ahí por mi historia (...) Yo quería merecerlo. Pero me di cuenta de que era una oportunidad para representar a esas personas, entonces aproveché la posibilidad y no me arrepiento", confesó.

En los Olímpicos de Tokio 2020, Yusra compitió recientemente en la eliminatoria de los 100 m mariposa femenino de natación, quedando en tercer lugar con un tiempo de 1:06.78.

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