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Colombia no alcanzará en 2030 la meta de cero deforestación: Crisis Group

La ONG internacional indicó que el conflicto armado será el principal motivo de no alcanzar el objetivo.
Foto: Colprensa
Yank Ramírez

En su nuevo informe, la ONG International Crisis Group resaltó que la deforestación ha sido una consecuencia a lo largo de los años por el conflicto armado y la explotación de algunos recursos como el oro, el tráfico ilegal de la coca y la madera, que fueron utilizados principalmente para financiar la economía de los grupos armados ilegales, que hoy en día, tras el acuerdo de paz, continúan explotando por disidencias y el narcotráfico.

Bram Ebus, consultor de la organización Criss Group en Latinoamérica, afirmó que la deforestación se disparó cuando se anunció el cese al fuego unilateral tras el acuerdo final de paz en el año 2014.

“Los colonos se sentían con más confianza para hacerle daño al medio ambiente tras la firma del acuerdo, a la vez otros grupos armados y criminales se instalaron en la selva para continuar sus actividades ilícitas”, agregó.

El informe distingue los diferentes grupos armados que contribuyeron a destruir el medio ambiente y dejar aquel objetivo en un imposible:

Grupos disidentes de las Farc

El documento afirma que algunos frentes no tienen suficiente poder y recursos para necesitar la protección de la selva como las antiguas Farc, sin embargo, estos suelen operar en pueblos de zonas rurales donde sí adoptan la siembra de droga.

“El Frente Séptimo en el Guaviare presuntamente ha acogido a nuevas familias en la zona, instándole a apoderarse de alrededor de 40 hectáreas de bosques por familia, con la condición de dedicar una o dos hectáreas para cultivar coca y posteriormente venderla exclusivamente a los disidentes”, menciona el informe.

El Eln

Por otra parte, de este grupo armado se establece que tiene diversas posturas ambientales; por un lado, el sabotaje de oleoductos a las empresas multinacionales que están cerca de las zonas interceptadas, las cuales han sido las principales fuentes de un enorme daño ambiental. Los departamentos que más han sido afectados históricamente son: Bolívar, Norte de Santander, Arauca y Chocó en la costa oeste del Pacífico, con las cifras más altas de deforestación. Por el contrario, hay algunos grupos del Eln que prohíben la degradación ambiental y el uso de retroexcavadoras de extracción del oro.

La exguerrilla de las Farc

Tras una larga temporada en las selvas de Colombia, la degradación ambiental por parte de este grupo se vio involucrada para rescatar su economía ilegal a través de la minería ilegal, el cultivo de coca y la construcción de campamentos en áreas protegidas como los parques nacionales. Pero también algunos campamentos priorizaron el cuidado del medio ambiente como estrategia.

“Una de las principales preocupaciones era la protección de la selva que les ayudaba a esconderse”, agrega el informe.

Organizaciones paramilitares

Aproximadamente se estipula que son 6,5 millones de hectáreas de tierra sustraída ilegalmente en Colombia desde 1990, y que son los grupos paramilitares los que se apropiaron del 83 %, de acuerdo con un análisis de casi 5800 sentencias judiciales en casos de despojo de tierras, según un informe de la Comisión de la Verdad en 2020. El documento analiza esta cifra denunciando que gran parte de esta tierra fue deforestada, especialmente para hacer productos comerciales como la palma de aceite africana y también se destaca que algunas empresas colombianas financiaban a estas organizaciones paramilitares para facilitar la explotación del medio ambiente.

Ebus asegura que el papel del medio ambiente ha tenido tanto impactos positivos como negativos en el país, que han sido controlados por estos grupos al margen de la ley tanto en el pasado como en la actualidad.

“El medio ambiente ha sido una víctima directa del conflicto, ya que ha sufrido mucho por la infraestructura petrolera, la lucha con las drogas y el glifosato”. El informe indaga al medio ambiente como motor del conflicto, pero a la vez lo ve como mediador de paz que puede ser un constructor para mejorar la situación en el país.

El consultor finalizó destacando la participación del presidente de la República Iván Duque en la COP26 de Glasgow, como negativa.

“El mensaje de positivismo transmitido por el mandatario en el escenario internacional es totalmente errado en contraste con la realidad del país (…) Colombia no va a lograr el objetivo de cero deforestación para el 2030”, sentenció.

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