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Huila: un santuario de aves protegido por comunidades campesinas

Los grupos de monitoreo, conformados por campesinos, desarrollan de manera voluntaria un proceso de conservación de las diferentes especies.
Paola Sarabia

En el departamento del Huila cohabitan más de 750 especies de aves, de las cuales 13 son endémicas, 52 presentan alguna categoría de amenaza y 91 migratorias. La cifra puede ser más alta debido a que falta información de algunos municipios.

La importante cifra es el resultado del Primer taller teórico-práctico sobre métodos de monitoreo y estudios de aves silvestres, el cual fue orientado por el Instituto Alexander Von Humboldt, la Universidad Nacional y la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena-CAM.

Katherine Arenas, Bióloga de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena-CAM, dijo que este evento se hizo con el propósito de enseñar y fortalecer en los participantes las nuevas metodologías, técnicas y herramientas para el registro de aves.

“Esto les permite tener herramientas practicas que pueden ser desarrolladas en los lugares donde los grupos de monitoreo hacen sus procesos de conservación que les permiten conocer especies que les podrán decir si sus labores están siendo efectivas para la conservación del ecosistema”, sostuvo.

¿Qué son los grupos de monitoreo comunitario?

Los grupos de monitoreo están conformados por campesinos que desarrollan de manera voluntaria un proceso de conservación de las diferentes especies con las que cohabitan con la fauna silvestre. La CAM desde el año 2012 inició el proceso de monitoreo comunitario, conformados por un total de 272 integrantes.

En el taller que se desarrolló en el Centro de Estudios e Interpretación del Bosque Andino Surcolombiano “CEIBAS”, ubicado en el predio La Colonia, Vereda La Plata del municipio de Neiva, se contó con la participación de 7 de los 18 grupos de monitoreo con los que cuenta la corporación, allí se abordaron temas como monitoreo de aves, bioética, bioacústica, manejo de redes de niebla y aplicaciones tecnológicas para el registro de aves.

“Durante los tres días del evento, los participantes se sensibilizaron respecto a la importancia de estudiar y conservar la avifauna, conocieron la historia ornitológica del Huila, los logros y objetivos de la Expedición Bio: Alas, cantos y colores que se desarrolló en el Huila, revisaron los diferentes métodos de monitoreo de avifauna, identificaron la metodología de estudio de las aves a través de los sonidos y aprendieron sobre los protocolos de bioética para el manejo y manipulación de las aves”, explicó Katherine Arenas, bióloga de la CAM.

Por su parte, Andrés Cuervo, Coordinador científico expedición Bio, alas, cantos y colores, mencionó que se hizo énfasis en lo importante que son los sonidos para el estudio de las aves y el énfasis en la ética, “La expedición BIO: Alas, Cantos y Colores en el año 2021, tiene como objetivo comparar y analizar el estado de la avifauna en cinco localidades de Colombia estudiadas hace más de un siglo, entre ellas el Huila.”

Señaló también que es necesario conocer cómo se mueven las aves en el territorio y como está variando la avifauna en el tiempo, por lo tanto, este tipo de espacios de formación son fundamentales para afianzar el conocimiento en los biólogos naturalistas empíricos en sus regiones, y permitir que los grupos de monitoreo comunitario direccionen esfuerzos para el registro y monitoreo de las aves en las áreas protegidas y en sus zonas de acción.

El evento contó con la participación de grupos de monitoreo como, APSH de Santa María, Asoprocaiman de Villavieja, Cacique Candela de Neiva, Molécula Verde de Rivera, Hábitat Sostenible de Algeciras, Ferchín Guardián de la Tierra de Garzón y Antawara del municipio de La Argentina.

 

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