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Mujeres buscadoras en Sucre, tejedoras de memoria y esperanza

Desde hace más de 21 años, un grupo de mujeres en Sincelejo convierte el dolor en fuerza colectiva. Tejen memoria, buscan verdad y mantienen viva la esperanza de hallar a sus seres queridos desaparecidos en el conflicto armado.
Mujeres tejedoras de memoria en Sucre: dos décadas de lucha por encontrar a sus familiares desaparecidos
Angy Romero

¿Dónde están?, ¿quién se los llevó? Son algunas de las preguntas que se repiten las madres, hijas, hermanas, tías y esposas que hacen parte de la organización de mujeres tejedoras de la memoria en Sincelejo, Sucre, un grupo que desde hace más 21 años busca respuestas sobre sus familiares desaparecidos en el marco conflicto armado.

Hoy, en el Día Nacional de Reconocimiento a las Mujeres Buscadoras de Víctimas de Desaparición Forzada, resaltamos su resistencia y su incansable labor por la verdad y la memoria.

Manteniendo viva la memoria  

La Red de Mujeres Tejedoras de la Memoria lleva más de dos décadas uniendo historias y esperanza. Cada quinto día de todos los meses, alrededor de 30 mujeres convierten el parque Santander de la capital del departamento de Sucre en una galería a cielo abierto. Sobre las paredes y el suelo reposan las fotografías con el nombre y la fecha de desaparición de sus seres queridos, desde las 2:00 p. m. hasta las 5:00 p. m. estas buscadoras conversan, comparten y mantienen viva la fe de algún día poder encontrarlos.

“Todas estamos en la misma lucha, estamos en la misma espera, confiando solamente en Dios que algún día se encuentren para que cada quien tenga su cuerpo y sepa dónde ir a velar su ser querido… yo estoy aquí hace 22 años echando para adelante, no para hacer justicia, porque la justicia la hace Dios. Yo quiero la justicia divina… y bueno, muy contenta con estas mujeres que son mi segunda familia. Yo aquí he encontrado apoyo psicológico, moral y de todo”, expresó Delsy Paternina Hernández, miembro de las mujeres tejedoras de memoria hace 10 años y quien sigue en la búsqueda de su hermano desaparecido en el año 2003 y su sobrino en el 2004.


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Las voces de la búsqueda incansable

Entre las voces que sobresalen en aquel rincón al lado de la catedral San Francisco de Asís, está la de Rumalda Paternina Oviedo, de 76 años, cabello corto y cara siempre alegre, aunque por dentro lleve el dolor de la desaparición de su hijo, Juan Carlos Escobar, quien salió de su casa aquel lejano sábado 20 de marzo de 2004 y nunca regresó.  

Juan Carlos, tenía tan solo 24 años y trabajaba como digitador en la alcaldía de Toluviejo, Sucre. Su madre lo recuerda con una mirada esperanzadora, los recuerdos y su lucha por encontrarlo vivo o muerto.

“Me hace daño no saber la verdad, porque sigo sin saber qué pasó con mi hijo y cuál es el paradero de sus restos, por eso nos reunimos todos los meses y nuestra búsqueda es constante”, afirmó Romualda mientras sostiene la única fotografía que tiene de él.

Desde la desaparición de su hijo, Rumalda ha encontrado en la búsqueda, un medio para hacer catarsis de su dolor, por eso se abanderó de la lucha y es la represéntate de la organización “Mujeres Tejedoras de Esperanza”.  

Aun la búsqueda es su destino y no hay amanecer en el que no despierte con la esperanza de encontrar a su hijo.  

Una ley para dignificar la búsqueda

La constancia ha sido tan significativa que el Estado reconoció el trabajo de las mujeres buscadoras a través de la Ley 2364 de 2024 “por medio de la cual se reconoce y protege de forma integral la labor y los derechos de las mujeres buscadoras de víctimas de desaparición forzada”.

Esta ley tiene como propósito reconocer a las mujeres buscadoras de víctimas de desaparición forzada como constructoras de paz y sujetas de especial protección constitucional. Esta norma establece los deberes del Estado frente a ellas y plantea medidas para garantizar su protección integral.

Está dirigida a todas aquellas mujeres que, de manera individual o colectiva, dedican su vida a la búsqueda constante de familiares desaparecidos en el marco del conflicto armado o por hechos de violencia, y que enfrentan riesgos y vulneraciones a raíz de esa labor.

“Pienso que sí hemos crecido mucho porque se ha visibilizado hasta el cansancio, que no hemos logrado todavía los que queremos por lo menos que nos hagan la reparación digna, eso no se ha logrado, pero tengo fe que sí se va a lograr. Con el gobierno, el presidente Gustavo Petro siento que se ha avanzado y se que vamos a tener buen resultado si seguimos apoyando el gobierno de nuestro presidente”, resaltó Rumalda Paternina, representante de la organización Mujeres Tejedoras de la Memoria.  

La ley también les otorga un reconocimiento simbólico al declarar el 23 de octubre como el Día Nacional de Reconocimiento a las Mujeres Buscadoras de Víctimas de Desaparición Forzada, una fecha para honrar sus luchas, visibilizar su trabajo y dignificar su aporte a la construcción de memoria y paz en el país.

La búsqueda en Sucre continúa  

De acuerdo con la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) en Sucre existen 501 mujeres buscadoras, lo que representa el 60,29% del total de personas buscadoras en este departamento.

Destacamos el trabajo de las Mujeres tejedoras de memoria en Sucre, porque en ellas reposa la esperanza de un país que avanza en el reconocimiento de la verdad y la justica para la construcción de una paz estable y duradera. 

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