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Nutrición en tiempos de pandemia

La pandemia por Covid-19 nos ha recordado a todas y todos lo importante que es llevar una sana alimentación.
Foto: Pixabay.
Richard Hernández

Los nutricionistas han tenido un rol importante durante la pandemia, ya que se ha demostrado, según los expertos que tener una mala nutrición no solamente genera obesidad o sobrepeso, sino también empeora o promueve la aparición de otras patologías crónicas que pueden jugar un papel negativo en la aceleración de las consecuencias del Covid-19.

El doctor Jhon Jairo Bejarano, presidente de la Asociación Colombiana de Dietistas y Nutricionistas (Acodin) y director del área curricular de alimentación y nutrición humana de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, explicó a Radio Nacional de Colombia, que hay tres grupos importantes para tener una alimentación saludable en tiempos de pandemia y fuera de ella:

1. Frutas y verduras: hay una iniciativa mundial desde hace años acerca de consumir cinco al día entre verduras y frutas. “Cinco para mí es lo mínimo, de ahí para arriba lo que quieras durante el día”, aconseja.

2. Leches y sus derivados: “Existe una evidencia científica tanto de frutas y verduras como de leche y sus derivados acerca de cómo, de forma activa, motiva para que el sistema inmunológico tenga esa función de defensa. Ante todo, actúa directamente sobre la microbiota intestinal, la cual está alojada en nuestro sistema digestivo, especialmente en el colon y allí protege y absorbe nutrientes. Además, hace una estimulación de toda nuestra respuesta inmune”, afirma Bejarano.

Además, el experto señala que el consumo regular de yogures probióticos y prebióticos ha demostrado a lo largo de la historia su estrecha relación con el mejoramiento de la función intestinal y, por tanto, una adecuada respuesta del sistema inmunológico.

3. Los cereales: “integrales preferiblemente. El arroz, la cebada, el maíz y el trigo y otros granos que están de moda como los seudocereales, la quinua y el amaranto, entre otros. También es importante consumir frutos secos como el maní, nueces, avellanas y pistachos, sobre los cuales existe evidencia científica de que, por su contenido de antioxidantes y ácidos grasos, pueden contribuir a relajar el cuerpo frente al estrés”.

Sobre este punto, el nutricionista recalca que no solo los alimentos son los que tienen ese efecto, sino que necesariamente se tiene que mantener un nivel de estrés bajo y analizar el entorno frente a qué cosas propician esa ansiedad.

“Si no tenemos una alimentación rica en fibra en vitamina A, C y D, además de minerales como hierro, calcio y zinc, que nos los dan estos alimentos que acabo de mencionar, eso nos afectaría muchísimo no solo frente al Covid-19, sino también a otro tipo de afecciones ambientales a las que día a día estamos expuestos.”, afirma Bejarano.

Sin embargo, asegura que una buena dieta debe incluir alimentos de todos los grupos, sin dejar a un lado nuestras costumbres, como las carnes, aves y pescados, que se deben incluir en las comidas principales.

Asimismo, el experto resalta, que todo esto debe ir acompañado de otros hábitos saludables como la actividad física semanal y el no consumo de tabaco. Esta práctica, asegura, ayudará al organismo a estar mejor preparado para combatir cualquier enfermedad, incluyendo el Covid-19.

Consecuencias de una mala alimentación

“Es muy conocido que hay bastantes alimentos azucarados, con mucha sal y grasa que no son saludables. Hay que buscar una dieta que no tenga estos excesos. Lastimosamente hay muchos productos comerciales como bebidas azucaradas y comidas rápidas, que llevan a que se sumen muchas calorías, a que tengamos muy pocos nutrientes y esto nos lleva a subir de peso”, señala Bejarano.

Para el nutricionista los problemas de peso en medio de esta pandemia provocan que las personas estén en riesgo de padecer diabetes, enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer e hipertensión arterial.

“El aumento de peso genera síndrome metabólico y cuando se presenta esta anomalía, se tienen los triglicéridos y el colesterol alto. Por lo tanto, su presión arterial es alterada y es así como puede exponerse al riesgo de cualquier tipo de enfermedad más grave”, asegura.

Por otra parte, asegura que tener malos hábitos de alimentación afecta al sistema inmunológico, el cual es el que se encarga de proteger al cuerpo humano de los diferentes patógenos o enfermedades a los que se pueda ver expuesto durante sus actividades diarias.

Mitos falsos sobre la alimentación

Durante la pandemia surgieron algunos mitos en cuanto a las costumbres alimenticias, como es el caso de la idea de bajar de peso privándose de algunos alimentos esenciales para la salud.

Para el nutricionista Hernán Darío Arenas, coordinador del eje nutricional de la Fundación Otero Liévano, más que crearse, salieron a flote con mayor frecuencia y se fortalecieron como los siguientes que menciono a continuación:

1. Cuando muchas personas que desconocen el tema dicen que cualquier dieta es mala.

2. Asimismo, cuando afirman que el pan y la fruta engordan. Incluso se ha escuchado que el agua engorda.

3. En el tema de las plantas medicinales, también se crearon mitos como el de la moringa, a la que le atribuyeron características contra el Covid-19.

4. El jengibre es otro de los alimentos al que se le han dado esas propiedades de defensa para el organismo. Ese es uno de los grandes mitos.

Este 11 de agosto en varios países de Latinoamérica se conmemora el Día del Nutricionista, en el marco de esta fecha, Bejarano señala que: “lo único que nosotros podemos hacer es fortalecer nuestro sistema inmunológico, y esto se logra con una alimentación balanceada”.

Para finalizar, el nutricionista argumenta que en la pandemia y fuera de ella, los nutricionistas utilizan, una cartilla que se llama El plato saludable de la familia colombiana, para educar en los buenos hábitos de la salud: “es una guía muy sencilla que nos dice básicamente que cantidad de frutas, leguminosas, verduras, lácteos y alimentos de origen animal debemos consumir”.

La cartilla, que está aprobada por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), se puede consultar aquí.

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