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Afasia, la enfermedad que nos recuerda el valor de comprendernos

El reconocido actor Bruce Willis, de 67 años, anunció su retiro de la pantalla grande a causa de esta enfermedad que se produce en el cerebro.
Foto: Pixabay
María Camila Sánchez

Hace unas semanas el mundo del espectáculo lamentó la decisión del famoso actor Bruce Willis, de 67 años, quien anunció su retiro luego de ser diagnosticado con afasia, un trastorno en el lenguaje causado por un daño en el cerebro que impide expresarse y comprender el lenguaje.

En Contacto Directo, de Radio Nacional de Colombia, la doctora Adriana Martínez, neuróloga y epileptóloga de la Asociación Colombiana de Neurología, explicó que la afasia no se trata de una enfermedad sino de un síntoma que puede ser producido por diversas causas, todas relacionadas con una lesión cerebral, y el cual difícilmente puede ser reversible.

¿Qué involucra la afasia?

“Hay que entenderlo como un síntoma médico que resulta de una alteración en las zonas del cerebro encargadas del lenguaje y de la expresión, es decir del habla, y de la comprensión de la lectura y la escritura. Cualquier alteración o dificultad que tengamos para expresarnos, comprender o interpretar palabras a través de la lectura, el habla o la escritura se denomina afasia”.

¿Cuál es la causa?

“La afasia como tal es un gran cajón en donde se incluyen todos los trastornos del lenguaje. La causa puede provenir de un infarto cerebral o un evento isquémico como una trombosis cerebral. Le suele dar las personas que tienen mayores riesgos cardiovasculares como son problemas en la tensión o en los niveles de azúcar, colesterol alto y ausencia de ejercicio; son estos pacientes quienes tienen mayor predisposición a presentar afasia, secundario a un evento trombótico.

Por otro lado, si la causa es por una enfermedad neurodegenerativa, la afasia se presentará de forma progresiva. Esta se puede presentar por una demencia frontotemporal o Alzheimer, que suelen aparecen después de los 70 años.

Finalmente, si la causa de la afasia es por algún problema en el embarazo, en donde se presentaron inconvenientes en el útero durante la época de formación y que como consecuencia hay alguna cicatriz en el cerebro desde que nació, eso podrá generar una afasia desde el momento de nacimiento”.

¿Cuál es el tratamiento?

“Según el tipo de afasia y el momento de vida en el que aparece se podrá comprender la condición de este trastorno y su posible tratamiento.

Pensemos que la afasia es como una uña dañada: ella se ve morada pero realmente lo que puede estar mal está debajo ante una lesión por un golpe o algún problema con hongos o bacterias. La afasia es un síntoma que nos habla de una lesión en el cerebro y, a menos de que sea producto de un infarto cerebral muy pequeño, será irreversible.

En eventos trombóticos se puede trabajar en la rehabilitación con varios medicamentos y apoyo familiar; de esta manera es posible que se revierta algunos de los signos de la afasia. Sin embargo, usualmente es muy difícil hacer este tipo de cambios en el cerebro cuando se presentan síntomas complicados”.

¿Puede una persona con afasia hablar?

“Hay variantes. A grandes rasgos están los pacientes que pueden hablar y con quienes se puede trabajar para que puedan desarrollar la emisión de algunas palabras. En otros casos se presenta una dificultad para comprender el significado de las palabras, y en otros hay dificultad para encontrar las palabras para expresarse. En algunos tipos de afasia se puede trabajar desde terapia fonoaudiológica, para que repita las palabras, así como se les enseña a los niños a hablar”.

¿Qué tan incapacitante puede ser la incomprensión del lenguaje?

“Considero que el 100% de las dificultades en las relaciones humanas surgen por una mala comunicación, y si a pesar de que no tenemos afasia vemos grandes problemas de comunicación, ahora imagínense lo difícil que debe ser comunicarse cuando el cerebro no tiene la capacidad de procesar el lenguaje apropiadamente.

Una persona con afasia puede llegar a decirte que tomes el lápiz azul cuando realmente quiere darte el amarillo. Por eso es vital que el entorno familiar lo interprete de forma amorosa y comprensiva, porque no hacerlo podría generar depresión o alteraciones en el ánimo de esa persona.

Como médicos tratantes insistimos mucho en la familia porque se puede perder socialización, cambios en los estados de ánimo, y afectaciones en nuestras relaciones interpersonales. Siempre se puede aportar en determinadas enfermedades, a pesar de que hay un diagnóstico difícil.

Todos tenemos que aprender a entender que cada día es un día diferente en el cerebro de esa persona y cada día es una oportunidad para aprender una palabra diferente. Esto variará del tipo de persona y de cerebro, porque hay que identificar las habilidades de cada uno dependiendo si disfruta más del arte o de las matemáticas: que puede tener diferentes habilidades para ser aprovechadas en su tratamiento.

Siempre le digo a mis pacientes que es importante tener en cuenta dos cosas: no es normal que se olviden cosas y no es normal roncar. Cuando se tiene un olvido o no se encuentran las palabras para expresarse es momento de acudir a control de neurología porque eso puede predecir factores de riesgo”.

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