Redes sociales y salud mental: ¿Cómo encontrar un equilibrio saludable?

Hoy en día la tecnología está al alcance de todos, por ende, las redes sociales siguen siendo el auge en las actuales generaciones, pues estas se han convertido en parte integral de la vida de los humanos por los grandes usos que tiene y por la forma en la que transformaron el método de comunicación y obtención de información. 

Así como estás herramientas tecnológicas son útiles en términos laborales, también son una manera de entretenimiento y una forma para llenar los tiempos de ocio en los usuarios. Las redes sociales podrían llegar a ser tu mayor enemigo por la comparación con los estereotipos o estándares que usualmente se ven allí.

A raíz de esto se ha optado por pensar cómo influyen las redes sociales en la salud mental de las personas, pero ¿qué es la salud mental?, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) “es un estado de bienestar en el cual cada individuo desarrolla su potencial, puede afrontar las tensiones de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, y puede aportar algo a su comunidad”. 

Es importante dejar en claro que para tener una buena salud mental influyen factores genéticos, psicológicos y sociales. En cuanto al impacto de las redes sociales en la salud mental es difícil definirlo, pues ha sido diverso en cuanto a factores tanto positivos como negativos; sin embargo, es clave evidenciar que estas producen afectaciones especialmente en los jóvenes que son vulnerables e influenciables.

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El psicólogo Joaquín Páramo, quien cuanta con más de 40 años de trayectoria, señala que el uso excesivo de las redes sociales puede estar asociado con ansiedad y depresión, como tener beneficios para la autoestima a través del contacto social, ya que facilita el desarrollo de la buena autoestima. Por otro lado, la adicción y la creación de modelos irreales son algunos de los riesgos que plantea.

Las redes sociales están al alcance de todos, por ende, se puede navegar y pasar mucho tiempo en las diferentes plataformas, sin pensar que pueden llegar a ser muy adictivas y que, a raíz de esto, en muchos de los casos, las personas que las usan buscan un tipo de aceptación, especialmente las personas jóvenes. Además, distrae del desarrollo de otras competencias que son necesarias, también nos aleja de invertir tiempo en el desarrollo social y físico. 

El doctor Páramo agrega que “las redes sociales a veces, especialmente para los jóvenes, crean un ambiente de comparación y de competencia constante que puede llevar a muchas personas a sentirse inferiores y que por esto, sus niveles de ansiedad y/o depresión tienden a aumentar; también pueden promover un aislamiento social y disminuir el contacto real con otras personas”. 

Estas consecuencias se pueden reflejar de forma diferente en las personas, depende de cada caso e historia a nivel personal. 

Si hablamos del uso excesivo de redes sociales hay varios factores de riesgo, entre ellos: la adicción, el acoso cibernético, la pérdida de la privacidad, creer y seguir modelos o estereotipos que realmente no existen; como lo dice la psicóloga Angie Ortiz: “las personas que pueden ser ansiosas y usan estas redes sociales, tienen grandes posibilidades de que sus niveles de ansiedad aumenten y es algo que la persona no lo tiene en cuenta al momento de”. 

También agrega que “las personas que son figuras públicas reciben el impacto de ciertos comentarios negativos y el cómo estos pueden influir en su salud mental, o también la forma en la que lucen, y es así como su salud mental empieza a empeorar”.

De este modo, existe una brecha generacional en cuanto a la salud mental, principalmente entre las personas que crecieron antes de las redes sociales y las que crecieron después de estas. 

Ortiz destaca una brecha en la salud mental entre quienes crecieron antes y después de la era de las redes sociales. La comparación constante y la competencia pueden aumentar la ansiedad y la depresión, particularmente en los jóvenes.

Es importante que tanto padres como educadores aborden el tema con los jóvenes en los diferentes aspectos de la vida diaria, pero ¿cómo hacerlo?

Angie Ortiz menciona que principalmente “los padres y educadores entiendan que la salud mental va más allá de una “moda”, es entender que las emociones van de fondo, al igual que los límites, los autoesquemas y la aceptación”. 

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A la apreciación se le suma la del psicólogo Joaquín Páramo: “ojalá los colegios trabajarán estos temas, pienso yo que los colegios deberían trabajar más en ese tema y bajarle un poquito a la intensidad académica y crear seres humanos, orientarlos en valores, en temas de autodisciplina y autogestión”. 

Ahora bien, ¿será que es posible lograr un equilibrio entre el uso de las redes sociales y la salud mental?, Joaquín Páramo asegura que “lograr el equilibrio implica llevar las cosas a un justo nivel, es decir, que en los niños y jóvenes hay que establecer límites y horarios para el uso la redes. Es importante seguir las cuentas y grupos a los cuales ellos pertenecen, formarlos en el sentido de que no tienen por qué compararse con los demás”.

También hace hincapié en el acompañamiento que se debe tener por parte de los padres de familia “la tarea y la responsabilidad está en los padres de familia, aun comprendiendo que ambos tienen que trabajar para llevar el pan a casa, hay que buscar el tiempo para nuestros hijos”, aseguró Joaquín Paramo. 

A lo cual Angie está de acuerdo y agrega que: “si puede haber una mejoría, pero para eso, implica mucho entendimiento y adicional a eso, estrellarnos como seres humanos para darnos cuenta cómo las redes sociales nos afectan”.

Las redes sociales son una herramienta poderosa que puede traer consigo impactos significativos en nuestra salud mental, por esto, es esencial abordar los efectos negativos desde puntos de vista profesionales como Joaquín Páramo y Angie Ortiz; así es posible contrarrestar los efectos negativos y encontrar un equilibrio saludable en su uso.