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El maestro Enrique Díaz, y la investigadora y musicóloga Paloma Muñoz en Afrocolombia

En la sección ´Son de negros´ de Afrocolombia el maestro Enrique Díaz expresó desde la Clínica Zaima, en Montería, que ya está mejor, después de haber sufrido parálisis facial el lunes pasado.

Considerado uno de los grandes juglares del vallenato, el cantautor de temas como: El rico Cují, La pensión, Mi mala suerte, El vivo, entre otros, sigue hospitalizado y ha respondido a los tratamientos y está mejorando. “Me siento mejor que como llegué aquí , dijo el auténtico de la música de acordeón sabanero.

Desde muy joven, el juglar se fue con sus padres a cosechar arroz en Planeta Rica, Córdoba, en donde actualmente reside. En la actualidad se dedica solo a la música.

Por otra parte, los oyentes conocieron la cultura de los Violines de Negros como patrimonio cultural del Cauca, departamento en donde el violín, originario de Europa, es interpretado por afros que viven allí. “La presencia de los violines en los afrodescendientes que están ubicados en el Valle Interandino del Cauca llega a través la presencia de las comunidades religiosas y de las haciendas en el proceso que se dio de colonización en Colombia, especialmente en esa región del Cauca , dice Paloma Muñoz.

Popayán fue una sociedad esclavista de dos siglos y cuando llegaron las comunidades religiosas, e instauradas las haciendas, en esa capital se entonaban estos instrumentos y los afros fueron imitando la interpretación no solo del violín, sino todo el formato de cuerdas, cuando trabajaban en las minas y conventos. Fue así como los esclavos, enseñaban a la gente ilustre y los primeros violines fueron hechos en guadua y crin de caballo porque no tenían acceso a los reales.

Muñoz espera formar una escuela andariega, itinerante para que no se pierda el patrimonio ni la tradición de los Violines de Negros en Patía, Mercaderes, El Tambo, en el Valle Interandino; los viejos violinistas se han venido muriendo y con la llegada de la luz eléctrica y los equipos de sonido, se ha ido desplazando a los músicos.

“(…) Los violines acompañan adoraciones y fiestas. Sin embargo, actualmente parece ser que quienes los interpretan, buscan ganar premios y pierden la posibilidad de cumplir su función social como por ejemplo en actividades como el acompañamiento de los muertos y alumbramientos; buscan competir , afirma la investigadora.

Para acceder a mayor información acerca de este tema, nuestra entrevistada recomienda buscar vía internet con la palabra clave Revista A Contratiempo Violines de Negros del Ministerio de Cultura.

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