En las imágenes se pueden apreciar los mazazos que aplican un grupo de yihadistas a las esculturas e incluso el martillo neumático que utilizan para acabar con las piezas.
Los arqueólogos dicen que estas piezas corresponden a las culturas asirias y acadias, mientras que para los milicianos del EI se trata de “ídolos” que tienen que desaparecer.
Irina Bokova, directora general de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), sostuvo que este es “un ataque deliberado contra la historia y las culturas milenarias de Irak, así como una incitación al odio y la violencia”.