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Graciela Salgado: Tan toka kitambre andi sielo (A tocar tambor en el cielo)

Andreíza Anaya, presentadora del programa Afrocolombia, estuvo en San Basilio de Palenque, presente en las honras fúnebres de la gran maestra del lumbalú.

Un lugar donde el sincretismo cultural e histórico permite tener una virgen con pelucas y Lumbalú acompañado de rezos católicos para los muertos. Ese lugar es el Palenque de San Basilio, en el departamento de Bolívar. Una tierra creada y vivida por cimarrones que conservan manifestaciones africanas en este punto de nuestro país.

Fue esta tierra que vio cómo la maestra Graciela Salgado desde joven acompañaba sus quehaceres con el canto y el tambó. "Pese a los procesos de formación con muchas niñas, no hemos podido cultivar el saber pa" que tengamos una tamborera como Graciela. Después de ella, sólo ella, sus manos y su tambó" afirma Sebastián Salgado, director de la escuela de formación Oriki Tabalá.

Graciela Salgado, fundadora de la agrupación Alegres Ambulancias, falleció este sábado en el Hospital Universitario de Cartagena, luego de una operación a causa de una caída. "Ustedes no conocen al personaje de talla nacional que tienen en ésta funeraria, ni lo que ella hizo por su cultura", insistía el gestor cultural Rafael Ramos frente a la resistencia de los funcionarios de la funeraria para dejar que "La Burgo", hija de la maestra, la vistiera con los atuendos que exige la tradición. Esos mismos vestuarios coloridos los adoptan las dolientes, no por alegría sino por elegancia. "Pa" despedirla como se merece nos ponemos la mejor pinta" solloza la hija.

Atiborrada de personas, la casa que albergó a Graciela durante su vida la recibió esta vez al son de los bullerengues y el lumbalú que en incontables ocasiones ella interpretó para los muertos de su región. La cumbia y el vallenato del acordeonero y cantor Enrique Díaz también estuvo presente, “porque era la música que le gustaba a la difunta , dice uno de sus vecinos.

Nada más conmovedor y desgarrador que ver a las mujeres pasar sus manos sobre el vientre, contoneando sus caderas mientras cantan y lloran, girando en torno del ataúd de quien consideran la más grande representante de la cultura palenquera. Conjugan además sus juegos de velorios con rezos. Y no es solo una representación: es una cosmovisión de la vida, arraigada a los ancestros de la diáspora africana en la cotidianidad de ese palenque, primer pueblo de esclavos que se libertó en América, y que conserva el ritual fúnebre del lumbalú y, por supuesto, una de las dos lenguas afro de nuestro país.

El cuero de los tambores no han parado de estremecerse para emitir sus sonidos de lamento y júbilo, porque pa" los palenqueros quien muere descansa, y quien nace llega a un mundo de sufrimiento. Y hasta la última noche de las nueve del velorio, no pararán ni los tambores ni el movimiento de las adoloridas bailadoras ni la comida preparada en fogón de leña en la casa de Graciela para todos los que acompañan este momento.

En la tierra, en casa de Graciela, Justo Valdez, Petrona Martínez, Rafael Cassiani, unen sus voces para acompañar con su música el cuerpo que allí reposó hasta la mañana del lunes 26 y que finalmente fue llevado al cementerio, al compás del pechiche, el tambor mayor de San Basilio utilizado solo para los rituales fúnebres, dejando un legado de cantadora y tamborera. Hasta el cementerio fueron con ella muchos seguidores y Palenque en pleno, quizá porque como dijo su sobrina Celina Valdez, una de las iniciadoras de Las Alegres Ambulancias “yo hoy la acompaño al cementerio pa’ que ella me espere en el cielo

En el cielo, Etelvina Maldonado, Dolores Salinas "la Maldita Vieja", Esnelda Terán, Eulalia Gonzáles, Eloísa Garcés, Martina Balceiro, Emperatriz Salinas, Encarnación Tobar, Alfredina Pacheco y por supuesto su padre Manuel Salgado, “Batata , están amenizando la llegada de Graciela a punta de quitambres, como le decía Batata a los tambores, porque tanto para él como para Graciela, el sonido y la magia de los tambores eran el mejor alimento para quitar el hambre.

Las Alegres Ambulancias y Batata

Esta agrupación musical palenquera ha trascendido desde 1905 en nuestro país, por las connotaciones históricas y culturales que encierra. Las Alegres Ambulancias responden a una dinastía familiar de músicos, cantadoras y tamboreros que se suceden generacionalmente: la dinastía de los tamboreros Batata. Graciela Salgado fue la voz líder de la Alegres Ambulancias, y Dolores Salina, su segunda voz. Con ellas nació la segunda generación. Con la partida de Graciela, a sus 83 años, Las Alegres Ambulancias entregan su legado a sus herederos: Tomas Teheran y La Burgo, nietos y bisnietos que conforman la tercera generación.

Graciela fue profeta en su tierra. En 2012 fue la homenajeada del Festival de Tambores y Expresiones de Palenque. Así mismo, el Ministerio de Cultura en 2012 le otorgó el premio al fortalecimiento de la cultura afrocolombiana y en 2011 la homenajeó en el Concierto del Año de la Afrodescendencia del 20 de julio.

Para ver fotos de las Honras funebres y Lumbalu en honor a Graciela Salgado visite nuestra página de Facebook https://www.facebook.com/SenalRadioColombia

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