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El willys, la mano derecha de los cafeteros que nació en medio de la guerra

El Jeep Willys, también conocido como yipao, ha sido por décadas la mano derecha de los cafeteros colombianos a pesar de haber sido diseñado para dar frente a la guerra. Aquí te contamos su historia.
El willys, un aliado generacional de los cafeteros que nació en medio de una guerra
Colprensa
Diana Leal

El origen de este vehículo se enmarca en los años 40, cuando el mundo atravesaba por la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos en aquel entonces se encontraba en la carrera de desarrollar avances tecnológicos que le permitieran hacer frente al conflicto con sus tropas, para posteriormente cantar la victoria y fue así como salió a la luz un pedido específico.

Se requería de un auto capaz de transitar por todo tipo de terrenos cargando el peso de tropas, soldados y armamento. Para esta tarea el país americano convocó en julio de 1940 a una licitación a 135 fabricantes de automóviles, de los cuales solo tres respondieron: Bantam, quienes ya venían apoyando al ejército estadounidense, Willys Overland Motors y Ford Motor Company.

La licitación del Proyecto GP, General Purpose (Propósito General, en español), la ganó finalmente Bantam, debido a que proponían entregar la primera unidad en la mitad del tiempo que Willys, quienes requerían de menor presupuesto para llevar a cabo la producción, pero demorarían 75 días para dicha entrega.

Bantam cumplió con la primera entrega del auto solicitado, pero esta no cumplía con dos de las exigencias del gobierno en la licitación, pues pesaba casi el doble y no tenía sistema de tracción simple con transmisión a ruedas traseras.

Willis
De U.S. Army Signal Corps - Esta imagen está disponible en la División de Impresiones y Fotografías de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos bajo el código digital fsa.8e01237 - Wikipedia

Dos meses después, Willys presentó el “Willys Squad” que, aunque también excedía el límite de peso solicitado por el gobierno, contaba un motor potente que además ya venía siendo producido desde años atrás, a comparación de los de su competencia que eran más nuevos. Además, este prototipo propuso un sistema de tracción total fija, lo que terminó siendo el diferencial que jugó a favor de Willys, y con esto, el ejército terminó cediéndole los planos de Bantam.

Una vez aprobados los planos, Willys continuó perfeccionando detalles del prototipo para reducir su peso de 1.089 a 980 kilos, y así, para junio de 1941 salieron las primeras 4 mil 500 unidades, y un mes más ganaron nuevamente una licitación para producir 16 mil unidades más, fabricando 125 unidades por día, lo que terminó por constatar la capacidad productiva de la empresa que dio abasto hasta que la demanda del ejercito la llevó a tope.

Para responder a la alta demanda Willys empezó a trabajar de la mano con Ford, y con esto se estandarizaron los criterios de producción gracias a los cuales, dos años después, se mejoró el ya conocido Willys y se hizo posible el lanzamiento del Ford GPW.   


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El yipao de los cafeteros

A Colombia el Jeep Willys, o yipao, como es conocido popularmente, llegó en 1946, y desde entonces ha sido la mano derecha de los cafeteros de la región, ya que podía transitar con facilidad por las retadoras vías que conectaban los cultivos con el pueblo, cargando 600 kilos o incluso más.

El característico campero se hizo aún más popular durante los años 50 y 60, convirtiéndose en un objeto de prestigio que solo los dueños de fincas medianas o grandes poseían. Su popularidad llegó a ser tan grande que las plazas centrales de los municipios de Caldas, Risaralda y Quindío parecían parqueaderos de Willys.

jeep Willys
Foto: Colprensa

 

Se hizo tan famoso en Colombia, que en los años 90 se empezó a producir dentro del país el Willys de Colombia, cuyas partes eran fabricadas por la Ensambladora Nacional de Willys, fábrica que fue creada por los empresarios José Oscar Giraldo y Lorenzo Jaramillo, quienes muy astutamente se aprovecharon de que, sorpresivamente, la marca nunca estuvo registrada en ninguna parte del mundo.

La empresa Willys se encargó de ensamblar jeeps netamente cargueros capaces de transportar hasta dos toneladas, pensados exclusivamente para las carreteas colombianas, y los únicos componentes que importaban eran el motor, la caja principal y la dirección. Sin embargo, la producción de este Willys no duró mucho, pues se dice que los carros venían comúnmente con fallas en las mangueras que posteriormente hacían que se fundiera el motor.

Actualmente, los Willys continúan transitando el país, y aunque en varias ocasiones son adquiridos y conservados por sus dueños como un objeto de colección, continúan transportando a los campesinos de la zona y aportando a la economía de los mismos, hay incluso quienes lo usan para prestar un “servicio de transporte público”, entre pueblos y veredas.

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Es tan apreciado que desde 1989 año tras año se luce en el Desfile del Yipao, en Armenia, donde decenas de propietarios, coleccionistas y aficionados se reúnen para exhibir sus coloridos camperos, a los que adornan con cargas que denotan su potencia.

La comunidad yipera es tan grande que en febrero de 2006 logró batir un récord guinness en Calarcá, Quindío, por hacer la caravana más larga de automóviles de una misma marca con un total de 370 Willys de modelos hasta 1979 que contaban con un mínimo de originalidad del 50%.

Por último, pero no menos importante, en 2020 paso a sanción presidencial el proyecto de ley presentado por los Representantes a la Cámara por el departamento del Quindío que buscar declarar al Jeep Willys como Patrimonio Cultural Material de la nación.

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