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El día que marcó el final de la Segunda Guerra Mundial

Aunque los enfrentamientos continuaron por unos meses más en Japón, la toma de Berlín por parte de las tropas soviéticas fue un momento determinante.
¿Cuándo y cómo terminó la Segunda Guerra Mundial?
El mariscal alemán Wilhelm Keitel firma la rendición en la sede de la Unión Soviética en Berlín / Foto: Lt. Moore (US Army); restaurado por Adam Cuerden - Wikipedia
Ana María Lara

Luego de la batalla del 2 de mayo de 1945, dónde se dió la victoria soviética sobre tropas alemanas, el Tercer Reich se desmoronó completamente. Días antes, el 30 de abril, Hitler se había suicidado. El 8 de mayo se da la capitulación definitiva de la Alemania nazi. Aunque por unos meses la devastadora confrontación continúa en Asia, particularmente en Japón, una gran euforia invade al mundo.

Esta guerra se había iniciado con la invasión de Polonia por parte de Alemania. Hitler tenía un proyecto de expansión ambicioso, que incluía la reivindicación de la supuesta superioridad de “ la raza aria”, pero también se enmarcó en las situaciones no resueltas al final de la primera guerra mundial, (1914-1918) por cuanto Alemania se sintió humillada en el tratado de Versalles. Fueron también determinantes las consecuencias de la crisis mundial de 1929 y la Guerra civil en España. Asimismo, jugó un papel importante el expansionismo japonés en Asia y el de Italia en África.


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Las consecuencias

Fueron seis años de confrontación de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Probablemente, la más mortífera experiencia que padeció la humanidad de todo el planeta. Involucró 61 naciones. Las cifras varían de una fuente a otra, siendo siempre impresionantes. Hubo cerca de 100 millones de combatientes y cerca de 60 millones de muertos, la mayoría civiles (los historiadores presentan datos de entre 50 y 85 millones de muertos). Solamente la URSS tuvo 22 millones de muertos. Cinco millones de soldados alemanes murieron en esta guerra.

"Odio la guerra porque sólo el soldado que la vivió ha visto su brutalidad, su inutilidad y su estupidez".
Dwight Eisenhower

Con la capitulación sin condiciones de Alemania el 8 de mayo de 1945, después de la toma de Berlín por las tropas soviéticas, se dio fin a la guerra en Europa, pero solamente hasta el 2 de septiembre de ese año capituló Japón, después del ataque con bombas atómicas por Estados Unidos a Hiroshima y Nagasaki.

Hiroshima tras el bombardeo el 6 de agosto de 1945 / Foto: sitio web de recursos de Asuntos Públicos de la Marina de los EE. UU - Wikipedia

Otra gran tragedia de la guerra fue el holocausto, la muerte en campos de exterminio de seis millones de judíos, más los millones de civiles y de minorías como los gitanos, los homosexuales y los testigos de Jehová. Al final del conflicto, la humanidad se sintió anonadada por lo que fue una barbarie. De allí se desarrolló la noción del absurdo de la existencia (Albert Camus).


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En el cine, el neorrealismo italiano analizó estas circunstancias en películas como 'Roma ciudad abierta' de Roberto Rossellini y 'El ladrón de bicicleta' de Vittorio de Sica. Además, el holocausto fue objeto de estudios y monumentos para mantener la memoria en todo el mundo. Pero también hay que destacar los movimientos de Resistencia, encabezados en el caso de Francia por el general Charles de Gaulle, cuyo llamado desde Londres fue oído por miles de hombres y mujeres que organizaron redes con técnicas de guerrilla y sabotaje para enfrentar a los invasores.

Entrada principal al antiguo campo de concentración Auschwitz II-Birkenau en Polonia / Foto: Michel Zacharz AKA Grippenn, Wikipedia

A partir del final de la Guerra, en 1945, el mundo cambió a nivel geopolítico. Se destacan y enfrentan dos potencias: Estados Unidos y la Unión Soviética, iniciándose la Guerra fría, en la que se enfrentan a través de conflictos en otras partes del mundo (Vietnam y Cuba, por ejemplo) y con otras estrategias, la comercial y la cultural. El fin de la guerra marca también el declive de Europa. Alemania se divide en dos, la RDA comunista y la Alemania del Oeste, capitalista.

Otra consecuencia importante fue la descolonización de países asiáticos y africanos que habían sido ocupados por potencias europeas (Inglaterra, Francia, Bélgica, Portugal). En este punto, fue decisiva la participación en la Segunda Guerra de centenares de miles de soldados africanos que, como dice el historiador Karl Rossel “vieron a los soldados europeos, supuestamente superiores, en el lodo, el dolor y la muerte. Esto les mostró que no había diferencias entre los hombres”. A su retorno se involucraron en las luchas por las independencias de sus respectivos países, lo cual no impidió que las potencias siguieran con un nuevo imperialismo, ya no militar sino económico.

Una mirada al presente

Poco después del final de esta guerra nació la ONU. Se dijo que viviríamos en paz, y que los conflictos se iban a resolver por medio del diálogo para evitar muertes inútiles. Pero hasta hoy, es una premisa que los tiempos posteriores a la Segunda Guerra han desmentido cruelmente. La guerra, con diferentes ropajes sigue en varias partes del mundo, y en el presente con la invasión a Ucrania, se llegó incluso a temer la llegada de una tercera guerra mundial.

Hoy la globalización implica que cualquier guerra repercute en todo el planeta, y es evidente que estas confrontaciones van más allá de las causas ideológicas y se inclinan más a las materiales: el control de los recursos, especialmente los energéticos.

Al final de todo esto nos queda una reflexión: ¿En qué lugar se ha refugiado el humanismo?

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