El Mago Lember revive en Ambalema con el primer Festival de Magia del Tolima
Recientemente el departamento del Tolima celebró su primer Festival de Magia, realizado en Ambalema, ese pueblito a la margen izquierda del río Magdalena, lleno de casitas coloniales que parecen haberse detenido en el tiempo.
Un escenario que fácilmente podría servir para recrear novelas como El amor en los tiempos del cólera o La guerra de los mil días.
Allí, varias organizaciones se aliaron para convertir la magia en arte y en refugio, ofreciendo a niños, niñas y visitantes un espacio para escapar de la rutina.
¿Por qué un festival de magia en Ambalema?
En 1906, nació allí Carlos Eduardo Cázares, un niño ingenioso que ayudaba a su madre, quien sobrevivía planchando ropa, cargando maletas a los viajeros que llegaban por el río Magdalena.
A los 12 años, decidió embarcarse clandestinamente en una nave con rumbo desconocido. En Barranquilla fue descubierto, pero su destino cambió cuando un elegante mago británico, Charles Lember, intervino para protegerlo.
Ese encuentro fortuito marcó su vida: Lember adoptó al niño, lo llevó a Londres, lo educó y le enseñó el arte de la magia. Así nació el legendario Mago Lember.
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El regreso del Mago Lember
Tras recorrer Europa y América con sus espectáculos, Carlos volvió a Ambalema en 1961, luego de la muerte de su madre. Allí vivió hasta el final de sus días.
Algunos lo temían por considerarlo un hechicero; otros lo admiraban por su talento. Entre amores y temores, el Mago Lember se convirtió en una figura histórica y cultural del Tolima, un símbolo de misterio y encanto.
El Primer Festival de Magia del Tolima
56 años después de su muerte, la Alcaldía de Ambalema, la Organización Pajonales, la Fundación Corficolombiana, Hoteles Estelar y la Gobernación del Tolima se unieron para rendir homenaje al ilusionista que puso a su pueblo en el mapa de la fantasía.
Durante tres días, 13 magos nacionales e internacionales llenaron de magia las calles del municipio. Lugares emblemáticos como la Iglesia Antigua, la Estación del Ferrocarril y el Malecón del río Magdalena se transformaron en escenarios llenos de arte, cultura y tradición.
“Teníamos que enfocarnos en la magia producto de la historia del Mago Lember. Así nace este hermoso evento. Buscamos posicionar a Ambalema como un destino turístico y hacer resurgir este gran punto que fue, en otra época, el auge y desarrollo del país”, señaló Francisco Bejarano, presidente de la Organización Pajonales.
La Escuela de Magia: un legado para la comunidad
De este sueño surgió la Escuela de Magia de Ambalema, un proyecto que busca rescatar y visibilizar el legado del Mago Lember y fomentar la magia como herramienta de desarrollo social, sobre todo entre niños y jóvenes.
Uno de los momentos más emotivos del festival fue la gala de graduación de 15 niños y niñas, quienes recibieron su diploma como magos de Ambalema y embajadores del legado Lember.
“Estuvimos muy felices, muchísimas personas nos visitaron de diferentes partes, y tuvimos una escuela de magos donde se graduaron 15 nuevos niños magos en el municipio”, expresó Marco Tulio Velásquez, alcalde de Ambalema.
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Impacto económico y social
El festival no solo rindió homenaje al Mago Lember, también impulsó la economía local y consolidó a Ambalema como destino turístico cultural.
Según la Gobernación del Tolima, los resultados fueron contundentes:
85 % de aumento en la ocupación hotelera.
60 % más ventas en restaurantes, bares y gastrobares.
Más de 2.500 asistentes, entre turistas y comunidad local.
Participación de artistas de distintas regiones del país, ampliando la proyección cultural del municipio.
Generación de empleo temporal y activación de emprendimientos locales.
Así, Ambalema se consolida como un pueblo donde la fantasía y la realidad se funden, donde la magia revive a través de la memoria del Mago Lember. Un lugar donde el ilusionismo se convierte en identidad y el legado de un niño curioso del río Magdalena continúa inspirando generaciones.