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En el Cesar presentaron resultados de nuevas variedades de yuca certificadas por el ICA

Este proyecto beneficia a campesinos y comunidades indígenas del Cesar y la región del Catatumbo.
Variedades de yuca en Colombia: nuevas especies para consumo e industria
Yohomar Navarro Cujia
Yohomar Navarro Cujia

Ante universidades, productores campesinos de los municipios de Río de Oro, Ocaña y La Paz, así como de los corregimientos de Azúcar Buena, Alto de La Vuelta, Nabusimake y la zona del Catatumbo, y con la participación de representantes de pueblos indígenas de la Sierra Nevada y la Serranía del Perijá, el Centro de Investigación Motilonia, en el Cesar, presentó los resultados del proyecto de investigación “Sistema productivo de yuca sostenible y competitivo con enfoque de desarrollo territorial”.

La investigación fue desarrollada en el marco del programa nacional financiado por la Convocatoria 903 del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, orientada a fortalecer la red de valor de la yuca en Colombia.

Mario Zapata, director del Centro de Investigación Motilonia, resaltó que este espacio, ubicado en el municipio de Agustín Codazzi, es multiétnico y trabaja para transformar el territorio mediante un diálogo respetuoso con las comunidades y su conocimiento ancestral, complementando el trabajo científico. “Esperamos que este sea un espacio de crecimiento cultural propio para las asociaciones que adelantan procesos de producción y transformación de la yuca”, afirmó.


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El proyecto, liderado desde el Centro de Investigación Motilonia, tuvo como propósito mejorar el sistema productivo de la yuca mediante estrategias de coinvención, producción sostenible y fortalecimiento del agronegocio.

La ingeniera agrónoma y magíster en Recursos Fitogenéticos Neotropicales,  Adriana Tofiño, una de las investigadoras líderes del proyecto, destacó que se trata de una iniciativa clave porque generó soluciones tecnológicas para todos los eslabones de la cadena productiva. “Hoy presentamos nuevas variedades de yuca registradas para la región: yuca amarga para la transformación de almidón agrio y nativo, y yuca para consumo humano, lo que permitirá fortalecer la seguridad alimentaria, la producción rápida de semilla y la transición hacia la agroecología”, explicó.

Entre los principales resultados se destaca el registro de la variedad industrial Almidona 28 y la priorización del genotipo superior de yuca amarilla GM3426-5, cuyas semillas serán entregadas a comunidades indígenas Yukpa y Arhuaca, así como a la empresa Yuca Catatumbo S.A.S.

Miguel Ángel Vaca, representante de la Asociación de Productores Agropecuarios y Agroindustriales del Catatumbo y de la empresa Yuca Catatumbo, señaló que esta microempresa transforma la yuca en croquetas, palitos, snacks, tortas y bebidas como Boli Yuca. La asociación está conformada por 100 productores activos, quienes actualmente procesan cinco toneladas de yuca al mes.

De la mano de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Agrosavia), los productores han trabajado para mejorar la producción y la calidad de sus derivados. “Es una alegría visitar el Centro de Investigación Motilonia porque estamos proyectando una yuca con mayor rendimiento, semillas mejor adaptadas a los suelos y menor uso de pesticidas, lo que nos permitirá ofrecer productos más competitivos”, afirmó Vaca.


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Con el proyecto Sistema Productivo de Yuca Sostenible y Competitiva con Enfoque de Desarrollo Territorial, se busca impulsar el subsector de la yuca industrial como polo de desarrollo regional, mediante la coinvención, la producción sostenible, la apropiación tecnológica y el beneficio social de las comunidades.

Por su parte, el indígena arhuaco y representante de Nabusimake, Elmer Torres, explicó que para la soberanía alimentaria de las comunidades indígenas de la Sierra Nevada es fundamental el intercambio de semillas biofortificadas, no solo de yuca, sino también de maíz y fríjol. “Es una apuesta interesante del Gobierno Nacional que permite aportar conocimientos ancestrales, mejorar los suelos, recuperar el territorio y conservar el agua”, señaló.

Los investigadores de la corporación trabajan además para fortalecer la interacción directa entre productores e industria transformadora, a través de ruedas de negocio, la propagación de material vegetal de calidad liberado por Agrosavia y la implementación de recomendaciones técnicas de manejo del cultivo, así como mejoras en los procesos de secado y transformación a pequeña y gran escala.

Finalmente, la investigadora máster del Centro Motilonia, Carina Cordero, explicó que la variedad Almidona 28, de uso industrial, tiene como principal ventaja su cosecha extendida, lo que permite mantener estable el porcentaje de materia seca en el tiempo. “Es la primera variedad para la costa con esta promesa de valor, que ayudará a los productores a romper la estacionalidad climática y mantener buenas producciones durante todo el año”, concluyó.

Gracias a este trabajo articulado entre el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y Agrosavia, las comunidades beneficiarias recibieron actualización tecnológica en multiplicación rápida de semillas, facilitando su adopción en territorios de la Sierra Nevada, la Serranía del Perijá y el Catatumbo.

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