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Guainía: tierra de ríos, saberes ancestrales y los cerros de Mavicure

A dos horas en lancha por río, saliendo de la capital de Guainía, se llega al epicentro de la Leyenda de la Princesa Inírida: los cerros de Mavicure.
Rodolfo Rodríguez

Tierra de muchas aguas, como su nombre lo indica, formaciones rocosas, mitos y leyendas, son los atractivos naturales de Guainía, contenidos en una extensión de 72 mil kilómetros, un clima seco y húmedo, al cual se puede llegar de dos formas: fluvial, -se debe contar con tiempo, mucho tiempo – o, aérea.

El vuelo entre Bogotá e Inírida, la capital del departamento, permite minutos antes de aterrizar, apreciar grandes ríos, con cauces de curvas perfectamente marcadas, similares a los movimientos ondulatorios de las serpientes al desplazarse y la extensa selva.

Entre los ríos que hacen parte de esta región, encontramos: Inírida, Atabapo, Guaviare, que desemboca en el Guainía y Negro.

Estos afluentes son la despensa alimenticia de las comunidades indígenas, principalmente, el Guaviare, pero la dimensión de estos ríos los convierte en un gran atractivo turístico.

Uno de esos lugares mágicos es la Estrella Fluvial del Oriente, llamada así porque es la confluencia de los ríos Guaviare, Atabapo e Inírida.

Para llegar a cada uno de los destinos turísticos de Guainía, hay que contactar a los operadores pertenecientes a las diferentes etnias indígenas: Curripacos, Puinaves, Piapocos, Cubeos, Yarales, Tucanos, Desanos, entre otros. Ellos son los encargados de mostrar las joyas naturales de Guainía y de contar sus historias.


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La leyenda de la Princesa Inírida y los Cerros de Mavicure

A dos horas en lancha por río, saliendo de la capital del Guainía, se llega al epicentro de la Leyenda de la Princesa Inírida, nos dice Delio de Jesús Suárez Gómez, capitán de la comunidad de La Ceiba.

Se trata de tres monolitos, tres cerros, que son un lugar sagrado para las comunidades de Remanso y Venado, a orillas del río Inírida.

Sentado en la proa de su lancha, a espaldas de los cerros, nos comenta que esos son la insignia del departamento de Guainía. En época de verano, hay una piedra blanca que se llama la abuela y se deja ver cuando baja el nivel del río.

Agrega que los mayores de la comunidad cada vez que van a pescar, le dan un obsequio: un pedazo de pescado o un pedazo de casabe.

“Ella, dicen nuestros ancianos, era la abuela de estos tres personajes que están a mis espaldas. En época atrás, eran tres hermanos: Mavicure, donde escala la gente; del otro lado del río está el Cerro Mono y el más alto, Cerro Pajarito”, indica Delio. Enciende nuevamente el motor de la lancha y nos dirige a Mavicure.

Si usted quiere saber la relación de los hermanos, de este sitio insignia de Guainía con la leyenda de la Princesa Inírida, lo invito a que vea la historia que nos narró Delio.

Para subir al cerro de Mavicure se requiere llevar ropa ligera, sombrero, gafas de sol, repelente, bloqueador solar, hidratarse, buen estado físico, seguir las indicaciones de los guías y, ante todo, respeto por el lugar a visitar.

Otras recomendaciones es contar con seguro médico, carné de vacunación contra fiebre amarilla, evitar el uso de elementos desechables, tener el permiso del capitán o de las autoridades de las comunidades, contratar los servicios de guía local e indígena. Además, usar el chaleco de salvavidas y atender las medidas de seguridad durante los trayectos.

Luego de una hora y treinta de ascenso, entre roca y zonas de selva y otro tiempo igual de descenso, iniciamos nuestro regreso por el río Inírida. Vamos con destino al Resguardo Almidón - La Ceiba, a donde pertenece su comunidad La Ceiba, que está ubicada a una hora y 10 minutos aproximadamente de la capital de Guainía.

Hablando previamente con él, se vive la experiencia de conocer la ruta de la miel, artesanías y comprar el almuerzo, basado en la dieta de los pueblos indígenas, pescado y verduras producidas en sus cultivos.

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