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"Ay, cosita linda" o el merecumbé

Según el mismo compositor, "el merecumbé es una síntesis, una mezcla de la cumbia autóctona con el merengue del departamento del Magdalena".
Luis Daniel Vega

A los 49 años Pacho Galán no era un músico en ciernes. Nacido el 3 de octubre de 1906 en la casa de la Carrera 22 con Calle 19 del municipio de Soledad, el trompetista era ampliamente conocido en el medio musical por su trabajo como arreglista e intérprete de algunas de las orquesta más reputadas tanto de las ondas radiales como de los bailes de salón: Orquesta Sosa del maestro boyacense Luis Sosa, Emisora Atlántico Jazz Band de Guido Perla, Orquesta Blanco y Negro de Gilberto Lascarro, Emisora Fuentes Jazz Band y la Sonora Curro de José María Fuentes.

Además de ser protagonista de las noches cartageneras y barranquilleras, Galán se había anotado un hit de popularidad con el porro ‘A la carga’ –himno de la candidatura del caudillo Jorge Eliécer Gaitán, inmortalizado por Eduardo Armani y su Orquesta- y el pasillo ‘Te quiero’, con el que ganó un prestigioso premio musical organizado por Coltejer.

Pese a ser tenido en alta estima y de haber propiciado serios cambios en la música popular del Caribe colombiano, el soledeño se mantenía al margen del ruido de la fama y la exposición mediática. Con todo su carácter sosegado y reposado, Galán no se imaginó que, a mediados de los cincuenta, una composición suya se convertiría en un suceso internacional y grabaría su nombre en la memoria musical colombiana.

Luego de terminar su historia junto a la Emisora Atlántico Jazz Band –que dirigió entre 1950 y 1954-, Pacho Galán se enlistó temporalmente en la Orquesta Almendra Tropical. Fue por esa época que recibió la llamada de Ramón Ropaín, viejo amigo y colega que lo convidó a Medellín para unirse a la orquesta del sello Sonolux. Galán no fue pero mandó en su reemplazo a su hijo Armando, también trompetista. Al poco tiempo surgió otra vacante y esta vez fue Armando quien convenció a su padre de pasar una temporada en aquel lugar de las eternas primaveras.

Orquestas en las que estuvo Pacho Galán

Pacho Galán se instaló con su hija Carmen en una hermosa casona andina donde también vivía Ramón Ropaín y su hija Patricia. Cuenta la historia que el saludo matutino de Galán a Patricia era la expresión que unos meses más tarde iba a acuñar en una canción inmortal: “Ay cosita linda”. Esta versión no se parece en nada a la que expone Hernán Restrepo Duque, quien aseveró que Ana, la esposa de Pacho, exclamó el célebre estribillo luego de sorprender a Pacho desnudo en la puerta del baño.

En julio de 1955, junto a músicos de las orquestas de Lucho Bermúdez y Ramón Ropaín, Pacho Galán grabó la primera versión que se conoce de ‘Ay, cosita linda’, que apareció en la cara A de un sencillo de 78 rpm en cuyo lado B estaba el porro ‘Fruta sabrosa’. Aunque ya Galán había acuñado el término merecumbé para referirse a su nueva creación, las directivas de Sonolux decidieron presentar la canción bajo el ritmo cucurumbé que Galán aceptó resignado. En cualquier caso, unos meses más tarde el cucurumbé era tan solo un dato curioso.

Respecto al origen del ritmo, el propio Pacho Galán cuenta: «Concebí el merecumbé estudiando los ritmos propios del merengue, la cumbia y el porro: de toda la gama musical nuestra, llevándola a distintos instrumentos. Por ejemplo, a los de la percusión les di el ritmo de merengue, con excepción de la batería que le puse el tiempo de la cumbia. Los platillos debían sonar como el porro, el cencerro se hizo más notorio, lo mismo los saxofones: debía tocar al unísono. En conjunto, el merecumbé es una fórmula melódica de nuestras formas musicales, pero con un ritmo esencial de batería, que ese si es totalmente mío». El testimonio aparece incluido en ‘Pacho Galán. El Rey del Merecumbé’ (La Iguana Ciega, 2006), libro donde el trompetista aclara: «El merecumbé es una síntesis, una mezcla de la cumbia autóctona con el merengue del departamento del Magdalena y no con el merengue dominicano».

Discos de Pacho Galán

El merecumbé fue imaginado unos años antes cuando Pacho Galán trabajaba en la Sonora Curro y la Emisora Fuentes. Incluso hay algunos estudiosos que afirman que la canción fue grabada primero por la disquera Curro en Cartagena, pero no fue difundida por incredulidad de los empresarios. Lo cierto de todo este asunto es que después de la editada por Sonolux sobrevino un alud de popularidad para el soledeño que a finales de 1955 se convirtió en el rey indiscutible de las fiestas Cartagena y Barranquilla.

Al año siguiente, Emilio Fortou de Discos Tropical le pide que grabe una vez más la popular canción, esta vez con la voz de Emilia Valencia y la presencia definitiva del baterista Pompilio Rodríguez, quien sentó para la posteridad las bases rítmicas del merecumbé:

«Al volver Pacho de Medellín a finales de agosto de 1956, se puso de acuerdo con Lucho Rodríguez y cuando estaba listo para grabar ‘Cosita linda’ en los estudios de Tropical en Barranquilla se me acerca Pacho y me dice: ‘¡Oye, Pompilio, el merecumbé que me grabaron en Medellín… eche, esa vaina sabe a porro, a cartagenero, con redoblante y efectos de bombo!’. Y se dirige a mí y me dice: ‘De manera que ¿a ti qué se te ocurre en tu mente? ¿cómo puedes hacer la combinación del ritmo? De todas maneras, haz lo que te nazca’. Le respondí: ‘Bueno, Pacho, permíteme, aunque sea diez minutos para ver qué combinación hago con los timbales, la campana y Efraín (su hermano) en la tumbadora’. Salieron los demás músicos del estudio y me quedé conversando con Efraín; fue cuestión de pequeños ajustes con él. Después de unos minutos ya sabíamos lo que íbamos a hacer, llamamos al técnico mexicano Gabriel Gonzalo, contratado por Fortou y nos grabó. Fueron a buscar a Pacho para que escuchara y él muy emocionado exclamó: ‘¡Carajo, así es, eso es lo que yo quería!’».

Una letra sencilla y un estribillo pegajoso, sumado a la síntesis de algunos patrones rítmicos del Caribe colombiano fueron el encanto de una canción con coreografía propia que sentó las bases del merecumbé, otra de las muchas variaciones que ha sufrido la cumbia en su historia local. ‘Ay, cosita linda’ obtuvo un éxito inesperado que trascendió los salones de baile caribeños: se convirtió en un leit motiv de películas mexicanas como ‘Las mil y una noches’ (1958) o ‘Desnúdate Lucrecia’ (1958) e inspiró numerosas versiones dentro de las que se destacan las de La Sonora Matancera, José Fajardo, Rafael de Paz, Billo´s Caracas Boys y Nat King Cole. Para el sello Tropical significó el advenimiento de la fortuna y para Pacho Galán la inmortalidad.

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