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Carnaval de Barranquilla: 17 años de patrimonio

Un día como hoy, pero en 2003, la Unesco declaraba al Carnaval de Barranquilla como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.

Por: Diana Ortega, Radio Nacional de Colombia Barranquilla

El 7 de noviembre de 2003, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura -UNESCO-, otorgó al Carnaval de Barranquilla, la declaratoria de Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. Además, cuenta con la designación de Patrimonio Cultural de la Nación, otorgada por el Congreso de la República.

A petición de la Fundación Carnaval de Barranquilla, entre hacedores, historiadores y un equipo interdisciplinario liderado por la periodista Lola Salcedo, tuvieron en sus manos la labor de crear un documento con más de 140 páginas en el que se postulara la candidatura ante la UNESCO.

Durante aproximadamente dos años, trabajaron en la sustentación del Carnaval de Barranquilla, “en la diversidad de manifestaciones culturales del Caribe colombiano, en sus tradiciones de siglos que anualmente desbordan en imaginación, música, baile y alegría. En su música, sus danzas, sus artesanías, sus vestuarios, las expresiones orales, rituales y la gastronomía principales tradiciones que constituyen su patrimonio.”, explica Carnaval S.A.S

Luego de recibir la declaratoria, el Carnaval de Barranquilla sirvió como puente para que el Ministerio de Cultura protegiera las expresiones declaradas en Colombia a través del Sistema de Patrimonio Cultural.

Asimismo, se creó el Plan Especial de Salvaguardia -PES-, como guía para preservar el Carnaval. Este documento es resultado de una serie de mesas de trabajo realizadas por la Secretaría de Cultura, Patrimonio y Turismo de Barranquilla en el año 2014, con el acompañamiento del Observatorio del Caribe Colombiano y el apoyo del Ministerio de Cultura.

El PES, fue concebido como una herramienta de gestión del Patrimonio que coadyuve a conocer el estado de las manifestaciones y a identificar además sus puntos de tensión, posibilidades de desarrollo y proyección con miras a garantizar su sostenibilidad, el cual debe surgir a partir de un acuerdo concertado entre los diversos actores de la comunidad, afirma el Ministerio de Cultura.

Patrimonio en las mano de los jóvenes

Para celebrar los 17 años de Patrimonio, el Carnaval de Barranquilla reunió a los jóvenes herederos que confirman la vitalidad, dinámica y compromiso generacional que garantizan el futuro de la Fiesta.

Nuribeth Altamar Pájaro, cuarta generación de la Cumbiamba el Cañonazo dice ser la cuarta generación de la familia Altamar.

“Para mí es un orgullo, pero también es una gran responsabilidad porque sé que debo continuar este legado de tradición, de cumbia y de alegría en el Carnaval de Barranquilla. Yo considero que participo en el Carnaval desde que estaba en la barriga porque mis papás son cumbiamberos, se enamoraron en la cumbiamba. Mi mamá fundó las semillitas de ‘El Cañonazo’, allí participé y, desde los 14 años, soy una de las capitanas de la cumbiamba, hasta la fecha”, señala Nuribeth.

Por su parte, Lesly Morales heredó la Comparsa de Tradición más grande del Carnaval: las Marimondas del Barrio Abajo.

“Soy la feliz heredera de Paragüita. Para mí el Carnaval significa alegría, orgullo, sentido de pertenencia. Desde los 10 meses de edad mi papá me puso un disfraz de Marimonda y me llevaron en el coche a la Vía 40 y era la única marimondita que pertenecía a la comparsa, es algo que llevo en la sangre (…) Tengo 22 años y 21 Batallas de Flores. Hace dos años en compañía de mi madre asumí la dirección de la comparsa y definitivamente es el mejor regalo y el mejor legado que me pudo dejar mi papá”, cuenta Lesly.

Peggy Cañate, quien tiene en sus manos la tradición afrocolombiana y palenquera en Barranquilla con el grupo Bambazú, agrega que “es un gran legado el que nos dejan en nuestros hombros nuestros padres y abuelos. La familia Cañate vive el Carnaval los 365 días del año. Nacemos para bailar mapalé, vivimos para bailar mapalé, sentimos el Carnaval de Barranquilla en la sangre, estamos constantemente por él y para que se mantenga la tradición”.

Luis Fernando Polo sigue actualmente la ruta de los Diablos Arlequines y “lo que siento yo por llevar esta tradición en el municipio de Sabanalarga es bien linda. Gracias al apoyo de todos los compañeros y de nuestro fundador Apolinar Polo hemos decidido no dejar decaer la danza. Me siento muy afortunado de ser de esta generación, de los jóvenes que hacen parte de los Diablos Arlequines y estamos pensando en sacar el semillero”.

Alexander Sosa, es la tercera generación de las Danza de los Coyongos, única en el Carnaval de Barranquilla que actualmente dirige su abuelo Baltazar.

“Yo desde pequeño siempre he estado enamorado de la danza, mi padre y mi abuelo me inculcaron ese amor, esa pasión. A la edad de tres años empecé yo con mi primer ‘coyonguito’, es un orgullo grande y una responsabilidad porque llevo en mis hombros el peso de un legado tan grande que viene desde mis antepasados”, dice el joven.

Otro joven que continúa una dinastía de tamboreros y cantaores del Congo Reformado es Yulian Sánchez.

“Desde pequeño vi los ensayos. Me llevaba mi mamá en brazos, esto es algo que se lleva en la sangre. Fui aprendiendo de mi padre poco a poco los versos” destaca.

Ana María Osorio, directora de comunicaciones de Carnaval S.A.S, explica que “los herederos de la tradición, son la nueva generación de la Fiesta, han crecido arropados en las banderas de grupos folclóricos fundados por sus padres, abuelos y generaciones familiares, que los han formado para que continúen su legado y sigan llevando en alto su apellido carnavalero”.

“Continuando con la tradición de esta fecha para la ciudad, circulará la estampilla conmemorativa con el aniversario de la declaratoria, para recordar que hace 17 años logramos por primera vez para Colombia esta importante distinción internacional”, concluye Ana María Osorio.

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