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Todos mis esfuerzos e inversiones se las llevó el viento: Luz Marina Martínez

Luz Marina es una samaria que hace 20 años llegó a la isla de Providencia. Todo lo que consiguió en ese tiempo el huracán lo destrozó.

Por: Hanny Castro O'neil, Radio Nacional de Colombia San Andrés

Durante el programa informativo de la Presidencia de la Republica, Prevención y Acción, del día 17 de noviembre donde se mostraba la llegada y el recorrido del presidente Iván Duque a el archipiélagos de San Andrés y Providencia tras el paso del huracán Iota, apareció en pantalla Luz Marina Martínez Wedefort, quien vivió en carne propia lo que ella describe como “la experiencia más miedosa de su vida”.

Luzma, como la conocen familiares y amigos, es una samaria quien, en la búsqueda de nuevas oportunidades, llegó a las islas y se radicó en Providencia hace más 20 años. En el sector Mountain, con mucho esfuerzo, logró montar una pequeña tienda de barrio, que al día de hoy se desvaneció, al igual que su casa y las de muchos otros isleños, por cuenta del devastador huracán que azotó la isla el pasado lunes.

¡Estamos vivos familia, estamos vivos! Son las palabras con las que sus seres queridos, hermanos, padres y sobrinos en San Andrés y Santa Marta, en especial su hija Luz Elaine, quien hace pocos días salió de Providencia hacia el interior del país por cuestiones de salud, encontraron un alivio luego de muchas horas de incertidumbre sin saber que habría sido de ella tras el paso del huracán.

“Nos preparamos de la manera que estaba a nuestro alcance, pero nunca pensamos que sería tan difícil, todos mis esfuerzos e inversiones se las llevó el viento. Gracias a Dios estamos vivos para contarlo, pero ahora no tengo donde vivir, la brisa se llevó mi tienda, mi sala, mi cocina, solo me queda un cuarto en la casa”, fue lo expresado por ella en un audio que llegó a manos de sus familiares gracias a Geordiet Alzate Martínez, una de sus sobrinas quien de aventón se montó en una lancha go fast que regresaba a San Andrés tras haber llegado a Providencia a llevar insumos a los damnificados.

La situación de Luz Marina, al igual que de muchas personas en Providencia es de agradecimiento al haber sobrevivido este fenómeno climático, que, aunque bien no lo hizo, pudo arrebatar de ellos más que solo cosas materiales; la vida y la esperanza siguen latentes.

Pero al mismo tiempo, existe una sensación de incertidumbre entre muchos, al no contar con medios, ni saber de qué forma se volverán a levantar financieramente para sobrevivir. Esperan que las autoridades encuentren, más pronto que tarde, soluciones para la reparación, no solo de la infraestructura que fue destruida en su totalidad, sino también de la economía que ha sido golpeada fuertemente por la pandemia de la Covid-19, pero sobre todo para la reconstrucción del tejido social de una comunidad que a gritos pide ayuda.

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