Pasar al contenido principal
CERRAR

‘Monos’, nominada a mejor película iberoamericana en los Goya

Monos ha participado en decenas de festivales por el mundo, acumulando a la fecha, más de 20 premios y 19 nominaciones.

Por: Alejandra Restrepo

El filme ‘Monos’ de Alejandro Landes está nominado a mejor película iberoamericana en los Premios Goya, máximo galardón de la Academia del cine español. El anuncio fue hecho este lunes los actores Elena Anaya y Miguel Herrán, quienes dieron a conocer los seleccionados en 28 categorías.

Esta producción colombiana compite junto a cintas como la argentina ‘La odisea de los giles,’ de Sebastián Borenzstein; la chilena ‘Araña’, de Andrés Wood y la costarricense ‘El despertar de las hormigas’, de Antonella Sudasassi.

En ese camino para llegar a ser nominada en los Goya y los Oscar, Monos ha participado en decenas de festivales por el mundo, acumulando a la fecha, más de 20 premios y 19 nominaciones.

Los reconocimientos más recientes son su nominación a mejor película extranjera en los premios de la Asociación de Críticos de Hollywood, galardones que reconocen las películas que menos vitrina han tenido, las obras que no han tenido suficiente representación, las que muestran diversidad y que con su temática ayuden a construir públicos. Obras que tienen como bandera el cambio y la solución, son las que estos premios quieren hacer visibles.

Por otro lado, la semana anterior ‘Monos’ obtuvo el premio Internacional de Críticos de Cine, que se entrega durante el festival de Liubliana (Eslovenia). Allí, el jurado se refirió a la cinta como "inclasificable, impredecible, exuberante, completamente original".

Foto: Colprensa. Noviembre 2019.

En La Señal de la Mañana de Radio Nacional de Colombia, hablamos con Santiago Zapata, productor colombiano de Monos, acerca de cómo nació esta historia que ha recibido tantos buenos comentarios alrededor del mundo.

“Como saben, Monos es la historia de un grupo de adolescentes que hacen parte de un grupo insurgente, están en la mitad de la nada y su tarea es cuidar una prisionera y a una vaca. Estando allí, empiezan a vivir cosas comunes de adolescentes, se enamoran, pelean, rumbean, y todas estas cosas hacen que no salga todo como se esperaba, y se meten en una aventura salvaje”, contó Zapata.

La historia nace cuando el director, Alejandro Landes, ve a un grupo de adolescentes que hacían parte de distintas organizaciones, paramilitares, guerrilleras, un día que visitaba el Ministerio de Defensa en Colombia.

“Landes estaba buscando la posibilidad de que el protagonista de su anterior película ‘Porfirio’ pudiera actuar en su película, cuando vio a este grupo de chicos, muy radiantes, muy pilos, ahí se le ocurrió la idea y tres años después con el guion terminado, desde la pluma de Landes y Alexis Dos Santos que es coescritor, empezamos a conformar el equipo y pudimos terminar la película”, comentó Santiago.

Lo que viven estos jóvenes en la mitad de la nada, aunque está enmarcado en la guerra, habla fundamentalmente de la condición humana. Este es uno de los elementos que ha hecho que la película sintonice con todas las culturas del mundo, sin importar la lengua. Es una de sus claves para llegar a todas partes con buena aceptación.

En cuanto a los personajes, cada uno de ellos tiene un poder especial, por eso fue fundamental la elección de los actores. Mientras se buscaban las locaciones por todo el país, se realizaba el casting, no importaba que los aspirantes tuvieran experiencia o no.

“Así vimos más de 2 mil chicos y chicas del país, elegimos 25 y nos fuimos a hacer una especie de entrenamiento, ejercicios, entrenamiento militar, ejercicios de improvisación, al mismo tiempo ellos van conviviendo juntos, y empezamos a ver cómo se manejaba esa dinámica ¿Quién coqueteaba con quién?, ¿Quiénes se le llevaban bien o peleaban? Eso nos ayudó a elegir la manada que al final fue de 8 chicos”, añadió el productor.

Santiago explica que respecto a las locaciones se buscaba que la gente no identificara los lugares. “Queríamos que se viera universal, que pudiera ubicarse en cualquier lugar de América, del mundo, o inclusive en cualquier planeta distinto a La Tierra”, sostuvo.

Foto: Colprensa. Noviembre 2019.

Las locaciones fueron elegidas en dos puntos clave para la narración de la cinta. El primero fue el Páramo de Chingaza, a 4 mil 500 metros sobre el nivel del mar, donde los retos de producir son extremos, clima inhóspito, falta de oxígeno y fauna de los alrededores muy diferente a la que un citadino está acostumbrado.

El segundo punto fue la selva, en el cañón del río Samaná Norte, cerca de San Francisco (Antioquia), donde llegar al set tomaba unas 4 horas en varios medios de transporte: carros, lanchas, mulas, etc. Por eso el equipo acampó en esa selva durante cuatro semanas.

“Para hacer las grabaciones más peligrosas, como las cascadas, los ríos, hubo mucha seguridad, nos acompañó la selección de Kayak de Colombia, hubo ingenieros artesanales que conocían el río como la palma de la mano, además de algunos trucos de la magia del cine, todo eso hizo que el rodaje fuera seguro y se viera en pantalla como deseábamos”, detalló Zapata.

Monos es una película que no se ve con la mente, sino que se siente desde las entrañas, así lo expresa el público. “Esta es una película muy sensorial, estamos desde enero recorriendo los circuitos de festivales y todo el mundo nos dice que es un viaje salvaje, una experiencia intensa, eso hace que conecte mucho”, concluyó el productor.

Escuche aquí la entrevista a Santiago Zapata, productor de la película Monos, en Radio Nacional de Colombia:

ETIQUETAS