Pasar al contenido principal
CERRAR

2,3 millones de colombianos entrarían al rango de pobreza en 2021: Fedesarrollo

De un promedio de pobreza del 27 % en los últimos dos años, se pasará a un 32 %.

Por: Colprensa

A pocos meses de terminar el 2020, el Banco Mundial reveló un informe que señala que, tras la llegada del Covid-19, habrá en el mundo otras 150 millones de personas con menos de 1,90 dólares diarios para suplir sus necesidades básicas.

Analistas aseguran que la principal razón de este fenómeno es la tragedia ocurrida en el mercado laboral, situación a la que Colombia no es ajena, por lo que se estima que el crecimiento de la pobreza será proporcional a lo que ocurre en el resto del mundo.

“Los activos laborales son la principal fuente de ingreso para más de 90 % de los hogares colombianos. Lo que pase con la generación de ingresos a través del mercado laboral se relaciona con la pobreza”, explicó el director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía.

El académico señala que se prevé una tasa de desempleo de 16,3 % para el cierre del año. Mejía asegura que, de un promedio de pobreza del 27 % en los últimos dos años, se pasará a un 32 % para 2021. Eso serían aproximadamente 2,3 millones de personas que entrarían al rango de pobreza.

Para el mes de agosto, los índices de desempleo se ubicaron en 16,8 %, según el Dane, lo que representó una leve recuperación frente a los meses anteriores cuando se superó la barrera del 20 %. La entidad dijo incluso que se crearon 3,15 millones de empleos en el marco de la reactivación paulatina de la economía.

Para el profesor de Economía de la Universidad Javeriana, Jorge Restrepo, como consecuencia de las pérdidas de ingreso durante la pandemia podría haber un aumento de 4,5 millones de pobres en el país.

“Si uno lo ve en términos de pobreza multidimensional, habría otro impacto como el de la pérdida del acceso al sistema educativo, lo que se sumaría a la pérdida de trabajos. En cualquiera de los dos casos terminamos por ver una verdadera catástrofe nacional”, señaló.

Hay quienes consideran que las medidas implementadas por el Gobierno Nacional para hacerle frente a la crisis económica derivada de la pandemia, han sido acertadas. Incluso hay quienes aseguran, como el profesor asistente de la Universidad de Los Andes, David Pérez Reyna, que fueron algunas acciones del Ejecutivo las que evitaron una crisis más grave.

“Yo creo que las medidas del Gobierno han ido en la dirección correcta, en cuanto a transferencias monetarias a los hogares más necesitados. En pocas semanas se logró montar un esquema de transferencias impresionante. Con esto montado, el sistema de protección social de Colombia mejoró mucho y muchos hogares van a poder lidiar con situaciones negativas de ahora en adelante. Pero no compensan el totazo tan grande”, señaló.

Luis Fernando Mejía, en comentario similar, aseguró que “las acciones más importantes del gobierno están relacionadas con los programas sociales a los que se han destinado más de 10 billones de pesos, para atender a la población pobre y a la población vulnerable. Es inevitable que aumente la pobreza porque el Gobierno no puede reemplazar los ingresos del mercado laboral, aunque sí se puede mitigar”.

El director de Fedesarrollo aseguró que si no se hubiera ejecutado el programa de Ingreso Solidario, las cifras en materia de pobreza serían más altas (...) “sería interesante poder generar un aumento en los montos que se están entregando mes tras mes”, dijo.

Sin embargo, Jorge Restrepo considera que hace falta tomar medidas como la apertura total de instituciones educativas, lo que tendría una repercusión directa sobre el mercado laboral.

“Eso podría aliviar la pobreza porque permitiría que las mujeres, que son quienes están a cargo de los niños y los jóvenes en el hogar, puedan volver a trabajar”, afirma.

El consultor económico y social, docente de la Universidad EAN, Jorge Munévar, explica que al Gobierno Nacional le hizo falta conectarse con los sectores más pobres y vulnerables de la sociedad, y que quedó un vacío en materia de diálogo entre la ciudadanía y el Gobierno.

“No se puede esperar la superación de una crisis social y económica cuando únicamente se trazan diálogos con las grandes empresas y los sectores más acaudalados. Hoy vemos cómo las pequeñas y medianas empresas, los trabajadores informales y otros sectores productivos siguen sin poder salir de una crisis que parece inacabable”, dijo.

Señaló además que para Colombia poder salir, hasta cierto punto, de la situación financiera en que está, va a tener que quedar endeudada, lo que hará que las políticas públicas para sectores pobres sean menores.

El problema mismo de la pobreza y el temor que genera en todas las esferas de la sociedad, hace que discusiones como la implementación de una reforma laboral y otra tributaria vuelvan a ponerse sobre la mesa. En la mayoría de los casos, los analistas consideran que estas medidas no solo son necesarias, sino fundamentales.

“Falta mucho por hacer, y lo que falta por hacer no todo se debe enfocar en transferencias monetarias y subsidios. La regulación laboral colombiana hace que sea costoso y difícil crear trabajo. Y por eso hay tanta informalidad y desempleo que antes de la pandemia ya era alto. Es indispensable una reforma que corrija esto. Y esta reforma debe venir de la mano de reformas pensional y tributaria”, apunta David Pérez Reyna.

Luis Fernando Mejía considera que una “reforma laboral es absolutamente esencial porque el estado de nuestro mercado laboral es negativo. Estamos hablando de niveles de informalidad superiores al 60%. Esos trabajadores están muy desprotegidos en esta coyuntura porque son invisibles para el Estado. Por eso la reforma puede mitigar la pobreza”.

ETIQUETAS