Un nuevo informe del programa Iniciativa Bloomberg para la Seguridad Vial Global 2020-2025 reveló que más de un tercio de los vehículos que circulan por la capital superan los límites de velocidad permitidos.
En febrero de 2024, el 36% de los automotores observados en la ciudad excedieron los 50 kilómetros por hora. Aunque la cifra representa una leve disminución respecto al 40% reportado a finales del año pasado, sigue siendo preocupante.
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¿Quiénes protagonizan este exceso?
Las motocicletas se llevan el primer lugar. Según Diego Alfonso Vargas, asesor regional de Vital Strategies para la iniciativa Bloomberg Philanthropies, “a febrero del 2024, el 42% de todos los vehículos en Bogotá excedían el límite de velocidad. Pero si solo hacemos énfasis en motos, este número sube al 61%. Eso quiere decir, en términos más coloquiales, que 6 de cada 10 motociclistas en Bogotá exceden el límite de velocidad”.
Ese crecimiento se ve y se escucha
Desde 2015, el número de motocicletas observadas ha aumentado en un 75%, y hoy representan cerca del 23% del parque vehicular en las mediciones.
Este panorama plantea un gran desafío para las autoridades: reducir la velocidad sin frenar el flujo de una ciudad que, cada vez más, se mueve sobre dos ruedas.
Desde 2018, la Secretaría de Movilidad viene desarrollando un programa de gestión de velocidad, con énfasis en el control vial. “Es un tema de control. Claramente, es muy importante el control para el tema de velocidad, por eso son clave los controles en vía y los dispositivos electrónicos como las cámaras salvavidas. Sé que esto no es muy popular, pero es muy efectivo para establecer reglas claras de velocidad en la ciudad”, afirman desde la entidad.
Las cifras hablan, pero no gritan
En su aparente frialdad, recuerdan que detrás de cada punto porcentual hay personas, familias y decisiones cotidianas que pueden cambiar destinos. Que más del 60% de las motos superen el límite no es solo un dato técnico, es una señal de alerta.
Sin embargo, no todo es negativo. Hay indicadores de seguridad vial que aún se pueden mejorar.
“El uso del casco en los motociclistas es bueno por encima del 90%, en pasajeros frontales y copilotos en el caso de vehículos es adecuado con buena prevalencia, los números van subiendo es con relación desafortunadamente los motociclistas fallecidos”.
Reducir la velocidad salva vidas. Y ese, al final, es el verdadero objetivo.