Campesinos de La Cecilia, Teorama, avanzan en la sustitución de cultivos ilícitos con cacao y organización comunitaria
En el corregimiento de La Cecilia, municipio de Teorama, un grupo de campesinos decidió cambiar la historia de su territorio: dejaron atrás los cultivos de coca y hoy le apuestan al cacao como alternativa productiva y de paz. A través de las Juntas de Acción Comunal y con el acompañamiento de la Secretaría de Desarrollo Social y Económico de la Alcaldía de Teorama, estos productores participan en escuelas de campo que se han convertido en verdaderos espacios de aprendizaje y transformación rural.
Escuelas de campo: aulas al aire libre para la paz
Las escuelas de campo no son salones convencionales, sino espacios en las mismas parcelas campesinas donde técnicos, productores, mujeres y jóvenes aprenden juntos. Allí se abordan temas prácticos como el cuidado del suelo, el uso responsable del agua, la reducción de químicos y la importancia de la biodiversidad. La metodología es participativa: se aprende haciendo, intercambiando experiencias y construyendo conocimiento colectivo.
Este modelo ha permitido que los campesinos no solo sustituyan la coca por el cacao, sino que mejoren sus prácticas agrícolas, incorporen técnicas más sostenibles y fortalezcan la confianza entre vecinos. Además, al estar ligadas a las Juntas de Acción Comunal, las escuelas refuerzan la organización social, elemento clave para que las comunidades puedan gestionar proyectos, acceder a apoyos institucionales y consolidar procesos de largo plazo.
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Desarrollo productivo y futuro rural
Más allá de la siembra del cacao, la apuesta de los campesinos del corregimiento de La Cecilia busca que el campo del Catatumbo sea productivo, sostenible y digno. El desafío no es solo sustituir un cultivo por otro, sino transformar la relación de los campesinos con la tierra: tecnificar el trabajo agrícola, diversificar la producción y abrir caminos hacia mercados que valoren los productos locales.
En este proceso, los jóvenes aportan innovación y nuevas ideas, mientras que las mujeres juegan un rol decisivo en la organización comunitaria y en la sostenibilidad de los proyectos. El cacao, símbolo de esperanza en esta región, es visto como una semilla que abre oportunidades de ingresos estables, integración social y construcción de paz.
La paz que se siembra
La sustitución de cultivos ilícitos, contemplada en el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos (PNIS) dentro del Acuerdo de Paz de 2016, no es solo una política pública: en La Cecilia se ha convertido en un compromiso colectivo. La comunidad entiende que la paz no se firma únicamente en un papel, sino que se cultiva todos los días, en cada finca, en cada grano de cacao sembrado.
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La Alcaldía de Teorama, a través de la Secretaría de Desarrollo Social y Económico, acompaña y respalda este esfuerzo. Así, campesinos, mujeres y jóvenes de este corregimiento demuestran que
La organización comunitaria y la formación técnica son los cimientos para un desarrollo rural con oportunidades y sin violencia.
Con estas apuestas, los campesinos catatumberos no solo cultivan cacao: también cultivan esperanza, futuro y la convicción de que el campo puede ser motor de paz y prosperidad.