Pasar al contenido principal
CERRAR

Homicidios en Catatumbo se duplicaron desde 2015: Human Right Watch

Los venezolanos son la población más vulnerables a acciones violentas de grupos armados, de acuerdo con la organización internacional.

Un reciente informe de la ONG Human Right Watch -HRW- reveló que desde 2015 se duplicaron los homicidios en Catatumbo, región que definen como una de las más violentas del país. La lucha por el control de los espacios abandonados por las Farc tras la firma de la paz es una de las principales causas de la crítica situación.

“Los grupos armados han cometido desapariciones, crímenes de violencia sexual y reclutado a menores para usarlos como soldados. Más de 40.000 personas han sido desplazadas”, advierte HRW en su informe. Las organizaciones irregulares que hacen presencia en la zona son el Eln, el Epl y disidencias de las Farc.

Estos grupos armados luchan entre sí por el control territorial de los cultivos de coca y de las zonas de acceso a rutas del narcotráfico por Venezuela; además de los combates con el Ejército Nacional. “Hay un hecho que no lo puede tapar nadie y es la situación de violencia en Catatumbo, solo en Tibú se han presentado 61 asesinatos este año”, dijo en entrevista en La Señal de la Mañana el alcalde de Tibú, Jesús Alberto Escalante.

Foto: Colprensa

A esa situación se le suma la llegada de al menos 25.000 venezolanos que huyeron de la crisis humanitaria de su país. En medio de la búsqueda de subsistencia, estos migrantes son vulnerables a ser víctimas de abuso de los grupos irregulares, incluyendo el reclutamiento y desapariciones.

“Por ejemplo, en Tibú han ingresado (venezolanos) a trabajar de forma legal en cultivos de palma africana, pero otros lo hacen en cultivos de uso ilícito, reclutados por grupos armados”, aseguró Escalante. Incluso, dijo la HRW, las niños venezolanos y colombianos trabajando en los campos de hojas de coca.

“Entrevistamos a un niño venezolano de 14 años que había dejado la escuela en Venezuela porque sus padres no podían darle de comer a la familia. Trabajaba en plantaciones de coca en Catatumbo de 5 a.m. a 4 p.m., bajo un sol agobiante. Nos dijo que con él trabajan niños colombianos y venezolanos, algunos de ellos de apenas ocho años”, afirmó Amy Braunschweiger, investigadora de HRW.

Foto: Colprensa

La funcionaria de la organización internacional manifestó que históricamente el Catatumbo ha sido olvidado por las autoridades colombianas, y advierte que su única reacción ante hechos de violencia es desplegar soldados en la zona, y que de acuerdo a testimonios de las comunidades los policías no se apartan de la estación por falta de garantías de seguridad.

“No hay suficientes fiscales ni investigadores. Las autoridades no tienen presupuesto para asistir a las personas desplazadas. No hay suficientes policías para proteger a las comunidades”, dijo Braunschweiger.

¿Qué dicen las autoridades?

Ante este informe, el general Nicacio Martínez, comandante del Ejército Nacional, aseguró que los problemas de orden público en Catatumbo tienen relación con la presencia de cárteles mexicanos y la ausencia del Estado. Y que las operaciones militares y de la Policía son permanentes.

Foto: Colprensa

“Tenemos conocimiento de la presencia de cárteles mexicanos como el de Sinaloa, que hacen presencia en busca de compra y venta de coca, pero nosotros estamos actuando (...) pero se requiere no solo la acción militar, es necesaria la acción del Estado, todas sus instituciones. Se requiere un cambio de cultura de las personas porque no se trata solo de garrote, hay que pasar a lo lícito”, expresó el general Martínez.

La cercanía de la frontera, actividades ilícitas con el petróleo y la pelea territorial por el narcotráfico son algunos de los agentes generadores de violencia en Catatumbo, según menciona el comandante del Ejército.

El general insiste en los planes que se han venido realizando para esta región, como la ‘Campaña de Acción Unificada’, y los refuerzos en territorio, como la llegada de Fudra 3, de cerca de 4 mil hombres haciendo control territorial.

ETIQUETAS