Pasar al contenido principal
CERRAR

Transformación del cacao, un proceso artesanal en las manos de mujeres tumaqueñas

Afromovaras es una asociación de mujeres afrodescendientes de Tumaco, Nariño, que han encontrado en la producción y comercialización del cacao una forma de resiliencia ante conflicto armado.
Enrique Preciado

La Asociación de Mujeres Afro con Emprendimiento Empresarial Las Varas, Afromovaras, integrada por más de 500 mujeres afrodescendientes de la zona rural de Tumaco, nació como una necesidad a la situación de conflicto armado que se vive en la zona.

“Nos reunimos un grupo de mujeres en la vereda Robles a comentar sobre los beneficios que podría traer una asociación y de allí se empezó a construir y recorrer vereda por vereda, como un medio para que las mujeres empoderadas tengan un derecho en todos los ámbitos profesionales y también como un medio de subsistencia para nuestros hogares”, afirmó Carmen Rodríguez, representante legal de Afromovaras.

En 2014, cerca de 350 mujeres iniciaron con la idea de producir y transformar el cacao; luego, en 2017, se constituyó de manera legal la asociación que actualmente cuenta con más de 500 integrantes, mujeres que en su mayoría son cabeza de hogar.

Esta organización busca contribuir al tejido social a través del empoderamiento femenino, según Liliana Quiñones, líderesa de la Asociación, “la gestión de Afromovaras es muy importante porque está llevando a las mujeres a ese empoderamiento productivo, creciendo como mujer por medio de la producción y transformación del cacao, producto bandera en nuestro territorio”.


Te puede interesar: Coco y cacao: productos para la paz y la reincorporación en Tumaco, Nariño

Foto

Transformación del cacao

El proceso de transformación de cacao en el municipio de Tumaco es un trabajo que día a día realizan estas mujeres. Ellas adquieren el cacao en baba para su respectiva transformación que se realiza de esta forma: secado del grano, proceso de selección, tostado y elaboración de los productos finales para su comercialización.

“Afromovaras se ha dedicado a la compra y transformación del cacao en baba que es un proceso que hacemos desde nuestra central de beneficio, el cacao comprado se deposita en los cajones, donde se realiza la fermentación durante ocho días, luego se hace el volteo del producto para transportarlo a los muelles de secado con el fin de afincar el grano, sostenerlo y luego sacarlo al mercado”, relató Carmen Rodríguez.

Con este proceso se logra obtener un cacao fino, de aroma tipo exportación y también se realiza la clasificación o selección del grano, con lo que se busca mejorar la calidad del producto para poder comercializarlo a nivel regional, departamental y nacional.

Pese a que el chocolate no está legalizado, se ha logrado posesionarlo en la región a través del vos a vos y apoyo brindado por la comunidad.

“La Asociación Afromovaras saca al mercado entre 30 y 50 kilos en producción de chocolate de mesa y se distribuye sobre pedido, aunque aún no cuenta con la etiqueta de presentación, goza de buena acogida en los hogares y negocios de Tumaco”, señaló Liliana Quiñones.

Este proceso marca su diferencia entre los demás porque se mantiene la forma artesanal o tradicional de los abuelos para realizar la transformación del cacao; a pesar de que la organización cuenta con algunos elementos tecnológicos, buscan preservar lo autóctono como forma de resistencia en el tiempo y para que las costumbres no se pierdan.


Descubre aquí: Chocó - Late: por un territorio recuperado ancestralmente

Foto

Resistencia y persistencia

Con la producción de cacao estas mujeres han podido sobresalir a los hechos violentos que se han sufrido en el territorio y también han encontrado una forma de generar ingresos económicos para sus familias, por eso impulsan este negocio para que siga de generación en generación.

“Hay que seguir con ese espíritu de cambio, seguir sembrando el cacao, apostándole a este grano de oro con el cual nuestros padres nos criaron y nosotros queremos hacerlo con nuestros hijos”, afirmó Liliana.

Las mujeres de la Asociación asisten a los talleres de formación con sus hijos, permitiéndoles una forma de capacitación tanto para ellas como para los niños. Así mismo, trabajan en actividades de transmisión de conocimiento con jóvenes mayores de 14 años para que su legado artesanal continue de generación en generación.

Artículos Player