Dentro de la granja de la Cooperativa Multiactiva del Común (COMUCCOM), ubicada en Puerto Guzmán, Putumayo, la Asociación Constructoras de Libertad, ASOCOLIB, transforma la miel de abejas nativas en derivados para el cuidado corporal. Bajo la marca MeliMayu, este emprendimiento, que reúne a 16 mujeres, tiene una línea capilar y jabones hechos a base de ingredientes orgánicos.
Con el objetivo de fomentar el empoderamiento económico, político, social y cultural de las mujeres, la iniciativa nace en 2021 como un colectivo que integra modelos productivos agroambientales. En ese proceso de creación, mujeres firmantes, familiares de firmantes e integrantes de la comunidad se unieron para enfocarse en la meliponicultura como una apuesta de cuidado territorial y de autonomía económica.
De acuerdo con Paula, integrante de la asociación, el proyecto surge bajo el apoyo económico del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo: “Eso se lo debemos directamente a una compañera que se llama Angie Sanabria y al PNUD que en el 2020 tenía un poco de recurso para apoyar a las mujeres (…) y a Angie se le ocurrió la idea, pues queríamos un proyecto que favoreciera la parte ambiental, digamos como remuneración de la parte agrícola, entonces dijimos que la meliponicultura tenía una buena entrada”.

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En ese tiempo la asociación era el Comité de Mujeres de la cooperativa, y sin tener mucho conocimiento, a finales del 2020 decidieron prepararse para entender el papel ecosistémico que cumplen las meliponas (abejas nativas sin aguijón). “Optamos por esa opción, es un cultivo o un proyecto que no ocupa espacio, un mínimo, y para sostenerlas a ellas hay que tener buena flora, que les permita a ellas tener una calidad de vida para poder recolectar el polen y el néctar de las plantas para convertirlo en miel (…) Hemos venido año tras año, día tras día aprendiendo un poquito más de ello”, relató Paula.
Para ellas, este emprendimiento construye nuevas realidades y tejidos asociativos a través de lo colectivo, reivindicando la importancia del fortalecimiento de alternativas económicas sostenibles y el papel de la mujer en la conservación de la biodiversidad.
Miel, conservación y esperanza: Una forma de cuidarse mejor
Los productos que fabrican en MeliMayu son 100% naturales; su modelo de negocio se enfoca en ofrecer al consumidor derivados cosméticos provenientes de materia prima orgánica. “Nuestro mayor anhelo es, digamos, brindar un producto al consumidor que, más que ser un producto que a nosotros nos genere un recurso económico, un ingreso, es que el consumidor se vaya satisfecho con el uso de estos productos que son beneficiosos para la piel”, señaló Paula.
El SENA, el PNUD, la ARN y la Alianza de Mujeres Tejedoras de Vida del Putumayo han sido actores importantes en el camino de formación tanto organizativa como empresarial; la constitución de esta iniciativa ha sido una construcción paulatina mediante el empoderamiento.

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Teniendo en cuenta que la miel tiene diversas propiedades medicinales, estas mujeres combinan el poder de la fabricación artesanal y los elementos provenientes de la naturaleza. Ejemplo de esto son sus jabones de cúrcuma y miel, que tienen beneficios antioxidantes para la piel, o su champú de miel y romero, que fortalece el crecimiento del cabello. Así mismo, existe un aprovechamiento de las plantas provenientes de la región, como es la sábila, el achote o los tizas, esto para destacarse en el mercado e innovar con fórmulas propias afianzadas en la teoría y la práctica.
Un camino que endulza los sueños
El voz a voz ha sido clave para el crecimiento de este pequeño emprendimiento, según Paula. Las experiencias de los clientes varían, desde la detención de la caída del cabello hasta resultados menos favorables, generando recomendaciones diversas. Su modelo de economía circular impulsa a otros pequeños sectores locales, y a futuro buscan consolidarse como fuente de empleo y bienestar social.
