Fiscalía investiga a exjefe paramilitar Hernán Giraldo Serna por violación a menores
La Fiscalía General de la Nación abrió una nueva investigación en contra del exjefe paramilitar Hernán Giraldo Serna, conocido como ‘El Patrón’, ‘El Viejo’, ‘Taladro’ o ‘El Señor de la Sierra’, por su presunta responsabilidad en los delitos de acceso carnal violento y acceso carnal abusivo con menor de 14 años.
De acuerdo con la investigación, antes de ser extraditado a los Estados Unidos, Giraldo Serna habría abusado sexualmente al menos de cinco menores de edad que habrían ingresado a los sitios de reclusión en Antioquia y Atlántico, donde estuvo privado de la libertad desde febrero de 2006 hasta mayo de 2008.
Estas menores habrían entrado a los penales con la ayuda de Noralba Vasco, una empleada de Giraldo Serna, quien reclutó a las niñas para que fueran abusadas sexualmente. “Supuestamente cuidó a algunas de las víctimas, les proporcionó ropa y otros elementos, y realizó las gestiones para que pudieran ingresar a los diferentes centros penitenciarios”, explicó el ente acusador.
Vasco, presuntamente, sacó provecho económico de las agresiones sexuales contra las menores de edad, por lo que se le impuso medida de aseguramiento privativa de la libertad en la cárcel de Jamundí, por los delitos de trata de personas agravada y explotación sexual agravada.
En el caso de Giraldo Serna, la Fiscalía General lo notificó de este nuevo proceso y lo vinculó con fines de indagatoria. Además, libró una nueva orden de captura en su contra. Actualmente, el exjefe paramilitar permanece privado de la libertad en la cárcel de Itagüí, Antioquia.
El pasado 25 de enero de 2021, Giraldo Serna llegó al país procedente de Estados Unidos, donde permaneció 12 años tras las rejas por delitos de narcotráfico. Aquí, el exparamilitar cumple condena por delitos contra la población civil cuando fue jefe del bloque Resistencia Tayrona de las Autodefensas Unidas de Colombia, que operó en inmediaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta y el departamento de Magdalena entre 1990 y 2006.
Es señalado de desapariciones y desplazamientos forzados, reclutamiento ilícito, homicidios y violencia contra pueblos indígenas. Pero, quizás, su crimen más atroz fue la violación de más de 200 niñas y adolescentes a lo largo de al menos 20 años, por lo que se conoce como el mayor depredador sexual del paramilitarismo en Colombia.
