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Helmut Bellingrodt, artífice de la primera gesta olímpica colombiana

En Munich 1972, Bellingrodt logró la primera presea para el país en unas justas olímpicas con un deporte no muy practicado en el país.
Foto: archivo Comité Olímpico Colombiano
Jonathan Acevedo

Cuando el boxeo y el ciclismo eran los deportes que orquestaban los logros para el país, desde la ciudad de Barranquilla apareció un joven de ascendencia alemana que, en la modalidad de tiro al blanco móvil o tiro al jabalí, le regalaría a Colombia la primera medalla en unos juegos olímpicos después de 40 años de participaciones.

La hazaña se consumó en Múnich (Alemania) el 1 de septiembre de 1972, cuando Helmut Bellingrodt consiguió la presea de plata tras disparar 60 veces y obtener 565 puntos de 600 posibles, siendo superado únicamente por el tirador de la antigua Unión Soviética, Yakov Zhelezniak. Bellingrodt, 49 años después, reseña los sucesos más importantes que recuerda de esta histórica gesta para el deporte nacional.

“Fue una experiencia muy bonita, la recuerdo con mucha alegría. El abanderado era el boxeador Alfonso Pérez, quien también logró medalla de bronce en estos mismos juegos. En esa época, en el comité olímpico eran muy pocas personas, no se tenía la facilidad económica para poder apoyar al deporte, lo hacía directamente el Instituto Colombiano del Deporte”, expresó en diálogo con Señal Deportes de Radio Nacional de Colombia.

Contó que, debido a las dificultades económicas, le tocó utilizar un arma que no era la correcta para participar en la modalidad de tiro al jabalí, una situación que causó gran estupor durante la competencia.

Helmut Bellingrodt

“Era un arma que mi padre había adaptado de otra modalidad llamada rifle tendido, para que funcionara para el blanco móvil. Son armas que tienen diferencias en la empuñadura, la cacha, el peso y la mira. Entonces, cuando yo llegué allá, todo el mundo estaba impresionado porque era un arma extraña y obsoleta”, narró Bellingrodt.

El extirador señaló que su gesta olímpica cayó de sorpresa en el país, considerando que el tiro no es un deporte muy popular en el medio local. Comentó que, a pesar de que nadie lo tenía en el radar para subir al podio, siempre tuvo grandes expectativas previo a la competencia.

“En Europa y Estados Unidos el tiro si es muy popular. Allí no es necesario tener dinero, simplemente se acerca a un campo público, alquila el arma que desee y empieza a entrenar la modalidad que más le guste. Aquí era muy desconocido, solamente la familia del tiro conocía las posibilidades reales de una persona que podía participar en un evento internacional. Yo fui con unas expectativas que solamente conocía la familia de mi deporte”, manifestó.

Reveló, además, una curiosa anécdota que tuvo con el presidente de la Federación Alemana de Tiro después de su triunfo en Múnich. Sostuvo que luego de la ceremonia de premiación, el dirigente trató de convencerlo de recibir la nacionalidad alemana, para competir en representación de dicho país.

“Cuando se me acerca, empieza a hacerme algunas preguntas sobre mi ascendencia y me ofrece la posibilidad de recibir la nacionalidad alemana. Me dijo que me la podía conseguir porque mi mamá y mi abuelo nacieron en Alemania. También me preguntó si yo era profesional o estaba estudiando y, después de que le respondí que estaba terminando mi carrera de arquitectura, me ofreció una beca para una especialización. Incluso, me habló de la posibilidad de darme un apartamento y un vehículo. La única condición era que yo representara a Alemania, pero sin pensarlo le respondí que nunca se me había pasado por la cabeza disparar por otro país que no fuera Colombia”, relató.

Aseguró que el amor y la pasión que sentía por el tiro deportivo y por Colombia le impedían si quiera pensar en defender los colores de otro país.

“Representar a una nación es algo que nace del corazón y de la pasión. Yo puedo tener ascendencia de otro país, pero la nación en donde me crie, compartí con amigos y crecí es el que me genera ese amor”, declaró.

Su cosecha olímpica no terminó con su presentación en Múnich 1972. En 1984, en las justas deportivas realizadas en Los Ángeles, lograría su segunda medalla de plata al ser superado en una reñida final por el chino Li Yuwei.

Hoy, a sus 72 años, continúa practicando el tiro deportivo y compitiendo de vez en cuando de manera aficionada en la categoría senior. Además, es el encargado de liderar a la delegación colombiana que participará en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

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