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Cha Dorina Hernández, la primera mujer palenquera en llegar al Congreso

Cha Dorina Hernández se convirtió en la primera y única mujer palenquera en lograr un puesto en la Cámara de Representantes del Congreso en Colombia.
Cha Dorina Hernández, la primera mujer palenquera en llegar al Congreso
Foto: Cortesía Cha Dorina Herández.
Carol Velásquez

Cha Dorina Hernández estudió su primaria en su tierra, San Basilio de Palenque, un corregimiento en el departamento de Bolívar reconocido como el primer pueblo libre de la América colonial. A temprana edad tuvo que irse hasta Cartagena para continuar con sus estudios de secundaria y fue allí donde su vida cambió, en sus palabras: “Yo sentí desde ese momento el contraste de negación, de discriminación, de racismo”. Allí descubrió su misión: luchar por el reconocimiento de su identidad y combatir el racismo que ella y todos los de su comunidad sufrían.

Así lo describe, “entendimos que más que avergonzarnos, teníamos que reaccionar y tomar posición porque antes éramos muy ricos porque teníamos más de una lengua, muy ricos desde esa historia de lucha”. Y desde entonces, cada vez que regresaba en vacaciones a la comunidad de Palenque, ella, su hermano y otras personas, realizaban un trabajo cultural y de rescate de su lengua e identidad; “decir que no éramos feos porque teníamos la nariz achatada, sino que obedecíamos a otro modelo, a otro patrón cultural, a otros modelos económicos y de desarrollo”.

Han sido más de 40 años de trabajo social, de generar nuevas dinámicas culturales, etnoeducativas y organizativas para la reivindicación de los derechos de los pueblos negros en el departamento de Bolívar. Hoy, gracias a ese compromiso, se convirtió en la primera y única mujer palenquera en lograr un puesto en la Cámara de Representantes con lista cerrada del partido Pacto Histórico en el departamento de Bolívar. Pero en su nuevo rol representará a más personas: “También tengo la doble connotación de que soy la primera y prácticamente la única del departamento en Bolívar que llegó a representar también a los movimientos sociales y políticos alternativos del departamento en la historia del Congreso”, asegura.

Cha Dorina

Cambiar el curso de la historia 

Su trabajo, y el de sus compañeros de lucha, cambiaron el curso de la historia de la cultura afro en Palenque y en la región Caribe. La vergüenza que antes padecían se transformó en orgullo porque esta comunidad afrodescendiente, gracias a su liderazgo, fue declarada en 2005 por la UNESCO como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. De esta forma, dice, “articulamos a nivel nacional diferentes dinámicas organizativas, con los compañeros del Pacífico y de los valles interandinos, para que se incluyera el Artículo Transitorio 55 en la Constitución Política del 91, horas antes de que se firmara, porque decían que ya los negros no existíamos”.

Luego de esto, en 1993, constituyeron el Proceso de Comunidades Negras – PCN – “donde Francia Márquez, mi persona, y muchas otras negras y negros del país hemos venido militando y donde hemos venido planteando los debates de las discusiones de país y de la necesidad de esta gran diversidad cultural”.

Cha Dorina

Un trabajo cultural que también es político 

Cha Dorina Hernández es enfática en decir que su trabajo por la identidad cultural y el reconocimiento de su historia está directamente ligado a lo político. Para ella, su trabajo en el presente está conectado con su pasado y con la posibilidad de libertad y de dignificación en la reestructuración de sus derechos:

“Trabajar la actividad y la historia es posicionarse también políticamente porque entonces nos ubicamos en qué crítica tenemos que estar y cuál es la continuidad política, es decir, no queda fácil torcerse a esa otra cultura o esa política bipartidista o política tradicional, sino que uno se posiciona como un activista político y cultural alrededor de sacar adelante sus reivindicaciones históricas y darle continuidad a esa historia”, manifiesta. 

Cha Dorina

Su futuro trabajo en el Congreso

Para ella, la mayor exigencia que tendrá al llegar al Congreso de la República será recoger todas las demandas que los diferentes movimientos sociales han venido planteando, reivindicando y soñado para poder construir una ciudadanía digna:

“Lo que me corresponde a mí es llevar esos mandatos ciudadanos populares a esa agenda legislativa en el Congreso, como también a estos debates de ciudad y del departamento de Bolívar que no han tenido allí voces para poder llevarlo; porque las voces que han estado en el Congreso son las voces precisamente del verdugo, son las voces del patriarcado, del victimario o del esclavizador”, asegura. 

En su trabajo también incluirá al sector agrario y de salud, quienes también han sido olvidados en su departamento, “sobre todo para reivindicar esos derechos y principalmente curar todas nuestras heridas de hambre y miseria en la que históricamente hemos sido sometidos y saqueados”. 

Por otro lado, buscará promover la creación del Ministerio de la Mujer, pues considera que el trato que la población femenina ha tenido en la historia ha sido muy “racializado y deshumanizado”. Afirma que, “sobre todo por esa política patriarcal heredada de ese invasor español que no ha permitido que haya una complementariedad de las mujeres cuidadoras, feministas, madres de familia y cabezas de hogar”.

Además, como etnoeducadora, apoyará iniciativas que busquen impulsar una educación de calidad: “una educación que esté en consonancia con nuestras vocaciones territoriales. Salimos a buscar el desarrollo fuera porque no hay una educación que nos permita mirar esa vocación de desarrollo de nuestros territorios, pero igualmente también en trabajar para que constituyamos de Colombia una gran potencia cultural”.

cha

Por qué “Cha”

Cha es un artículo que se le antepone a los nombres y es una palabra contundente y mágica, describe Dorima. Es una palabra conecta con las primeras mujeres cimarronas, las mujeres cha cimarronas que siempre lucharon por la libertad; como es el caso de Orika Biohó, la hija de Benkos Biohó, líder de la lucha antiesclavista en Cartagena de Indias y sus alrededores. Esta voz “nos remonta entonces a esa historia libertaria y decolonial, pero Cha también es el origen de nuestra identidad cultural, de la champeta, de esta cultura que nos identifica como Caribe colombiano y significa también autoridad y guía”.

Así, antes de ser congresista, Cha Dorina Hernández ha gestado y liderado muchas iniciativas que no han sido menores para su comunidad y que ahora espera impulsarlas en todo el país. 

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