Presidente Petro anuncia salario mínimo para tropa y patrulleros de la Fuerza Pública
El presidente Gustavo Petro asistió este lunes, en Bogotá, a la ceremonia de ascensos y reconocimiento de los oficiales generales y de insignia de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, realizada en el campo de paradas de la Escuela Militar de Cadetes General José María Córdova. Durante su intervención el mandatario ordenó revisar el presupuesto del sector defensa para implementar el salario mínimo de acuerdo al incremento anunciado el mismo día y también abordó otros aspectos como la tecnología antidrones y la lucha contra el narcotráfico.
La ceremonia se realizó en el campo de paradas de la Escuela Militar de Cadetes General José María Córdova, en Bogotá, con ascensos, entrega de medallas de tiempo de servicio y reconocimiento de la nueva cúpula de Fuerzas Militares y Policía Nacional, con los relevos y continuidades anunciados previamente para 2026.
En su intervención, el jefe de Estado planteó que el país requiere ajustar la lectura pública sobre la violencia y concentrar la acción institucional en los focos urbanos donde, según dijo, se está reconfigurando el homicidio, con énfasis en Bogotá, Cali y su área metropolitana. En ese marco, vinculó la dinámica del narcotráfico a estructuras multinacionales y reiteró que Colombia se queda con el costo humano mientras las ganancias se concentran fuera del país.
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Salario mínimo para tropa y patrulleros: “algo se le prometió” a quienes no lo reciben
El anuncio de mayor impacto administrativo fue el referido a la remuneración de parte del personal uniformado. El Presidente señaló que, tras decretar el salario mínimo de 2026 en $2’000.000 con auxilio de transporte, se debe revisar el presupuesto de la fuerza pública para cumplir una promesa que se hizo a la tropa y a los patrulleros de Policía que no devengaban salario mínimo.
El mandatario advirtió que el presupuesto aprobado pudo haber quedado desfasado si no incorporó el escenario probable del incremento y pidió un cruce inmediato entre los ministerios de Defensa y Hacienda para ajustar cuentas antes del cierre fiscal.
“Se le prometió a la tropa y a los patrulleros de policía que recibirían un salario mínimo. No se dijo cuánto y todavía no teníamos claras las cuentas, y el presupuesto fue aprobado y eso es lo que tienen ustedes que mirar", afirmó. Luego agregó: "Entonces, si no contemplaron que el salario mínimo del año entrante iba a ser de $2’000.000, entonces está subvalorado el presupuesto… para Policía, para Fuerzas Militares, fuerza pública… tengo que saber cuál es el dato”.
La referencia se dio en el mismo escenario en el que el Presidente formalizó el inicio de funciones de la nueva cúpula, encabezada por el general Hugo Alejandro López Barreto en el Comando General de las Fuerzas Militares, y la continuidad del general William Oswaldo Rincón Zambrano como director de la Policía Nacional.
Un mapa satelital de coca cada fin de mes: orden a la Policía para “control ciudadano”
El segundo anuncio fue una directriz operacional y de transparencia pública: el Presidente ordenó a la Policía Nacional publicar mensualmente el mapa satelital de cultivos de hoja de coca. En su intervención explicó que la institución cuenta con imágenes satelitales y herramientas para diferenciar niveles de productividad y ubicación, y afirmó que esa información debe ponerse bajo control de la ciudadanía.
El jefe de Estado presentó esta medida como parte de la estrategia y la táctica, y la conectó con el debate sobre mediciones internacionales. “Le ordené al general Rincón, de la Policía, que tiene las imágenes satelitales… la Policía debe publicar cada fin de mes el mapa satelital de cultivos de hoja de coca para que la ciudadanía sepa si eso está creciendo… y si saben dónde creció y dónde no creció… puede tener esa información bajo control de la ciudadanía… todo eso es parte de la estrategia militar y la táctica”.
En el mismo , el Presidente afirmó que, según los balances de 2025 mencionados en su intervención, Colombia habría detenido el crecimiento de los cultivos y pidió que el debate público se nutra de datos territorializados y verificables, no solo de cifras agregadas.
Antidrones como prioridad: “no podemos exponer a la juventud uniformada”
El tercer anuncio fue de carácter tecnológico y y táctico: el Presidente sostuvo que el conflicto cambió, y que hoy una parte decisiva del daño a la fuerza pública proviene de ataques con drones. En ese punto, habló de heridos y muertos recientes por “fuego de drones” y argumentó que el Estado no puede seguir operando con desventaja frente a organizaciones criminales que compran estas capacidades “por miles” con dinero en efectivo.
El mandatario ordenó priorizar la compra de sistemas antidrones para cubrir buena parte del país y sostuvo que ningún pelotón debería operar en zonas de conflicto sin esa protección. "El presupuesto prioriza la compra de anti drones antes que nada. Está la plata para cubrir buena parte del país, aún no todo; que debe ser todo, porque los drones pueden ponerse hasta aquí mismo, que no tenemos un antidron, aquí estamos expuestos”.
"No podemos exponer a la juventud uniformada de Colombia a los narcotraficantes y, por tanto, necesitamos antidrones ya, General, como sea. [...] no podemos esperar 3 años más o perdemos la iniciativa y el que pierde la iniciativa militar, general Hugo López, pierde la guerra", aseguró el Presidente.
En esa línea, el jefe de Estado defendió que esta inversión se articula con otros componentes de la modernización operativa (blindajes, comunicaciones y equipos), y pidió rapidez administrativa para no perder iniciativa en el terreno, en un contexto que describió como una guerra atravesada por cambios tecnológicos y por economías criminales transnacionales.
El trasfondo del discurso: violencia urbana, redes criminales transnacionales y control institucional
Aunque los anuncios se concentraron en salario, monitoreo y tecnología, el Presidente también dedicó parte de su intervención a señalar que la violencia no debe leerse como un fenómeno “lejano” limitado a zonas históricas de guerra. Dijo que el homicidio se está concentrando en ciudades, mencionó a Bogotá como un foco que exige correcciones, y habló de economías de extorsión y cobros asociados al narcotráfico en Cali y su entorno.
Además, insistió en que las estructuras que se lucran del narcotráfico operan con mandos y rentas que, en su visión, se quedan en circuitos financieros y patrimoniales fuera de Colombia, mientras el país asume el costo humano. Esa lectura fue presentada como parte del análisis del Estado para comprender un fenómeno que describió como multinacional.