Pasar al contenido principal
CERRAR

Día Mundial del Medio Ambiente: ¿Cómo podemos salvar el río Magdalena?

María Benitez es pescadora artesanal del río Magdalena en Gamarra, al sur del Cesar. Como ella, 50.000 familias de pescadores dependen de este afluente, considerado como la principal arteria fluvial de Colombia. Además, 32,5 millones de colombianos tienen alguna relación con este río, que nace en el Páramo de las Papas, en el Macizo Colombiano, a 3.585 metros de altura.

Rosario Gómez, coordinadora del Proyecto Magdalena de la organización The Nature Conservancy, que trabaja en alianza con el Gobierno y otras instituciones en el aprovechamiento y conservación del Río, asegura que su “cuenca abarca el 25% del territorio nacional, produce el 80% del Producto Interno Bruto (PIB), el 70% de la generación hidroeléctrica, el 75% de la agricultura y ha sido siempre la promotora de desarrollo del país. El Río es clave para navegabilidad y control de cambio climático .

El Río Magdalena y su cuenca involucran 724 municipios de 19 departamentos del país. Su preservación, como la de todos nuestros ríos, es fundamental para Colombia. Así lo expresa Alegría Fonseca, directora de la organización ambiental Alma: “Además de la belleza escénica que ellos poseen, tienen todos los elementos necesarios para la alimentación del hombre. Producen el riego para las plantas, así que tienen una inminente responsabilidad en el desarrollo de la agricultura y la ganadería. El río es parte del desarrollo de un país, tanto que a su alrededor se van desarrollando las poblaciones y se van surtiendo de estas aguas para poder vivir .

Pero el río Magdalena enfrenta graves amenazas. La contaminación y las actividades productivas mal manejadas a su alrededor han afectado la pesca, la navegabilidad y las condiciones ambientales de toda la cuenca. Incluso, algunos proyectos para recuperar la utilidad del río, en especial su navegabilidad, preocupan a ambientalistas como Juan Carlos Gutiérrez, director científico de Alma, quien advierte sobre la pérdida de conectividad del río que podría derivarse de proyectos como éstos.

Sin embargo, otras personas que trabajan en su conservación, aseguran que todas estas preocupaciones se resumen en una. Según Rosario Gómez, de The Nature Conservancy, la planificación no coordinada entre diferentes sectores con injerencia en la cuenca y además una planificación que no incorpora variables ambientales dentro de la misma, es la principal amenaza.

La buena noticia es que, después de la ola invernal de 2010 y 2011, el Río Magdalena volvió a la agenda del Gobierno y las organizaciones privadas. El Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible lidera el Plan Estratégico de la Macrocuenca y el Consejo para la Cuenca del Magdalena, con el fin dar lineamientos al sector hidroeléctrico, minero, agrícola, ganadero, pesquero y a la sociedad en general de tal manera que se aprovechen los recursos del río y se garantice su preservación.

Cuando el río Magdalena llega al Mar Caribe por Bocas de Ceniza en Barranquilla y en la bahía de Cartagena por el Canal del Dique, ya ha beneficiado al menos al 77% de la población colombiana. No importa desde qué sector, seguramente usted, aunque no lo sepa, se ha visto favorecido por estas aguas. ¡Cuídelas!

Por Juliana Cañaveral

ETIQUETAS