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El abrazo de perdón entre el sargento Lasso y una de sus secuestradoras

En un acto de reconciliación, el suboficial y Luz Marina Giraldo demostraron que sí es posible perdonar.

Por: Tarhen Fernanda Álvarez. @RadNalLlanos

Después de 20 años de haberse enfrentado en una “guerra infame”, así la califican ellos, se reencontraron el sargento César Augusto Lasso y Luz Marina Giraldo.

Él, estuvo secuestrado por las Farc durante 14 años. Ella, fue una de las guerrilleras que participó de la toma al municipio de Mitú, en el departamento del Vaupés, donde fueron secuestrados el sargento Lasso y 61 miembros más de la Fuerza Pública.

Ese primero de noviembre de 1998, el sargento Lasso y los demás policías y militares secuestrados, tuvieron que salir de la estación de Policía con las manos en la nuca. Del otro lado estaban alrededor de 900 guerrilleros que les apuntaban con sus fusiles.

Durante el ataque que se perpetuó por 72 horas, 41 personas fallecieron, la mayoría de la Fuerza Pública.

Luz Marina era enfermera de la organización subversiva, y aunque vestía camuflado y portaba fusil, tenía la misión de atender a los guerrilleros que resultaran heridos.

De ese día ambos recuerdan las bombas, el sonido de los helicópteros y las balas que cruzaban de un lado al otro. Desde dos ángulos distintos, pero cada uno defendiendo sus ideales, vieron morir en sus brazos a varios de sus compañeros.

Mientras el sargento Lasso estuvo durante 14 años secuestrado, lejos de su familia, en medio de la selva y bajo la inclemencia de la guerra, Luz Marina pagó durante 13 años de cárcel su participación en el secuestro del sargento Lasso.

Llegó el perdón

En un encuentro de víctimas del conflicto que se realizó en Villavicencio, Luz Marina y el sargento César Augusto Lasso se fundieron en un abrazo de perdón.

A pesar de las heridas, ambos decidieron abrir su corazón “Hoy estamos acá, mostrando que sí se puede perdonar, que sí es posible escribir una nueva historia de reconciliación en nuestro país. Nosotros estuvimos en las entrañas de la guerra, y sabemos el dolor que causamos cada uno desde su papel, pero ahora queremos hacer la paz”, dijo Luz Marina.

Por su parte el sargento César Augusto Lasso dijo que es posible perdonar, y que él y su familia ya lo hicieron. “Acá lo único que nos queda es confiar y trabajar juntos para que Colombia perdone y se acabe la guerra del odio. A Luz Marina le digo que le creo y confío en que quiere un nuevo país y que no podemos retroceder”.

El mensaje de reconciliación del sargento Lasso y Luz Marina quedó en la memoria de todos los asistentes, quienes se mostraron conmovidos con la historia de estas dos personas que compartieron la guerra y que ahora comparten el deseo de caminar por el sendero de la reconciliación.

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