El secretario general de Unasur Ernesto Samper, en rechazo a las múltiples críticas de la posición asumida por el organismo, aseguró que la primera voz en rechazo a las deportaciones masivas fue la de Unasur el 26 de agosto cuando solicitaron la suspensión de estas.
El expresidente de Colombia y secretario de la Unasur, Ernesto Samper, aseguró que no puede tomar posición a favor o en contra en la crisis que atraviesa Colombia y Venezuela, ya que el rol del organismo multinacional no es defender los intereses propios de uno u otro país.
“Estoy en la mitad de un fuego cruzado, eso lo que demuestra que no estamos en un lugar de tomar partido y encontrar posiciones; eso lo deben entender los colombianos. Como colombiano represento a mi país pero los colombianos no pueden esperar que no cumpla con el deber de mantener la neutralidad. Esperemos; en Colombia están desesperados por una solución y nosotros estamos buscando los mejores caminos”, manifestó en diálogo con Radio Nacional de Colombia.
El expresidente hizo un llamado a la paciencia y recordó que los problemas de Colombia y Venezuela no son los únicos asuntos difíciles que afronta la región.
“Unasur no puede reemplazar a los países que son quienes deben resolver sus situaciones. En el caso de Colombia y Venezuela nosotros hemos intervenido pero no a las malas porque eso debe ser mediado por estos países; nuestra labor es que los países encuentren fórmulas”, dijo.
Samper aseguró que la solución más acertada para la crisis es a través de una cumbre de presidentes de la que se mostró esperanzado en caso de que el presidente Santos y el presidente Maduro la acuerden.
“Cuando estuve como presidente todas las situaciones parecidas se solucionaron a través de vías diplomáticas y no es la primera vez que Unasur interviene en asuntos tan delicados; nosotros actuamos con tranquilidad tratando de encontrar razón de las dos partes sin reemplazarlas”.