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Filarmónica Emberá Chamí: la única orquesta indígena de música clásica en el país

Alejandro Vásquez y miembros de su orquesta comenzaron en 2018 a asistir al resguardo en calidad de profesores de los chicos, con la ilusión de darle fundamento a la iniciativa y tocar juntos algún día.
María Isabel Quintero

El pasado mes de enero, un grupo de 47 niños y niñas de pueblo Emberá Chamí vivieron un encuentro artístico sin precedentes en el evento de cierre del Hay Festival 2022 – Capítulo Jericó.

Como integrantes de la única orquesta indígena de música clásica en el país, se fusionaron con la Orquesta Filarmónica de Medellín-Filarmed en un momento culminante de un proyecto ideado por la Fundación Pasión y Corazón en cabeza de su director Alejandro Vásquez. Sobre el concierto, el proyecto y sus detalles, hablamos con Vania Abello, subdirectora de programación de Filarmed.

«Alejandro tiene también otro proyecto que es la Filarmónica Metropolitana, la orquesta que acoge a la Filarmónica Emberá», dice Vania, refiriéndose al génesis de la agrupación, al inicio de la idea misma y al comienzo del acercamiento a estos jóvenes, habitantes del Resguardo Marcelino Tascón, ubicado en Valparaíso, Antioquia.

 

De forma que, salvando algunas dificultades como los poco más de 70 km entre Medellín y Valparaíso, o los calendarios especiales que rigen a la comunidad y que limitan las posibilidades de acceso a su territorio, Alejandro Vásquez y miembros de su orquesta comenzaron en 2018 a asistir al resguardo en calidad de profesores de los chicos, con la ilusión de darle fundamento a la iniciativa y tocar juntos algún día.

Llegó la pandemia y con ella un reto más que, gracias a la asistencia y gestión de Filarmed, se transformó en ganancia, aprendizaje y escuela que allanaron el camino hacia la meta final.

Vania reconoce que «en las ciudades normalmente estamos muy desconectados de estas culturas, que son las culturas que realmente habitaban este país antes… ha sido muy bonito, ha sido encontrarnos en ese camino.

La subdirectora aseguró que para ellos, como músicos de la Orquesta Filarmónica de Medellín, “fue muy importante porque es un encuentro muy distinto, porque nuestras maneras de acercarnos a la vida son muy distintas».

Ese encuentro es precisamente el punto crucial, el núcleo de la Filarmónica Emberá Chamí, proyecto en donde hicieron convergencia la voluntad, la persistencia y la gestión de alianzas estratégicas fundamentales y necesarias para construir.

La colaboración como salvación de las buenas ideas garantizará que se puedan derrumbar fronteras. Y persistir, sin duda, hará posible el encuentro con el otro y potenciará el alcance social que una fuerza incontenible como la música logra en la sociedad.

 

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