97 años de la Masacre de las Bananeras: memoria, historia y organización social en Ciénaga
En el Colegio San Juan de Córdoba de Ciénaga, Magdalena, historiadores, académicos, sindicatos y liderazgos sociales se reunieron durante una semana para conmemorar la Masacre de las Bananeras, registrada entre la noche del 5 y la madrugada del 6 de diciembre de 1928. Estos encuentros también sirvieron para recuperar la memoria histórica y avanzar en la construcción de actividades hacia el centenario de 2028.
Causas del conflicto
El historiador Juan Ruiz Avendaño, quien ha investigado el hecho por seis décadas, recordó que las causas del conflicto surgieron por las pésimas condiciones laborales, las jornadas extenuantes y las reclamaciones mínimas de los trabajadores bananeros, enmarcadas en nueve peticiones.
“Exigían mejoras básicas como alimentos dignos, pago justo y espacios de bienestar familiar”, explicó.
Agregó que la desigualdad entre los obreros y los gerentes de la United Fruit Company era marcada: “Ellos vivían en lujosos barrios, mientras que los trabajadores residían en zonas de gran pobreza como Riofrío, Orihueca y Guacamayal, hoy corregimientos de Zona Bananera”.
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Voces de la masacre
La conmemoración también evocó las voces que hicieron pública la masacre: Gabriel García Márquez, quien la llevó a la ficción en Cien años de soledad, y Jorge Eliécer Gaitán, que denunció en el Congreso la actuación de las fuerzas militares contra los huelguistas. Los paneles advirtieron que, pese a las evidencias, aún persisten negacionismos y minimizaciones del suceso entre algunos actores políticos.
Por su parte, Carlos González, docente e investigador sindical, resaltó la presencia de académicos, sindicalistas y estudiantes de la Universidad del Valle del Cauca, quienes aportan investigación y trabajo organizativo para construir una memoria crítica de cara al centenario de 2028.
González indicó que el activismo social tiene hoy más espacio para expresarse y que la defensa de los derechos laborales sigue siendo urgente.
“Con el actual gobierno del presidente Gustavo Petro se han visto más garantías para la clase trabajadora; el aumento del salario mínimo ha sido más justo en comparación con gobiernos anteriores”, afirmó.
Los participantes coincidieron en la importancia de convertir la conmemoración en una herramienta pedagógica y política: “preparar actividades que permitan a nuevas generaciones conocer la historia, impulsar investigaciones y articular propuestas públicas que reconozcan el hecho y sus consecuencias”. Con ello se perfila una agenda académica y cultural que atraviese la región hasta 2028.
Los organizadores insistieron en mantener viva la memoria como un acto de justicia histórica y una alerta para que hechos de violencia contra trabajadores y comunidades no se repitan.
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La Ruta de la Memoria: Ciénaga convierte su historia en reflexión y aprendizaje
La “Ruta de la Memoria” se consolida como una apuesta cultural y turística para honrar a las víctimas de 1928 y promover la investigación histórica en el Magdalena.
En la última entrega del especial realizado desde Ciénaga, se destacó cómo este territorio no solo conserva viva la memoria de uno de los episodios más dolorosos de la historia laboral colombiana, sino que ha convertido ese pasado en una oportunidad para fortalecer el turismo cultural.
Durante el especial se abordaron la dimensión histórica de la huelga, las luchas sindicales que surgieron a raíz de la masacre y las propuestas investigativas que siguen alimentando la memoria colectiva.
En este contexto, Agustín Lara, presidente de la Corporación de Turismo de Ciénaga, explicó el origen de la iniciativa de turismo de memoria. Según él, “la memoria no se puede borrar”, y por ello la comunidad decidió emprender acciones para mantener viva este cruento hecho histórico.
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Lara destacó que la Ruta de la Memoria es un recorrido que contextualiza a los visitantes sobre los lugares clave de la huelga, el conflicto laboral con la United Fruit Company y los hechos del 5 y 6 de diciembre de 1928. Entre esos sitios están la antigua Estación del Ferrocarril, La Caballeriza y otros puntos descritos en testimonios y en obras como Las Bananeras.
El promotor turístico señaló que este tipo de turismo invita a la reflexión y al aprendizaje. “Muchas personas llegan movidas por la historia, por la huella que dejó la masacre, y por la conexión literaria que hizo García Márquez en Cien años de soledad. Aunque el número real de víctimas nunca se ha confirmado, la novela inmortalizó el hecho y despertó un mayor interés nacional e internacional”, explicó.
El turismo de memoria, añadió, es una forma de preservar un patrimonio histórico que pertenece a Colombia y a toda Latinoamérica, y se proyecta como un motor de desarrollo económico y cultural para el municipio.
“Estamos defendiendo la memoria y garantizando que las nuevas generaciones comprendan la importancia de este episodio”, aseguró.
La Corporación de Turismo invita a visitantes de todo el país a recorrer la Ruta de la Memoria y conocer de cerca la historia de la masacre. El especial concluyó destacando que Ciénaga, segundo municipio más importante del Magdalena, se consolida como un destino que combina cultura, historia y una profunda vocación por la paz.