Pasar al contenido principal
CERRAR

Informe Especial: Cineastas siguen quedando en la quiebra para cumplir el sueño de hacer cine

"García" fue la primera película que el cineasta José Luis Rugeles dirigió. Para sacarla adelante tuvo que invertir 1.200 millones de pesos, mucho menos que los millones de dólares que suelen costar las producciones estadounidenses.

Pero aún así, era demasiado dinero para José Luis y su equipo de trabajo, por lo que tuvo que acudir a múltiples formas de financiación, incluyendo dineros estatales.

“Recibimos el premio de Ibermedia, el guion nos lo ayudó a escribir la Fundación Carolina, era un guion de Diego Vivanco, con dinero nuestros de Rhayuela, con la ayuda de RCN, pudimos juntar dinero de todos lados y salir adelante, se hizo con las ganas , cuenta el cineasta.

La filmación de García duró cuatro semanas, pero la preproducción y la postproducción duraron varios años. El 13 de abril de 2010 finalmente la película se estrenó, pero desde el comienzo dificultades técnicas se hicieron evidentes y los resultados en taquilla no fueron los mejores.

“Sólo tuvimos 55 mil espectadores, porque la película no sonaba casi, estaba bien mezclada pero se había cometido un error en la masterizacion y los expertos recomendaron subirle tres punticos, le dijimos a los de las salas de exhibición y ellos no lo hicieron, entonces uno iba a ver la película y sonaba más una persona al lado comiendo chitos que la película al frente , se lamenta Rugeles.

Con García pasó lo mismo que ha pasado con la mayoría de las 100 películas colombianas que han contado con apoyo económico del Ministerio de Cultura a través del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico: Duran poco tiempo en cartelera y pocos las ven.

El jefe del Área Audiovisual de la Universidad de la Sábana, Jerónimo Rivera, explica que el fenómeno se debe a que las salas de exhibición son demasiado impacientes.

“Normalmente a las películas colombianas les dan entre uno y dos fines de semana para tratar de acercar al público a las historias. Es lamentable porque hay gente que no puede ir el primer fin de semana y cuando quiere ir ya no está la película porque no le dieron el tiempo suficiente para estar en cartelera , asegura el experto.

Decía Luis Ospina que hacer una película es como lanzarse de un tercer piso y hacer la segunda es como lanzarse del séptimo. Pese a los apoyos económicos fijados por la ley de cine que por estos días cumplen 10 años, muchos directores quedan en la quiebra al tratar de cumplir el sueño de hacer cine.

“Acuden a todo, hay directores que hipotecan la casa, hay directores que venden el carro, otros la finca, esta locura de hacer cine es una locura porque se pueden llegar a medidas muy extremas, pero cada vez más los directores y productores están siendo más serios en sus modelos de negocio , dice Rivera.

El panorama no es el mejor para el cine colombiano pero es positivo sí se compara con el de hace 10 años, según Adelfa Martínez, directora de Cinematografía del Ministerio de Cultura.

“Se han irrigado al sector alrededor de 220 mil millones de pesos en estos 10 años y esto nos ha permitido crecer contundentemente. Antes de la Ley de Cine teníamos un promedio de tres películas estrenadas en salas de cine, hoy en día tenemos un promedio del 12% y con una cifra record como las del año pasado del 2012 en la que estrenamos 23 largometrajes , destaca la funcionaria.

Con los recursos destinados por el Ministerio a la industria, otro tipo de cineastas se ha visto beneficiados: Los que hacen cortometrajes. Uno de ellos es Jorge Mario Vera, quien ha logrado ganar varias convocatorias estatales y así ha logrado financiar sus proyectos, aunque a su juicio el dinero que se otorga no es suficiente.

“A veces uno no sabe si es un premio o un castigo porque las exigencias que ellos mismos hacen ponen en la convocatoria son muchas más costosas de los del premio que están entregando. Como copiar en 35 milímetros, que tenga una licencia Dolby, que la mezcla sea profesional sea profesional, ese tipo de cosas hacen que los costos sean más altos que los que da el premio , advierte Vera.

Más que la falta de dinero, lo que más daño le está haciendo al cine colombiano es el poco apoyo del público. Con excepción de algunas comedias, pocas dan ganancias y es por eso que expertos como Jerónimo Rivera, consideran que es necesario formar a los colombianos para que aprendan a ver cine

“La creación por ejemplo de salas de cine alternativas que presenten contenido independiente sino internacional. Tenemos algunas cuantas en las principales ciudades del país pero son insuficientes y costosas, la gente no puede acceder públicamente a ellas, una buena iniciativa es que desde el estado se promuevan salas alternativas que no tengan necesidad de retribución económica , asegura Jerónimo Rivera.

Muchos dicen que no ven cine colombiano porque sólo hablan de narcotráfico y violencia, pero sólo hace falta ver el listado de las películas nacionales que salieron a las salas de cine para ver que las temáticas son variadas. Cuentan historias que van desde el viaje que inicia un juglar vallenato para devolver un acordeón hasta la angustia de una mujer que queda atrapada en un cuarto diseñado por un agente nazi.

ETIQUETAS