La piqueria vallenata, un duelo de versos al son del acordeón
El vallenato es otro lenguaje creado a partir de las guitarras y el acordeón. En el Cesar, este sonido hace parte del hablar de su gente, los nativos tiene un pequeño son, un ritmo al hablar. Tal vez por eso las historias de esas tierras no se contaban sino que se cantaban: mitos, desamores, caminatas, sensaciones, todo allí se transforma en vallenato.
La Paz, municipio del Cesar, también es sede para dar continuidad a la leyenda que ha escrito este género en el Caribe. En este lugar vive James Zequeira, quien dedicó su vida a vivir los aires vallenatos de su región de una manera diferente: él es un versador, aquel que de manera precisa tiene la habilidad de armar un verso improvisado, que rime, se acople al ritmo, pero que sobre todo, sorprenda por su originalidad.
La capacidad de los versadores se mide en una contienda especial que tiene lugar cada festival vallenato o feria, se llama piqueria. Allí dos o más repentistas se enfrentan en un duelo de letras y rimas. El más creativo, romántico, y hasta pícaro, es quien se corona ganador del duelo.
'Tato', como le dicen a James Zequeira ya ha ganado piqueras en varias ocasiones en diferentes festivales vallenatos. Uno de ellos, fue en La Paz, cuando en el IV Festival de Canciones y Voces, la gente coreó su nombre al lograr vencer a José Luis Villero y José Bornacelly en la tarima Jorge Oñate de la Plaza Olaya Herrera. Según él, la piqueria encarna la alegría y el lado picaresco del folclor vallenato.
Aunque en la anterior demostración versó solo, Tato Zequeira se unió a Nixón Ramírez y nos regaló toda una piquera completa. Esta, particularmente, no fue un duelo, sino una declamación de dos voces a ritmo de vallenato.
