Por: Ingrid García. Radio Nacional de Colombia Nariño
Cada año, el Carnaval de Negros y Blancos es noticia nacional e internacional por la majestuosidad de sus carrozas, la belleza de las danzas, los atuendos y el juego, elementos que hacen parte de una fiesta que pretende exaltar lo mejor de los nariñenses y en el que las mujeres tienen rol muy importante.
Durante esta fiesta de color, música y danza, la mujer nariñense juega un papel fundamental como símbolo de fuerza y tenacidad. Por eso es representada en murgas y carrozas, muchas veces simbolizada a través de seres mitológicos, mujeres que emergen las bocas del Volcán Galeras, pero también dulcemente retratadas como guaneñas con sus trajes típicos.
En tiempos de antaño, con sus manos se dedicaban a preparar los alimentos de los artesanos del Carnaval, pero con el tiempo y los cambios sociales fueron tomando poco a poco su espacio en el carnaval y hoy son parte clave del mismo.
La maestra Alba Risueño, nos cuenta que dentro de la fiesta magna encontramos a la mujer en varios roles: modistas que pasan noches enteras conjugando licras, satines, encajes y todo tipo de telas; tejedoras, como ella, que se dedican juiciosamente a la elaboración de accesorios complementarios, todo para dar vida a los trajes que lucen quienes participan en los colectivos, las murgas y las carrozas.
Por su parte, Alba Lucy Meneses, licenciada en artes visuales y danzante del carnaval, destaca la participación de ellas en las diferentes coreografías y puestas en escenas que cobran vida en la senda del carnaval.
“Nosotras tratamos de cuidar cada detalle, pues los trajes y rostros llenos de colores son retratados por los turistas. Además las mujeres coreógrafas, ya han creado meses antes los movimientos al compás del sonsureño, las músicas andinas y los tradicionales temas de las murgas, para que propios y foráneos se contagien del ritmo y bailen al son de cada paso que realizamos por la senda”, explica.
También contamos artistas musicales como María Elena Narváez que junto a sus hijas Diana y Carolina, con su instrumento en mano crean la música de quienes las anteceden bailando, y son aquellas que animan las carrozas animando las arengas de “¡Viva el Carnaval de Negros y Blancos!”
“Sea cual sea el papel, nosotras mantenemos las expresiones de alegría vivas desde el inicio hasta el fin de la senda, siempre dispuestas a dar lo mejor de cada una, independientemente del del rol que estemos desempeñando”, dice orgullosa Alba Lucy.
Para esta docente, la mujer poco a poco ha tomado un lugar crucial en esta fiesta emblemática al sur de Colombia, abriendo camino a las nuevas generaciones, encargados de preservar esta tradición.
Todas ellas coinciden en que se acerca el día en que una artesana presente su carroza y reciba el máximo galardón en su categoría. Comentan ansiosas que ese será un día memorable para la historia del carnaval.
Así son las mujeres que dan vida al Carnaval de Negros y Blancos: orgullosas de su identidad, visionarias y luchadoras. Mujeres que siguen el legado de sus antepasados, que trabajan con esfuerzo y dedicación para conservarlo y que ponen su sello en cada edición de un evento que todos los nariñenses llevan en el corazón.