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Ricardo Zapata y la música llanera bogotana

Televisión, radio e industria discográfica fueron por igual factores decisivos en la formación del gusto y la práctica musical emprendida por Ricardo Zapata (Bogotá, 1960) desde la infancia. Este músico es uno de los bajistas con mayor presencia en el desarrollo que tuvo la música llanera desde los años 80 en el contexto colombiano. Figuras como los arpistas Darío Robayo y Carlos Rojas, el Cholo Valderrama, Walter Silva y otro amplio número de vocalistas, han contado con sus aportes.
Particularmente importante al momento de indagar en Zapata por sus inicios musicales, fue un pequeño radio que le regaló una tía, con capacidad para sintonizar emisoras de onda corta. Eso, según recuerda, lo puso en contacto con una amplia gama musical dentro de la cual se encontraba la música procedente de Venezuela. Es una historia común a muchos músicos dedicados al joropo, de la generación nacida en las décadas de 1950 y 60.
Así como también es común para esa misma generación el influjo ejercido por la programación radial de diversas emisoras, que incluyó emisiones de trabajos discográficos y actuaciones de músicos en vivo. Son evocados con frecuencia músicos como Oriol Rangel y Manuel J. Bernal, activos en la ciudad de Bogotá. Habría que sumar en la capital a Alex Tobar y en Medellín el fuerte influjo de Luis Uribe Bueno.
De manera que las primeras experiencias musicales de Zapata estuvieron ligadas a la práctica musical de aquel conjunto de géneros denominado “música andina colombiana . Sobre los 10 años de edad, como joven bandolista ingresó a la Estudiantina de Telecom y tomo parte de un movimiento que para los años 70 aún mantenía su fortaleza. Fueron numerosas las estudiantinas activas por entonces en una actividad que evoca Fabián Forero en su libro “Entre cuerdas y recuerdos, mi vida en la bandola (Universidad El Bosque, 2010).
Pasados pocos años, al tiempo que las estudiantinas fueron perdiendo impulso, para el final de los 70 el interés musical de Zapata fue captado por el arpa. A pesar de la actividad de músicos como Arnulfo Briceño, Manuel J. Larrocha, David Parales y poco más tarde el mismo Carlos Rojas, el arpa y el joropo mantenían mucho de lo exótico que fueron en el contexto bogotano aún entrados los años 80.
Pero su crecimiento y difusión fue rápida y efectiva. Al preguntarle por el número de discos grabados, Zapata afirma no tener una cuenta clara, pero asegura haber pasado el centenar y ello alcanzó un nivel ya representativo en un corto periodo que se inicia a mediados de los 80. Una época en la que el músico participó en tertulias, conciertos en auditorios y festivales que, siendo ya un experto, por fin le permitieron conocer el Llano. Una condición que no debe sorprender (esta última de no haber visto fundos, llanuras sempiternas y garzas al amanecer), dado el carácter mediático de la música llanera, eje transversal en la carrera de Ricardo Zapata.
Su instrumento, el bajo, sin el cual difícilmente se encuentra en la actualidad un conjunto de música llanera, es justamente el mejor indicador de lo fértil que resultó el contexto urbano para un tipo de música que si bien mantiene en algunos de sus textos la adoración por el entorno rural, encuentra en la ciudad algunos de sus más representativos creadores.
Ricardo Zapata en los Grandes Músicos Colombianos de Señal Radio Colombia. Domingos 10 am – 12 m. Repetición, martes 10 pm - 12 am.
José Perilla

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