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Vasijas de barro: un tesoro artesanal en Toluviejo, Sucre

Hombre y mujeres llenan sus manos de barro para salvaguardar un arte ancestral que, además, significa el sustento de muchas familias.
Fotos: Mayerlis Colón, gestora cultural de Toluviejo, Sucre.
Yesica Paola Valdés

En Toluviejo, Sucre, municipio de los Montes de María donde se encuentran 15 cabildos indígenas, mujeres y hombres se dedican con sus manos repletas de costumbres ancestrales a transformar el barro en vasijas y otros elementos, un gran tesoro artesanal de la región y el país.

En ese mismo escenario está Mayerlis Colón, gestora cultural del municipio quien desde hace aproximadamente tres años promueve rescatar desde lo más profundo del barro emprendimientos para su comunidad.

“Entre los años 50 y 70 se hacían especialmente las tinajeras en barro para conservar el agua fresca, y las ollas para consumir o cocinar los alimentos, pero ese saber se perdió con el tiempo”, anotó Mayerlis.

En 2017, Mayerlis junto a sus colaboradores emprendieron una exhaustiva investigación acerca de las distintas manifestaciones culturales en el municipio y se cimentó la lucha por la recuperación de las artesanías en barro.

“Empezamos a indagar y nos percatamos que el corregimiento La Piche de Toluviejo es el punto clave para obtener diversidad de tipos de barro, incluso es el sitio donde anteriormente se encontraban asentadas el mayor número de personas que tenían esa experiencia de moldear la tierra”, expresó Mayerlis.

En tres fases se ejecutó el proyecto de realización de vasijas y utensilios de barro en los corregimientos La Piche y San Rafael con el apoyo del Ministerio de Cultura e implementado por la Fundación para el Progreso y Desarrollo Familiar, Social y Humano. Una propuesta para recuperar el saber y posteriormente desarrollarlo con alrededor de 150 personas entre niños, madres y adultos.

Vasijas

En ese tiempo aprendieron a amasar el barro, pulir las vasijas, crear figuras zoomorfas de 20 centímetros y así se fue evolucionando hasta diseñar figuras de mayor envergadura.

“En medio de la pandemia hubo momentos en que no nos podíamos reunir, fue más virtual y, aunque el aprendizaje se dio, quedaron muchas preguntas sobre la técnica y pulimento. Hasta ahora en el corregimiento de la Piche es donde el saber está más posicionado, de tal manera que lo visionamos como un sector turístico para que la comunidad exponga más artesanías, vendan sus materas de barro acompañadas de las plantas ornamentales que ellos mismos cultivan”, precisó.

Cuenta Mayerlis que en el museo Casa Tolua, uno de los tantos atractivos de Toluviejo, reposan historias prehispánicas, etnográficas y arqueológicas como múcuras, urnas funerarias que son unas tinajas grandes, conocidas como “mollos”, donde los ancestros indígenas enterraban a sus parientes.

“En los años 80 y 90, cuando la gente se dedicaba a huaquear o buscar “entierros indígenas” era toda una emoción cuando encontraban las vasijas que luego se utilizarían para depositar el agua, lavar y sembrar plantas. Unas piezas arqueológicas valiosas que representan la cultura indígena Zenú, las que pueden llegar a tener miles de años”, explicó.

Aunque el proyecto de formación en la elaboración de vasijas de barro ya concluyó, la comunidad continúa con la recuperación del barro como un tesoro escondido en medio de la tierra, y ya están listos los tutoriales de cómo elaborar las piezas de barro, los cuales se proyecta exponer en una sala didáctica donde las personas puedan aprender de manera detallada y sencilla.

Además de tener una importante alianza con el corregimiento de San Sebastián en Lorica - Córdoba, donde hay diferentes talleres de artesanía y los instructores imparten su conocimiento con los artesanos de Toluviejo.

“Trabajar con el barro es la oportunidad de generar ingresos a las familias, construir piezas creativas como múcuras, floreros, animales, experiencia que sirve para sanar la mente, ayudar a la conservación del medio ambiente y promover nuestros orígenes”, resalta Mayerlis.

Barro

¿Cómo se prepara el barro para la elaboración de vasijas?

En el lugar donde se encuentre el barro se debe realizar una excavación a 30 centímetros de la superficie. Entre más profundo esté, será mejor, porque estará libre de impurezas y tendrá mayor consistencia. El tono del barro que puede ser rojo, negro, amarillo o grisáceo y hasta “bollo de plátano”, que es como se le conoce popularmente a la fusión de colores en un mismo barro. Lo importante es que se caracterice por tener plasticidad y textura, pues de igual manera al exponer las vasijas al horno, perderán su tono natural quedando completamente de color rojo por el contenido de hierro sometido a altas temperaturas.

Para preparar el barro inicialmente se deben sacar las impurezas, se añade el barro a un recipiente y se agrega agua. Ahí permanecerá esta receta artesanal durante un día y una noche, hasta que el barro esté completamente blando. Ahora se requiere arena previamente pasada por un colador para que quede más fina, y empieza el juego de mezclar los ingredientes dos por uno, es decir, por cada 2 kilos de barro se agrega 1 kilo de arena, hasta obtener la consistencia.

Vasijas

Para continuar se regará delicadamente arena sobre el suelo, se aplica el barro y comienza el baile sobre la mezcla, se pisa hasta que sea uno solo con la arena. Este proceso se realizará tres o cuatro veces. El barro estará listo cuando deje de adherirse a los pies. Ya con el barro preparado se recomienda amasarlo sobre una tabla hasta que se haya perdido completamente la arena y solo se vea barro, que para conservar su frescura y evitar que se endurezca deberá guardarse en una bolsa de plástico.

Al final, en un horno hecho con ladrillos o con leña, se agregan las piezas y quedará lista la gama de historias diseñada por artesanos que luchan empapados de barro por guardar su herencia ancestral, su más grande tesoro.

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