Diez dulces que marcaron la infancia de los colombianos

Sin duda, existen muchas cosas que caracterizan la infancia de los colombianos, desde coleccionar los denominados ´tazos´, hasta jugar en la cuadra con los vecinos. El día de hoy haremos un viaje al pasado, nombrando muchos de los dulces que acompañaron y marcaron la niñez de los niños y niñas colombianos.

Colombia es un país que se caracteriza por la diversidad de su gastronomía y en ella no solo se incluyen los platos principales, allí también se encuentran los dulces que han hecho parte de la vida de muchas familias en nuestro territorio. 

Aunque muchos dejaron de circular en el mercado por distintas razones, como olvidar todos esos momentos en que los dulces fueron los protagonistas del evento, durante el recreo en el colegio, fiestas, reuniones, paseos familiares, e incluso meriendas diarias con los sabores tradicionales que identifican nuestra tierra.

Motitas

Motitas fue fundada en 1986, rápidamente se convirtió en una de las marcas de chicles más deseadas para niños y niñas en Colombia. Estos chicles que eran especialmente grandes, abundaban en las tiendas y entre sus sabores más conocidos destacaba el de banano.

Caramelos Kramel

Este dulce hecho a base de leche, también llamado ´arranca muela´, fue uno de los favoritos de muchos niños y niñas debido a su tradicional sabor a caramelo y a su precio económico. Hoy en día se puede encontrar en distintas regiones del país.
 
Chupiplum

Fue lanzada a la venta en el 2001. Chupiplum era una paleta que trae chicle en su interior, sus principales sabores eran fresa, mora y lulo. Su empaque llamativo y el sticker que traía fue una ventaja para que los niños y niñas lo eligieran, ya que las pegatinas se podían adherir en diferentes partes del cuerpo, como si fuesen tatuajes.

Súper Híper Acido

Mejor conocido como Súper Ácido en abreviación a su nombre, este chicle era para valientes. En su interior contenía azúcar ácida, que no podía evitar sacarle algún gesto en el rostro a la persona que lo probara. Su color y sabor será difícil de olvidar de la infancia de muchos colombianos. 

Huevo no me olvides

Este dulce de azúcar con la cubierta dura, relleno de chocolate en forma de huevo, algunas veces hacía que muchos se quedaran horas intentando llegar al centro para probar el chocolate. 

Supercoco

A día de hoy el Supercoco sigue siendo de los dulces más representativos de nuestro país, con más de 70 años en el mercado. Este confite relleno de coco caramelizado, es indudablemente de los principales en las reuniones de los colombianos.
 
Chitos Jack Snacks 

La compañía fue fundada en 1995. Estos chitos formaron parte de las loncheras de los colombianos por muchos años, es imposible olvidar las figuritas plásticas que traían sus empaques, algunas de ellas como: el chavo del ocho, el pájaro loco, los thundercats, entre otros.

Monedas de chocolate 

Uno de los clásicos dulces más reconocidos en la juventud y que hoy en día se pueden encontrar. Las monedas de chocolate vienen recubiertas de un papel dorado, el cual es fácil de quitar para así poder disfrutar del caramelo.
 
Galletas cómics

Esta galleta con crema en el centro a modo de ´sándwich´, contenía un dibujo animado impreso en la parte superior de la galleta, era verdaderamente una de las favoritas de las niñas y niños quienes la compraban ansiosos por ver que personaje de Disney iba a salir en ella.

Frunas

Por más de 50 años estos confites blandos han estado presentes en la vida de los colombianos. Con una amplia extensión de sabores a fruta como: fresa, piña, cereza, lulo, limón, entre otros. Han acompañado a los niños y niñas del país, en los diferentes eventos que se realizan. 

Quipitos

Fue creado en 1983 bajo el slogan “¿Oye, sabes a qué sabe quipitos?” logró convertirse en una de las marcas más queridas por los niños en la década de los 90. Su sabor a base de leche en polvo azucarada generaba una explosión en la boca, literalmente.