Una década sin Calixto Ochoa
Más de 1000 canciones contiene el legado musical que nos dejó Calixto de Jesús Ochoa Ocampo. De ellas, 32 fueron grabadas por Diomedes Díaz (fue el compositor que más canciones le grabó el Cacique de La Junta), y otras tantas por grandes del folclor caribe como Alfredo Gutiérrez, Iván Villazón, los Golden Boys, los Hermanos Zuleta, El Binomio de Oro, Wilfrido Vargas, Los Hispanos y muchos artistas del vallenato y el sonido tropical que hoy son bien reconocidos.
Uno de los más grandes compositores en la historia de la música nacional fue Calixto Ochoa, nacido en Valencia de Jesús, pueblito cerca de Valledupar, Cesar, el 14 de agosto de 1934. Acordeonero, cantante y compositor, fue un músico polifacético, con la facilidad de crear canciones de corte romántico igual que otras de contenido picaresco. En su calidad de creador logró captar la atención de todos los públicos y pudo poner a cantar al país con canciones como "El africano", "Los sabanales", "Lirio rojo", "La medallita", "Pirulino", "La plata", "El calabacito", "Diana", “Chan con chan”, “Capullito”, “El amigo Chan”, “El niño inteligente”, “Charanga campesina”, "Marily", “Listo Calixto”, “La empanadita”, “Playas marinas”, "Martha" y "Todo es para ti".
Sus inicios en la música se remontan a su infancia cuando tomaba el acordeón de sus hermanos Juan y Rafael a escondidas, y empezaba a tocarlo solo. Con el tiempo y mucho esfuerzo consiguió sacarle un sonido prodigioso al instrumento. A los 19 años se fue de su casa de pueblo en pueblo, recorriendo el valle con su acordeón. También aprendió a manejar la estructura interna del instrumento, lo que lo convirtió también en afamado lutier y restaurador.
Cuando tenía 21 años hizo su primera grabación, el vallenato "Lirio rojo", con tanta acogida que lo firmó con Discos Fuentes, disquera con la que trabajó por más de dos décadas y media. En 1961 fundó al lado de Alfredo Gutiérrez, Eliseo Herrera, César Castro y Lucho Pérez, Los corraleros del Majagual, una reunión de estrellas vallenatas que se comparaba con la Sonora Matancera de Cuba. Además fue Rey Vallenato en 1970, ganándole la batalla a contrincantes de la talla de Nafer Durán y Emiliano Zuleta.
El periodista William Rosado Rincones es el autor de “El mundo de Calixto”, biografía del compositor escrita en 2012. En ella el autor se refiere a Ochoa como “el hombre que se atrevió a ‘insertar’ en su cerebro la más poderosa máquina para crear canciones s inventar ritmos sin conocer, tal vez, la existencia de la palabra conservatorio”.
En ese mismo libro hay testimonios de colegas acerca de la figura del músico. Dice, por ejemplo, Consuelo Araújonoguera, La Cacica: “Calixto Ochoa es extraordinario, es el representante de la clase vallenata que tiene sabor a tierra, a boñiga, a ganao, a campo, a trabajo, a sudor, a esfuerzo”. Mientras, el acordeonero Emilio Oviedo dice: “ha sido lo más grande que ha tenido nuestro folclor. Como compositor es el mejor, como intérprete, ni se diga, y como amigo es incondicional”. Así mismo, Rafael Santos, hijo de Diomedes Díaz, asegura: “para mí el maestro Calixto es el mejor compositor de todos los tiempos porque tiene sus variedades de melodías, virtud natural que es el mensaje cantado. Todos debemos sostener el legado que deja”.
Calixto Ochoa, quien padeció de problemas renales en sus últimos años de vida, falleció en Sincelejo el 18 de noviembre de 2015, a sus 81 años de vida, producto de una isquemia. Lo sobreviven su esposa, Dulsaides Bermúdez, y una prole de ocho hijos que incluye al acordeonero Rolando Ochoa.
El 18 de noviembre conmemoramos una década sin la presencia física de un referente absoluto de nuestra música: el maestro Calixto Ochoa. Por eso es nuestro Artista de la Semana.