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Lugares para vivir la celebración del Bicentenario en Bogotá

Hicimos un pequeño recorrido histórico por algunos sitios de la capital, con motivo de los 200 años de nuestra Independencia.

Por: Richard Hernandez

Hicimos un pequeño recorrido histórico por algunos sitios de la capital, con motivo de los 200 años de nuestra Independencia.

La primera estación fue la Casa Museo Antonio Nariño, la cual está ubicada en el parque Ciudad Montes (calle 10 con carrera 38 sur), en la localidad de Puente Aranda.
“Esta casa que formaba parte de la hacienda Montes, tiene un gran valor histórico porque este lugar perteneció a Antonio Nariño de 1791 a 1792. Es patrimonio cultural de la nación y tiene una gran importancia porque aquí estuvo recluido en calidad de preso el precursor Antonio Nariño en los años 1803, 1804, pero más que precursor, Antonio Nariño fue un libertador”, comenta Rosa Laiton, una amante de la historia y vecina del sector.

El 11 de agosto de 1975 mediante el decreto 1584, la Casa Museo fue declarada monumento nacional. Desde entonces ha sido restaurada en dos oportunidades. Actualmente conserva en su infraestructura arquitectónica algunos rasgos coloniales. Los objetos que contenía la casa fueron llevados a otros lugares como el Museo Antonio Nariño de Villa de Leyva, en donde murió Nariño en 1823.

“A pesar de que se llevaron todos los elementos que tenía el museo y que desafortunadamente nunca regresaron y que nosotros estamos haciendo el esfuerzo para que se vuelva a restablecer el museo con algunos objetos significativos de Nariño; la casa está impregnada de su energía”, afirma Laiton.

Sin embargo, a pesar de que el referente histórico es la casa en donde vivió y estuvo preso el traductor de los Derechos del Hombre, este lugar realiza diferentes actividades culturales como conferencias, danza, teatro y conversatorios, como nos lo comentó Adriana Ocampo, administradora de la Casa Museo Antonio Nariño y funcionaria del Instinto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD), entidad que está a cargo de este bien patrimonial.

Antonio Nariño

Otro lugar importante para reflexionar sobre nuestra independencia es el Monumento a los Mártires, que se encuentra situado en la Avenida Caracas, entre calles 10 y 11, frente a la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, más conocida como la iglesia del Voto Nacional.

“El obelisco a los Mártires es uno de los monumentos más importantes de Bogotá, cronológicamente hablando. Es el tercer monumento que se instaura en el espacio público de la ciudad, el primero fue el monumento de Simón Bolívar en la Plaza de Bolívar y el segundo fue el monumento a Santander que se encuentra en el parque que lleva el mismo nombre”, asegura el historiador Alfredo Barón del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC).

Es probable que muchas personas desconozcan este monumento debido a que está ubicado donde antes se encontraba el sector denominado como 'el Bronx' y a la desaparecida 'Calle del cartucho', pero con la intervención realizada en la zona y la restauración del monumento hace dos años, ahora es posible acercarse a conocer este símbolo de nuestra Independencia.

“En 1850 se da la orden de cambiar el nombre a este espacio que se conocía como “Huerta de Jaime” por el nombre Parque de los Mártires y al mismo tiempo se ordenó la instalación de este obelisco el cual se da 30 años después. Este obelisco fue diseñado por el arquitecto Thomas Reed y quien lo construyó fue Mario Lombardi”, comenta el historiador.

Luego nos dirigimos a la Casa Sámano, que forma parte del Museo de Bogotá, el cual se encuentra en el barrio La Candelaria (Carrera 4 # 10 – 18). Este lugar posee un importante significado histórico, además, por estos días se puede apreciar la exposición temporal ‘Espacio Bicentenario. La Independencia en Bogotá’.

“Este espacio es muy particular ya que esta casa perteneció al Virrey Juan Sámano, quien estuvo en todo este proceso de reconquista que hace España de las colonias, que en este caso son americanas. Él estuvo un corto periodo y bajo su gestión ocurrieron muchas ejecuciones de próceres de la patria, como por ejemplo Policarpa Salavarrieta. Se decía que era una persona cruel, y cuando él se entera en la noche del 9 de agosto de 1819 que Bolívar gana la Batalla de Boyacá, huye precipitadamente del centro de Santafé”, señala María Clara Méndez del área educativa del Museo de Bogotá.

La muestra hace hincapié en el protagonismo de Bogotá y en las huellas que dejó el proceso de Independencia en el espacio físico de la ciudad, resaltando los monumentos, parques y barrios que mantienen en nuestra memoria los personajes y eventos de hace dos siglos.

“Hay una parte muy interesante que es el centro de la exposición temporal, que es hablar del espacio. Cómo después de estos hechos la cuidad empieza a apropiarse de los nombres de esta figura y de las fechas importantes, como por ejemplo barrios, vías, espacios para generar ciertos puntos de memoria. La exposición demostrará que el proceso de formación de la nación colombiana está omnipresente en la ciudad. Mantiene en nuestra memoria colectiva personajes y eventos de aquella época que cambiaron para siempre la historia del continente”, cuenta Méndez.

Finalizamos nuestro recorrido en la Iglesia de La Veracruz, la cual tiene un importante significado en nuestra historia porque allí reposan los restos de varios próceres en una fosa común dentro de la iglesia. Fue construida ocho años después de la fundación de Bogotá y se encuentra ubicada frente al costado occidental del parque Santander, en medio del templo de San Francisco y del templo de la Tercera Orden Franciscana (calle 16 con carrera séptima).

En este panteón nacional están enterrados los próceres de la independencia que fueron sacrificados de 1810 a 1816. La hermandad de la Santa Vera-Cruz, se hizo reconocida porque en 1816, acompañó a cerca de 80 próceres que fueron fusilados por las tropas españolas, dirigidas por Pablo Morillo.

“Aquí se encuentran los restos de Antonio Villavicencio, Francisco José de Caldas, José María Carbonell, Crisanto Valenzuela y Jorge Tadeo Lozano, entre otros. En 1827 la iglesia de La Veracruz fue destruida en parte por un terremoto, pero fue reconstruida inmediatamente, conservando siempre su estilo netamente colonial. En 1910 con motivo del centenario se hizo una nueva reconstrucción al estilo francés y perdió su estilo sencillo y original. Pero en 1959, volvió a ser reconstruida con el fin de devolverle su estilo arquitectónico”. Señala Arnold Iván Pérez, administrador de la iglesia de La Veracruz.

Las cenizas de los próceres de la Independencia reposan en una tumba cavada frente al presbítero. Una enorme piedra la cubre y sobre ella, en letras de bronce, el padre Félix Restrepo escribió:
“Aquí yacen unidos en el abrazo de la muerte muchos insignes mártires de la patria. Vivieron en la fe de Cristo, murieron por la libertad y esperan la resurrección en este panteón venerado. Lux Perpetua Luceat Eis. 1810-1910”.

En Bogotá, después de 200 años del grito de la Independencia podemos encontrar huellas de ese pasado, las cuales se encuentran en diversos lugares que se deben conservar y dar a conocer a las nuevas generaciones para no olvidar nuestra historia.

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