Con el motor en marcha en las primeras horas de la mañana, el popular vehículo mixto o chiva fue acogiendo uno a uno a los beneficiarios de la Reforma Agraria que desde la Zona de Reserva Campesina Cuenca del Río Pato y Valle de Balsillas tomaron rumbo hacía la zona rural del municipio de Morelia, al sur del Caquetá.
Colchones, camas, neveras, guadañas, perros, gatos y hasta una moto se sumaron al trasteo de las 48 familias integradas por niños de brazos, adultos mayores, madres cabezas de familia y en general hijos de campesinos ´patunos´ que históricamente han habitado la primera zona de reserva campesina de Colombia creada en 1998.

“Afortunadamente el gobierno del Cambio abrió las puertas a estas organizaciones sociales, a los campesinos más olvidados para tenerlos en cuenta en este gran logro que es la formalización de la tierra para aquellos que no la tenían”, explica Javier Guependo, representante legal de la Asociación de Colonos de El Pato, AMCOP, en la Zona de Reserva Campesina Cuenca del Río Pato y Valle de Balsillas.
Desde su experiencia como líder social campesino de AMCOP, Guependo destaca que la lucha por la tierra ha sido extensa en el Caquetá y el país, y actualmente con el cumplimiento de la Reforma Agraria por parte del Gobierno, en cabeza del presidente Gustavo Petro, al darle las tierras al que las necesita, al que las trabaja, se aporta a una paz verdadera y justa; “estamos trabajando en un nuevo modelo económico y social donde la sociedad se transforme y sea más humanista y ambientalista”, agregó.

La tierra para la producción campesina

Las 447 hectáreas hacen parte de 1.017 hectáreas recuperadas por la Agencia Nacional de Tierras, ANT, en la vereda La Virginia, jurisdicción del municipio de Morelia en el departamento de Caquetá, predio baldío que había sido ocupado de forma irregular durante años por las extintas FARC.
Y que en total beneficiará a cuatro asociaciones campesinas y víctimas del conflicto armado en el departamento, un avance en el camino de la reparación integral, la justicia territorial y la dignificación de la vida rural, sostiene la ANT.

“Me siento feliz, orgullosa, durante toda mi vida he querido una tierra. Estudio agronomía y mi visión es poder tener una parcela donde yo pueda trabajar, mi finca-empresa para implementar mis conocimientos, es una alegría inmensa.
Además, AMCOP nos han tenido en cuenta a gran parte de las mujeres para que tengamos títulos de tierra, con lo cual se envía un mensaje contundente de que somos capaces de gobernar y administrar una tierra”, explica Leonela Yiseth Nañez Cortez, beneficiaria oriunda de la vereda Chorreras en la Zona de Reserva Campesina El Pato Balsillas.

Para Paulo Madroñero, integrante del comité de concilio de la Asociación Municipal de Colonos de El Pato, AMCOP, este proceso colectivo de formalización de tierra es la consolidación de la lucha que AMCOP lleva a cabo desde los años 1980.
En estas 447 hectáreas entregadas a familias campesinas oriundas de la Zona de Reserva Campesina ubicada en San Vicente del Caguán, los proyectos de vida estarán ligados a la vocación agrícola, más que ganadera, un territorio donde buscan dinamizar la producción de cultivos como el cacao, limón Taití, peces, en clave de educación y conservación ambiental.

“Tenemos una gran experiencia en la Zona de Reserva El Pato Balsillas donde hace 27 años frenamos la frontera agrícola, es decir, ya tenemos una vocación ambiental y estamos seguros de poder ayudar a fortalecer procesos sociales y ambientales en este territorio que nos entrega la Agencia Nacional de Tierras”, precisa Javier Guependo, representante legal de AMCOP.
De esta manera nuevos proyectos de vida, con la seguridad que da la tenencia de la tierra, arrancan en Morelia Caquetá, donde la experiencia del trabajo colectivo en clave de la seguridad alimentaria y paz con la naturaleza tiene el sello propio de la primera zona de reserva campesina del país. Un escenario donde los niños que se levanten en este territorio puedan tener una mejor educación, un mejor nivel de vida.

“Este es un proyecto piloto que demostrará al país que la reforma agraria si es posible, que las gentes que trabajamos el campo también podemos hacer industria, promover procesos productivos para vivir mejor”, finaliza el líder campesino.

