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A paso lento avanzan planes de reparación colectiva en Bojayá, Chocó

Por: Juan Gabriel Torres Mosquera El municipio de Bojayá ubicado en la cuenca media del río Atrato en el departamento del Chocó, hace parte de los entes territoriales en el país que cuentan con población sujeta a reparación colectiva, producto de las afectaciones que dichos pueblos han sufrido a causa del conflicto armado en Colombia.

Por: Juan Gabriel Torres Mosquera

El municipio de Bojayá ubicado en la cuenca media del río Atrato en el departamento del Chocó, hace parte de los entes territoriales en el país que cuentan con población sujeta a reparación colectiva, producto de las afectaciones que dichos pueblos han sufrido a causa del conflicto armado en Colombia.

Es así como Bojayá cuenta con tres planes de reparación colectiva que ahora se encuentran en proceso con miras a cubrir necesidades de los entornos en los cuales conviven las víctimas.

Uno por oferta correspondiente a la cabecera municipal Bellavista, el cual se encuentra protocolizado y avanza en implementación de las medidas; de otro lado el de las comunidades indígenas en etapa de implementación y por último el plan para 19 consejos comunitarios representados por la Organización Campesina Integral del Atrato Cocomacia, en fase de negociación de las medidas entre la comunidad y la Unidad Para la Atención de las Victimas.

Teniendo en cuenta los tiempos establecidos en los decretos 4335 y 4633 para comunidades negras y comunidades indígenas victimas respectivamente, luego de la protocolización se cuenta con tres años para la implementación de las medidas por parte del Gobierno.

Por lo anterior, líderes como José Valencia, representante del comité por la defensa de las víctimas, manifiesta que “hay una gran debilidad que están teniendo los planes de reparación colectiva; vemos compromiso de parte de la Unidad de Víctimas, pero no de las otras entidades del Gobierno”.

Esa falta de compromiso la sustenta Valencia al revelar que “Bojayá ha identificado como una de sus acciones la construcción de hospital de primer nivel en Bellavista. Existe un acta firmada por un viceministro con las comunidades y en concreto no hemos visto un avance de cara a cumplir ese acuerdo”.

Por su parte José Mosquera quien perdió a cuatro de los miembros de su familia durante la masacre ocurrida el 2 de mayo de 2002 en Bojayá, expresa que “es injusto que con tantos niños, tantas madres y adultos mayores que la guerra nos arrebató, el Gobierno no haya cumplido con las reparaciones colectivas, sabemos que no nos devuelven a nuestros familiares muertos, pero necesitamos mejorar nuestra condición de vida”.

En lo que corresponde a las 36 comunidades indígenas integradas en el plan de reparación colectiva, se avanza en la construcción de Tambos (centros de pensamiento indígena), proyectos productivos para seguridad alimentaria, recuperación de sitios sagrados profanados por el conflicto y fortalecimiento organizativo.

Pese a lo anterior, Edilmo Duaza, representante legal de la asociación Druawandra (Madre Tierra) afirmó que “las comunidades recibieron indemnización por vía administrativa por cerca de 300 millones de pesos los cuales no son suficientes para la cantidad de personas y familias que han sufrido afectaciones por el conflicto en nuestros resguardos; por eso pedimos mayor apoyo y atención del Gobierno”.

El municipio de Bojayá cuenta con la particularidad de contar con el 100% de su población como víctima del conflicto armado, por todos los hechos ocurridos en ese territorio del departamento del Chocó perpetrado por paramilitares y la guerrilla de las FARC, tal como lo han reconocido excomandantes de esos dos grupos armados ya desmovilizados.

En ese sentido, 12 mil habitantes entre comunidades afro e indígenas esperan se inicien a ejecutar los proyectos contemplados en los planes de reparación colectiva direccionados a esa región, con los que anhelan mejorar ostensiblemente su calidad de vida.

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