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Cerca de 1.500 indígenas están confinados en Frontino (Antioquia) por zonas minadas

Según el alcalde del municipio, desde finales de 2019 hasta la fecha, se han registrado 15 incidentes con minas antipersonal en esa zona.

En diálogo con Señal de la Mañana de Radio Nacional de Colombia, el alcalde de Frontino (Antioquia), Jorge Elejalde, confirmó que la emergencia humanitaria continúa con cerca de 1.500 indígenas que siguen confinados en esta zona del país, por la presencia de minas antipersonales en los caminos de ingreso y salida de los resguardos que se encuentran en este corredor estratégico, ubicado en los limites entre los municipios de Frontino, Dabeiba y Murindó.

“Desde finales de 2019 hasta la fecha, tenemos 15 incidentes con minas antipersona que han llevado a la muerte a siete integrantes de la comunidad Emberá y en los cuales han resultado heridos de 9 a 10 personas. Todos ellos indígenas (…) En los últimos días, por no hacer caso a esta advertencia del ELN, una mujer cayó en una mina antipersonal cuando venía por el sitio conocido como Genaturadó. Ella resultó herida afortunadamente”, manifestó Elejalde.

Explicó además que grupos como el Eln, las disidencias de las Farc y el Clan del Golfo, que se disputan el control territorial de esta zona, siembran estos artefactos como una estrategia de guerra, afectando a las comunidades indígenas que habitan en los resguardos de Amparradó Alto y Medio, Cañaverales, Amoladora, Genaturadó, Antadó y Guabinas.

“Se quedaron confinados sin poder salir de sus territorios cerca de 1.500 indígenas y varados en el poblado la Blanquita del corregimiento de Murri alrededor de 60 personas, que corresponden a 37 familias, quienes en la primera semana de marzo salieron a comprar mercado y no pudieron regresar luego de que los grupos armados les dijeran que los caminos hacia su resguardo habían sido minados”, comentó el alcalde.

El mandatario aseguró que las ayudas humanitarias que han recibido del Gobierno Nacional y departamental se han enfocado en garantizar la seguridad alimentaria y la sostenibilidad de las comunidades, pero que todavía no se han contemplado acciones urgentes para el desminado del territorio.

“Nos han brindado ayudas en cuanto a comida, pues ayer llegaron de la Unidad para las Víctimas alrededor de 1.000 mercados y nosotros con la Gobernación también hemos enviado algunos a Murrí, pero la zona no la han querido desminar”, señaló Elejalde.

De hecho, la Unidad para las Victimas durante cuatro días llevó a cabo una misión humanitaria helicoportada con el objetivo de entregar 13 toneladas de alimentos no perecederos y elementos de aseo personal a las comunidades indígenas que se encuentran confinadas en esta región de Antioquia.

Por último, Elejalde hizo un llamado a los grupos armados ilegales para que acaben con esta práctica de guerra, que termina afectando únicamente a las comunidades indígenas.

“Nosotros le pedimos a esos grupos armados que dejen esa práctica tan abominable que están haciendo. Esto es un genocidio porque sistemáticamente están acabando con la población indígena que habita esta zona, porque ellos son los únicos que viven en este territorio”, dijo.

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