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Maternidad y fútbol, así la Fifa pretende proteger los derechos de las deportistas

El máximo ente del balompié mundial estableció una reglamentación que garantiza el derecho al trabajo de las jugadoras embarazadas y madres y permiso por maternidad de catorce semanas, entre otros.
Maternidad y fútbol
Imagen de referencia Pixabay
Yaneth Jiménez Mayorga

El 1 de julio de 2021 marcó un nuevo camino para las mujeres futbolistas del mundo. Desde ese día es de obligatorio cumplimiento para las 211 asociaciones afiliadas a la Federación Internacional de Fútbol Asociado, FIFA, cumplir con la normatividad establecida en el Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores (RETJ) frente a los derechos laborales de las futbolistas profesionales, principalmente en cuanto a la protección de la maternidad. 

Las disposiciones allí expuestas buscan reivindicar el derecho al trabajo de las jugadoras embarazadas y madres en un entorno seguro e inclusivo. Y es que según el Informe del Empleo 2017 de FIFPRO, la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales, únicamente  el 2 % de las jugadoras ha tenido hijos, mientras que el 47% de ellas manifestó que dejaría el deporte prematuramente para establecer una familia, circunstancia que no tendría por qué seguir presentándose toda vez que hace parte de los derechos de cualquier trabajador.


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La nueva reglamentación establece las condiciones mínimas acordadas por la FIFA, entre ellas: 

-Derecho a baja por maternidad y remuneración obligatoria: definido como el periodo de descanso laboral retribuido de 14 semanas como mínimo en caso de quedar embarazada, por el que percibirá las dos terceras partes del salario que estipule el contrato, incluyendo al menos un permiso de ocho de estas semanas luego de dar a luz, a menos que la legislación nacional o un convenio colectivo establezcan condiciones más favorables. 

De acuerdo con FIFPRO, la jugadora podrá decidir cómo distribuir esas 14 semanas, ya sea para utilizarlas para cuidar del recién nacido, o para recuperarse física y mentalmente del parto; Así mismo, para determinar cuándo estará en condiciones de volver a jugar, lo que solo su doctor personal, junto con un doctor independiente, designado en consenso con el club, acordarán. 

“Aunque esté en buenas condiciones físicas, la jugadora podrá decidir si continúa o no jugando durante su embarazo. Si no puede jugar, o desea no hacerlo, entonces el club, junto con la jugadora, deberá formalizar un plan de empleo alternativo”, indica la organización. 

Lo importante, agrega, es que implica la garantía de los ingresos para la jugadora, obligación que recae sobre el club. “Esto no significa que si la ley en el país o un convenio colectivo de trabajo garantizan una mejor protección para la jugadora, no vayan a ser de aplicación. Lo mismo ocurre en casos donde se negocie mejor protección en el contrato: entonces serán aplicables dichos términos”, acota FIFPRO. 

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-Derecho de regresar al trabajo y protección durante el embarazo: las jugadoras tendrán derecho a retomar la actividad futbolística tras la baja por maternidad. El club tendrá la obligación de facilitar su incorporación a la actividad futbolística y ofrecerles apoyo médico continuo. 

Si las jugadoras embarazadas deciden seguir prestando servicios deportivos, para garantizar que lo hagan de forma segura, tendrán derecho a recibir periódicamente el asesoramiento de un profesional médico independiente. En estos casos, los clubes tendrán la obligación de respetar la decisión y colaborar con la jugadora para elaborar un plan oficial a fin de que pueda prestar otros servicios.

Por otro lado, adiciona la FIFA, las jugadoras podrán amamantar a sus bebés o extraerse leche, para lo que el club deberá poner a su disposición un lugar adecuado a tales efectos, de conformidad con la legislación nacional aplicable en el país donde esté domiciliado el club, o según dispongan los convenios colectivos.

-Protección contra el despido: ninguna jugadora deberá encontrarse jamás en desventaja por su embarazo. Por lo tanto, aclara la FIFA, si un club rescinde unilateralmente un contrato porque una jugadora esté o quede embarazada, se considerará que el club ha rescindido el contrato sin causa justificada. Esta rescisión se considerará una circunstancia agravante. Además de la obligación de abonar una indemnización, se impondrán sanciones deportivas, junto con una multa, a todo club que rescinda unilateralmente un contrato por el hecho de que una jugadora esté o se quede embarazada.

Adicionalmente, “si un club rescinde un contrato con una jugadora durante su embarazo o permiso por maternidad, tendrá la obligación de demostrar que el despido no guarda relación con el embarazo o con su permiso por maternidad. Si el club no puede demostrarlo, entonces la jugadora tendrá derecho a recibir una indemnización extraordinaria de 6 salarios, además de la indemnización habitual garantizada en caso de rescisión del contrato sin causa justificada, tal como se establece en el RETJ de la FIFA”, advierte el sindicato. 

Al respecto, señala FIFPRO, la jugadora seguirá estando registrada con su equipo, y únicamente podrá ser eliminada del registro con su consentimiento previo. Además, no tendrá que preocuparse por su registro para competiciones oficiales cuando se reincorpore al juego. 

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-Periodo de inscripción: un club podrá inscribir provisionalmente a una jugadora fuera del periodo de inscripción para reemplazar temporalmente a otra jugadora que esté de baja por maternidad. Salvo que las partes acuerden algo distinto de mutuo acuerdo, el contrato de la jugadora sustituta temporal tendrá vigencia desde la fecha de su inscripción hasta la víspera del comienzo del periodo siguiente al regreso de la jugadora que haya disfrutado de la baja por maternidad. De forma excepcional, se podrá inscribir fuera del periodo de inscripción a una jugadora que haya finalizado la baja por maternidad

Con esta normativa, apunta FIFPRO, “se da un gran paso para permitir que las jugadoras puedan ser madres sin perder la oportunidad de ejercer la profesión que aman. Una vez que esta normativa se aplique y se incorpore, y se añadan otras mejoras al fútbol femenino, esperamos que este pueda florecer”. 

Medidas que empiezan a dar significativos logros, como el recientemente sucedido en Argentina, donde el embarazo de una futbolista era considerado una lesión deportiva, por lo que la jugadora no era tenida en cuenta por un lapso de un año (el periodo de gestación y los meses posteriores de licencia). 

Ahora, el reglamento de la Federación Argentina de Fútbol-AFA- establece que las jugadoras mantendrán su trabajo y su salario, incluso si se supera la fecha de finalización del contrato, y que las mujeres embarazadas no participarán de ninguna competencia desde el momento en que reporte su condición y que, en caso de despido sin justa causa, tendrán derecho a todas las indemnizaciones estipuladas en la Ley.

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