El Ministerio del Trabajo de Colombia comenzará una de las campañas más ambiciosas de formalización laboral en el país con una serie de visitas a hogares para verificar el cumplimiento de los derechos laborales de las trabajadoras domésticas. La primera fase incluirá visitas a viviendas seleccionadas aleatoriamente en las principales ciudades del país.
La iniciativa se enmarca en la reforma laboral recientemente sancionada por el presidente Gustavo Petro, y tiene como propósito impulsar las garantías mínimas consagradas en la ley —como el salario digno, la jornada limitada, las prestaciones sociales y la afiliación a seguridad social— se cumplan de manera efectiva en los hogares empleadores. No se trata de una acción punitiva aislada, sino de una política pública y pedagógica orientada a dignificar el trabajo doméstico, históricamente precarizado.
“Este no es un operativo para perseguir a nadie, sino un paso firme hacia la justicia social”, declaró el ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, al anunciar el inicio del plan. Las visitas estarán a cargo de personal especializado y buscarán educar a los empleadores sobre sus obligaciones legales y promover una autoinspección para promover el cumplimiento de sus obligaciones.
La reforma se pone en marcha: primera fase, 50.000 viviendas
La campaña se desplegará en fases sucesivas. En esta etapa un número específico de hogares serán visitados por equipos del Ministerio que harán pedagogía, entre otros aspectos, sobre los contratos escritos, el pago de salarios conforme al mínimo legal, la entrega de prestaciones sociales (cesantías, intereses, prima de servicios y vacaciones) y la afiliación a salud, pensión y riesgos laborales.
Además, se promoverá el cumplimiento de los horarios laborales, los periodos de descanso y las disposiciones sobre desconexión laboral, prevención del acoso, entre otros asuntos. La reforma laboral vigente exige un contrato escrito incluso para empleos de medio tiempo, y establece una jornada máxima de ocho horas diarias.
Si bien, la legislación colombiana siempre ha contemplado sanciones para quienes incumplan los parámetros mínimos de contratación, la prioridad del Gobierno con esta estrategia es cumplir la nueva Ley Laboral y dignificar la vida de más de 700 mil trabajadoras doméstica de las cuales hoy, el 83% no tienen derechos laborales.
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Justicia para quienes sostienen la vida
Uno de los ejes centrales de la reforma laboral ha sido el reconocimiento de los trabajos históricamente invisibilizados, como el trabajo doméstico remunerado. En Colombia, más del 90 % de las personas que desempeñan estas labores son mujeres, en su mayoría de sectores populares y con altos niveles de informalidad. Según cifras del DANE, apenas una fracción cuenta con contrato escrito o acceso a seguridad social.
Para el gobierno del presidente Gustavo Petro, este es un punto decisivo para asumir que la dignidad del trabajo empieza en casa, y que no puede haber democracia laboral mientras millones de mujeres trabajen en condiciones de subordinación, sin derechos ni garantías mínimas.
El Ministerio del Trabajo habilitará una línea de atención para resolver dudas de empleadores y trabajadoras, y permitirá la recepción de denuncias anónimas en caso de irregularidades. También se ha solicitado el acompañamiento de autoridades locales, comisarías de familia y organizaciones sociales en el proceso.
El hogar también es un espacio de relaciones laborales
Estas medidas marcan un cambio de paradigma: por primera vez en la historia reciente del país, el Estado reconoce el hogar como un espacio de relaciones laborales formales y no como una excepción. Con esta política, se pretende cerrar la brecha entre la ley y la práctica, y avanzar en la igualdad real entre los distintos tipos de trabajo.
La apuesta es profunda: regular el empleo doméstico no solo protege a las trabajadoras, sino que contribuye a la redistribución del ingreso, al fortalecimiento de los sistemas de protección social y a una mayor equidad de género. La reforma laboral, en este sentido, no se queda en el Congreso ni en los decretos: empieza a transformar la vida cotidiana de miles de familias colombianas.