Pasar al contenido principal
CERRAR

Benjamín Guzmán, el ‘cantor de la paz’ a son de tiple en el Tolima

Sus más de 100 composiciones, que solo están grabadas en su memoria, relatan la historia del conflicto armado en Colombia, pero también los paisajes del Tolima.
Músicos colombianos
Cenuver Giraldo

Benjamín Guzmán, el artista que a sus 75 años guarda en la memoria más de cien canciones propias que hablan sobre la violencia en Colombia, las primeras guerrillas campesinas, las anécdotas de una vida revolucionaria, la cultura y las mujeres de la cordillera central.

Las canciones que canta Benjamín son las historias de más de 60 años de lucha campesina, del paisaje en el que nació y en que creció al sur del departamento del Tolima entre los cafetales y montañas de la Finca ‘El Recodo’, del corregimiento de Herrera en Rioblanco. Allí, de forma empírica aprendió a tocar el tiple para cantarle canciones a “una hermosa muchacha bilbaneña”, y desde aquel entonces empezó a acopiar un arsenal de notas jamás escritas en ningún pentagrama.

“Es descaso el que canta historias”, narra Benjamín, mientras afina la guitarra para tocar ‘El resumen de mariachi’, la canción que compuso tras la muerte de Jesús María Oviedo, a quien conoció entre Campo Hermoso y Santiago Pérez, en zona rural de Ataco durante su tiempo como cuatrero.

“Parado en una piedra allá en el Maquencal, con su ruana y revolver, con su sombrero llanero, ante mil guerrilleros de la fuerza liberal”, canta.


Te puede interesar: 


Benjamín es un activista de tiempo completo. Promueve la paz entre “godos”, liberales y comunistas como si sintiera que ese conflicto sigue latente a pesar de las décadas. También fue promotor del acuerdo de paz y es el primero en prestar su voz para amenizar cualquier manifestación de “los de abajo”, como se identifica.

Las canciones de Benjamín Guzmán son más que la memoria del pasado, son la añoranza de la paz que a sus 14 años se vio interrumpida por la conflagración entre guerrillas liberales y comunistas, y que cincuenta años después sigue esperando con su guitarra en las manos y con la voz desgarrada en cada frase.

Las letras inéditas que solo se encuentran en el caset de su memoria, también son el paisaje rural, el río, la panela, las leyendas, las flores, las mujeres, tal como lo canta en una de sus tonadas más hermosas: ‘La mujer colombiana’, canción creada en memoria de su madre cuando la violencia lo exilió hasta Angostura, Venezuela, y, a las orillas del Orinoco, recordó la templanza de aquella mujer que le dio la vida y a quien no pudo despedir tras su muerte.

Esta historia hace parte del especial ‘Onda Pacífica’, un proyecto colaborativo entre Colombia+20 del diario El Espectador y Radio Nacional de Colombia, que puedes escuchar el último viernes de cada mes en las frecuencias de las emisoras de paz y en las plataformas digitales de El Espectador. 

Artículos Player