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Así vivimos Bogotá 40, un recorrido por el arte urbano de la capital

Por: Daniela Godoy y Richard Hernández. Bogotá 40 fue un proyecto que buscó visibilizar en las veinte localidades de la capital colombiana, las diferentes manifestaciones de arte urbano.

Por: Daniela Godoy y Richard Hernández.

Fotos: Radio Nacional de Colombia

Bogotá 40 fue un proyecto que buscó visibilizar en las veinte localidades de la capital colombiana, las diferentes manifestaciones de arte urbano.

Durante cuatro meses y después de 45 entrevistas, logramos hablar con pintores, grafiteros, burbujólogos, malabaristas, bailarines, actores, poetas, músicos y zanqueros, entre otros, para que nos contaran sus experiencias como artistas en los escenarios de las calles.

El arte urbano, según Ricardo Arcos Palma, filósofo, teórico del arte y la cultura, especialista en estética y ciencias del arte y docente de la Universidad Nacional de Colombia: “Surgió como expresiones espontáneas de mayo del 68, que comenzaron a manifestarse en los muros. Se tomaron como síntomas de protesta y su relación con la ciudad; uno de los artistas más relevantes es Banksy, un personaje que retoma esta idea de expresión gráfica del grafiti y del tag y los lleva hacia el mundo de la expresión plástica”.

Por su parte, para Rafael, más conocido como “Ántrax” de la localidad de Bosa, “el arte urbano es tomarse la calle y transformar los espacios, que deje de ser la pared gris, sin nada de vida, a ser un espacio de color e identidad”.

El profesor Arcos también señala que el hip hop, ese movimiento que surgió en los años setenta en Estados Unidos, ha permitido que varios de estos jóvenes utilicen esta expresión de un modo contestatario, casi de reclamo, como una especie de grito ante la sociedad para decir: “Aquí estamos”.

Fear, de la localidad de San Cristóbal y la primera mujer grafitera en Colombia señala:

“El arte urbano nació de lo ilegal en Brooklyn y en el Bronx, por problemas sociales diferentes a lo que vivíamos ahora, pero lamentablemente hay personas que creen que con coger un aerosol y hacer un rayón en una puerta de una casa es arte, debido a esto, confunden a los verdaderos grafiteros con vándalos. Nosotros somos personas que hemos luchado toda la vida dejando un mensaje de color y embellecimiento a cualquier espacio que llegamos”.

Muchos de los artistas urbanos que pasaron por Bogotá 40, tiene algo en común, la libertad.

El trabajo social de los artistas muchas veces impulsa la unión y empatía en las comunidades, como lo menciona un integrante de Famuska (Familia Musical Caminante):

“En la calle no pagas por una presentación y aun así tienes más interacción con la gente, se siente un apoyo increíble”.

Por su parte, para Marín Posada, líder de la agrupación, Mache Mache, una banda formada por músicos de Perú, República Dominicana y Colombia, el arte urbano es moverse en otras tarinas y escenarios. “Mi trabajo real y mi oficina es la calle”.

En la localidad de Tunjuelito, para Jesús López, líder de la agrupación vallenata Rey de Reyes el arte urbano: “Es una forma que todo artista tiene para expresar lo que siente, sin tener que esperar a que lo contraten”

En el proyecto Bogotá 40, también pudimos comprobar que, en algunas zonas marginadas, estos entusiastas jóvenes, encontraron a través del arte un faro, para sentar su voz de protesta.

Así mismo, vale la pena resaltar que en esta experiencia de Bogotá 40, la mayoría de estos artistas han gestionado sus proyectos por cuenta propia. A veces en algunos casos han tenido la ayuda de la Alcaldía, pero si no siguen recibiendo recursos continúan adelante con una gran mística; como en el caso de Cuerpo Latino, de la localidad de San Cristóbal o del grupo de rock psicodélico Sour, de la localidad de Kennedy.

La visibilización de estas manifestaciones contribuye con la realización de saberes y conocimientos; en muchos casos estos procesos se desarrollan de generación en generación, tal como lo comenta Jimmy Lamprea, líder de Sementes da Capoeira, de la localidad de Tunjuelito:

“Lo más especial de este oficio es ver cómo entran al grupo desde pequeños, crecen y se convierten en profesores de las nuevas generaciones”.

Niños, adolescentes y adultos unidos a través del arte seguirán llenando con sonidos y colores, las calles, paredes y los parques de la capital colombiana.

Encuentre todas las historias de Bogotá 40 aquí

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