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Cinco consejos para practicar ecoturismo responsable en Colombia

Al menos 17 áreas de Colombia están abiertas a este tipo de turismo, por lo que resulta importante saber cómo comportarse para preservar el medio ambiente y disfrutar del paisaje.
Mafe Matera
Mafe Matera

Con más de 63.303 especies silvestres, ubicada en más de cinco pisos térmicos distintos y con una gran cantidad de cuerpos hídricos, Colombia se consolida como uno de los países más biodiversos del mundo. Esta riqueza natural del país la hace atractiva para locales y extranjeros que quieren hacer ecoturismo, pero es clave considerar algunos puntos previamente para poder disfrutar los espacios sin poner en riesgo la fauna y la flora.

Para empezar, es importante aclarar que cuando se quiere explorar la biodiversidad de un territorio hay dos tipos de actividades: el turismo de naturaleza y el ecoturismo, que es el más practicado en Colombia, según ProColombia. La diferencia entre estas opciones es que la segunda se desarrolla solamente en espacios naturales protegidos, de los cuales, en nuestro país hay 17 abiertos al público.

Según The International Ecotourism Society (TIES), el ecoturismo se trata de un “viaje responsable a áreas naturales, conservando el medio ambiente y mejorando el bienestar de la población local”. Esto significa que cuando se desarrolla esta actividad, hay que actuar de manera responsable para minimizar el impacto en el medio ambiente y en la comunidad que habita la zona.

Sergio Buitrago, guía certificado por Parques Nacionales Naturales de Colombia, asegura que para lograr disfrutar el paisaje sin afectar la naturaleza, la clave es observar, respetar y cuidar. Entre los consejos para hacer un ecoturismo responsable están:

1. Caminar solo por los senderos delimitados

Esta recomendación es importante por dos razones fundamentales: seguridad y conservación. En cuanto a la primera, si se transitan por los senderos delimitados se puede evitar que los turistas se extravíen en las áreas protegidas o que caigan en espacios peligrosos que atenten contra su integridad. En segundo lugar, esto ayudará a cuidar la naturaleza.

“Algunos espacios dentro de los parques están en proceso de recuperación porque han sido afectados por diferentes razones como la intervención humana o los mismos animales y el cambio climático. Por esto delimitamos el espacio, pero si los turistas caminan encima de ellas el saneamiento no se logrará y el impacto ambiental será mayor”, explica Buitrago.

2. Respetar las reglas indicadas

Las áreas protegidas, aunque son patrimonio de la Nación, también pertenecen a comunidades étnicas que a lo largo de su historia han velado por la preservación de la naturaleza local. Estos grupos, en nombre de la defensa del territorio y su idiosincrasia, tienen ciertas normas que deben ser seguidas.

Por ejemplo, el Parque Natural Nacional El Cocuy tuvo que ser cerrado en 2016 porque algunos turistas jugaron con la nieve, una actividad prohibida porque esta es sagrada para los indígenas U'wa que habitan en la zona. Además, por temas medioambientales, tocar la nieve pone en riesgo la capa glacial del nevado, que ya se está descongelando debido al calentamiento global.

3. Cuidar la vegetación y los recursos hídricos

Hay que ser muy cuidadoso con el entorno y por eso solo hay que contemplar el paisaje, pero no tocarlo. Buitrago señala la importancia de no tocar la flora y la fauna de las áreas protegidas. No se pueden sacar piedras, semillas, arrancar flores, ni ningún otro elemento que encuentre a su paso.

4. No arrojar basura

Por supuesto, la contaminación afecta el ecosistema y el desarrollo de las especies que habitan en cada zona, por eso es indispensable llevar una bolsa para depositar todos los residuos producidos durante el día y luego botarlos. Buitrago asegura que incluso el material orgánico debe ser desechado, pues no se puede dejar en el área protegida.

“Ni siquiera se pueden arrojar desechos orgánicos. Por ejemplo, dejar una cáscara de banana en un lugar donde este usualmente no crece podría afectar el crecimiento de otras plantas que sí son endémicas, y así se atrofia la cadena natural del ambiente”, explica el guía.

5. Opta por productos y servicios locales

Al hacer ecoturismo se recomienda consumir los productos y servicios que ofrecen los mismos habitantes del territorio que se visita. Esta práctica es beneficiosa en varias vías, pues los turistas ayudan a dinamizar la economía local mientras conocen más la cultura y tradiciones de forma directa.

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